La 'opción Aguirre' lastra las posibilidades de Ignacio González como candidato

Para el PP de Madrid, presidido por Esperanza Aguirre, hay un escenario idóneo de cara a las candidaturas a la Comunidad y el Ayuntamiento: ella, como cabeza de lista al Ayuntamiento, y su delfín, Ignacio GonzálezIgnacio González, con el mismo puesto para la Comunidad de Madrid. Para la presidenta sería el broche de oro a una carrera política en la que lo ha sido casi todo. Para González, la oportunidad de testar la visión que de él tienen los madrileños. El puesto que ocupa hoy lo heredó cuando su jefa decidió apartarse de la primera línea de la política en septiembre de 2012. “Sería un tándem perfecto”, dicen sus defensores. Estos planes chocan, no obstante, con la opinión mayoritaria del PP que, a día de hoy, ven muy complicado que Mariano Rajoy deje en manos de dos de sus grandes enemigos internos dos instituciones que son consideradas la joya de la corona para cualquier gobernante. El factor capitalidad hace que todo lo que ocurre en Madrid tenga una repercusión mayor. Más trascendencia.

Las fuentes consultadas consideran que Aguirre y González se anulan. Es decir, que si el presidente del Gobierno decidiera que Esperanza Aguirre es la persona adecuada para liderar la candidatura al consistorio, el presidente madrileño vería frustradas sus aspiraciones. Y viceversa. La explicación es sencilla: el PP de Madrid ha sido en los últimos años uno de los principales dolores de cabeza de Mariano Rajoy por sus discrepancias con la línea oficial del partido y por un discurso, en ocasiones, muy crítico con algunas de las actuaciones del Gobierno de Mariano Rajoy.

El momento cumbre se vivió en plena etapa precongresual del XVI cónclave nacional de los conservadores, que se celebró en junio de 2008 en Valencia. El PP de Madrid, con Aguirre a la cabeza, no le puso nada fácil a Mariano Rajoy su reelección como presidente del partido. La presidenta regional del partido junto a sus escuderos González y Francisco Granados –hoy ya apartado de la política– cuestionaron la capacidad de liderazgo de su jefe de filas. Y la propia Aguirre llegó a amagar con una candidatura alternativa.

Con estos mimbres, la opinión más extendida en el PP es que entregar de nuevo Madrid al aguirrismo sería un error. De hecho, la opción Aguirre sería la elegida sólo si las encuestas así lo dictan. Siempre que sea la única garantía de una mayoría absoluta. Y siempre que la instrucción judicial de su incidente de tráfico no se cuele en el proceso.

El control del PP en Madrid

Otro factor en contra de este tándem que citan los dirigentes consultados es el hecho de que, con este gesto, Mariano Rajoy daría pasos en la dirección contraria en lo que a la toma del control del PP de Madrid se refiere. Es una tarea que la dirección nacional del PP tiene pendiente desde septiembre de 2012, cuando Aguirre dejó la Presidencia en manos de su número dos y secretario general de la formación regional.

Fuentes conocedoras de lo que ocurrió estos días en los despachos de Génova apuntan a que María Dolores de Cospedal intentó, sin éxito, que la presidenta del PP de Madrid diese un paso atrás también en el partido para abrir un proceso de renovación. Ana Mato, por entonces vicesecretaria de Organización del PP, era la persona que Mariano Rajoy quería para sustituirla. Cuentan en la formación conservadora que el enfado de Aguirre fue tal que el relevo se aparcó. Si Rajoy quiere ahora intentarlo de nuevo sería contradictorio que volviera a dar poder a la presidenta del partido y a su secretario general.

Es en este contexto en el que el nombre de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, fue introducido en las encuestas de candidatos al Ayuntamiento. El presidente lograría así dos cosas: una cabeza de lista de su confianza y una futura presidenta del PP en Madrid. Como es lógico, el PP de Madrid discrepa de esta opción. “No sabemos hasta qué punto es conocida en la capital y hasta qué punto se conoce ella Madrid y a toda la estructura orgánica del partido”, apunta un diputado regional.

El caso del ático de Estepona

¿Y González sin Aguirre? Menos dudas ofrece esta posibilidad para el actual presidente. En el partido están convencidos de que el candidato al Ayuntamiento hace efecto arrastre sobre el cabeza de lista a la Comunidad, por lo que con un perfil de peso para el Palacio de Cibeles, sede del consistorio, no es necesario ampliar la renovación en el aspirante a la Presidencia regional.

González no oculta que quiere ser candidato. Y hay quien cree en el PP que cada día que pasa sin que Rajoy haga un gesto es un día que juega en su contra. “¿Están nerviosos, por ejemplo, Monago (Extremadura) o Rudi (Aragón)? No. Cuentan con repetir y no se platean lo contrario. Ni ellos, ni nadie en el partido. No es el caso de Nacho [Ignacio González]?”, mantiene un cargo del PP de Madrid.

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En su contra, cita la misma fuente, juega el caso del ático de Estepona (Málaga). El presidente de la Comunidad de Madrid sostiene que alquiló la vivienda en 2008 a una sociedad del testaferro profesional Rudy Valner y que finalmente se la compró en 2012. La Justicia investiga si en realidad González y su mujer son los dueños del inmueble desde 2008.

La última información al respecto, adelantada por infoLibre, apunta a que el testaferro que vendió el ático a González lo había comprado por teléfono desde EEUU tras verlo la mujer del político. 

Con todo, el hecho de que Aguirre y la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, parezcan estar ya en plena campaña ha desviado el foco de González que busca ocupar un segundo plano y evita, en lo posible, entrar en colisión frontal con la dirección nacional del PP y con el Gobierno. No niega que quiera ser candidato pero de ahí no pasa. "Ha hecho de la demanda de una financiación más justa para Madrid su principal batalla. Pero eso, por sí solo, no le invalida como candidato porque hay que entender cuándo habla como presidente autonómico y cuándo como dirigente de partido".