La sanidad pública de Extremadura y Cataluña es la que más retrocede

Los recortes en sanidad –el presupuesto público se ha reducido más de un 20% en los últimos cinco años– tienen claras consecuencias en la calidad asistencial y las prestaciones que reciben los ciudadanos. Así lo evidencia un informe de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) hecho público este lunes y que pone de manifiesto cómo Extremadura y Cataluña son las autonomías en las que más ha empeorado la sanidad pública desde 2009. 

Este colectivo otorga una puntuación a las autonomías a partir de un baremo que cuenta con 26 indicadores que evalúan, con datos de 2013, el gasto per cápita, la proporción entre el número de camas y personal sanitario por población, las tarjetas sanitarias individuales que tiene que atender cada médico generalista o el el gasto farmacéutico, entre otros.

El análisis de estos datos evidencia cómo es en las citadas autonomías en donde más ha retrocedido la sanidad pública a pesar de que no son las que están peor posicionadas. Extremadura, por ejemplo, ocupaba el primer puesto de la tabla en 2009. En 2014, el 12. Cataluña, por su parte, ha pasado del 5 al 11. Esta situación, explicó el portavoz de la FADSP, Marciano Sánchez Bayle, está relacionada con la incidencia de los recortes y las políticas que han llevado a cabo los Ejecutivos de ambos territorios. No obstante, ambas no son las que están pero posicionadas, pues Canarias y Valencia se consolidan como las autonomías con peores sistemas sanitarios. Ambas continúan en los dos últimos puestos durante los últimos seis años analizados. 

En la citada tabla, la máxima nota posible es de 98 puntos y la mínima de 23. La diferencia entre autonomías “es claramente excesiva”, pues va de los 82 de Navarra a los 46 de la Comunidad Valenciana. La ratio entre la comunidad autónoma de mayor puntuación y la de menor es de 1,78 que aunque ha reducido la de 2013 "sigue evidenciando una gran disparidad en los servicios sanitarios entre las comunidades". El informe revela, por tanto, que existe una “gran disparidad" entre autonomías, una realidad que, según la FADSP, "pone en peligro la necesaria cohesión y equidad en los territorios”.

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Las autonomías con "mejores servicios sanitarios" son Navarra, con 82 puntos; Aragón, con 75; País Vasco y Asturias, con 73; y Castilla y León, con 72. En el grupo con servicios sanitarios regulares están Andalucía y Cantabria, ambas con 64 puntos, Galicia (61) y La Rioja (60). En el grupo de las "muy deficientes" están Castilla-La Mancha (59), Cataluña (57), así como Extremadura y Madrid, con 56. El grupo de cola es muy estable. Canarias y Valencia –la autonomía que más lejos ha llevado la gestión privada de la sanidad pública- ocupan el penúltimo y último lugar por quinta vez consecutiva, es decir, desde la lista de 2009. Les preceden Murcia, con 53 puntos, y Baleares, con 54. 

Privatizaciones 

La FADSP penaliza en su baremo a los sistemas sanitarios autonómicos que tienen privatizados más servicios. Eso hace que Cataluña, de largo la autonomía que más parte de su presupuesto sanitario dedica a acuerdos con empresas privadas, –un 24,1%, según datos del informe IDIS– retroceda tanto en los últimos cinco años. Otras autonomías que reducen sus puntuaciones por su apoyo a la colaboración público-privada son La Rioja, Castilla y León, Madrid o Valencia. La FADSP critiza las privatizaciones porque, a juicio de este colectivo, la gestión privada supone un sobrecoste de entre 7 y 9 veces "sin mejorar la calidad de la atención sanitaria" y reduce "los presupuestos ya de por sí escasos" de los centros públicos de gestión tradicional. Canarias, por su parte, es la segunda comunidad que más parte de su presupuesto sanitario dedica a llevar a cabo a acuerdos con empresas. En 2011 fue un 10,3% de su presupuesto.