Los correos secretos de Blesa

Andreu acuerda pedir a Bankia los correos de Blesa sobre las preferentes

Miguel Blesa, expresidente de Caja Madrid.

Tono Calleja / Alicia Gutiérrez

El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu ha acordado requerir a las entidades Banco Financiero y de Ahorros (BFA) y Bankia para que remitan a la mayor brevedad posible "cuantos correos electrónicos consten en sus archivos, en cualquier formato y que hayan sido emitidos o recibidos por Miguel Blesa de la Parra, a través del correo electrónico corporativo de Caja Madrid durante el año 2009 y mantenidos por él mismo con los miembros de la comisión ejecutiva o del consejo de administración de dicha entidad”, según un auto de este miércoles.

Para salvaguardar los derechos en conflicto el juez acuerda el secreto de estas actuaciones y explica que se descartaran todos aquellos correos que no tengan relación con los hechos investigados. Para ello los correos serán examinados por el juez y en su caso por el Ministerio Fiscal, bajo la fe de la secretaria judicial y dándose oportunidad al querellado Miguel Blesa, con asistencia letrada.

Bufete Jausas

De esta forma, el juez responde a una nueva petición del abogado Jordi Ruiz de Villa, del bufete de abogados Jausas, en la que acotaba su solicitud a los correos corporativos del querellado, del año 2009. El juez argumenta que obran indicios suficientes que indican cómo los directivos y dirigentes de Caja Madrid "sabrían o deberían haber sabido el grave deterioro que la entidad estaba sufriendo".

Y precisamente, continúa Andreu en el auto, "es objeto de la presente causa el determinar si, para hacer frente a dicha situación, tomaron decisiones en perjuicio de sus clientes, con conocimiento del perjuicio que se les podría ocasionar mediante la comercialización masiva y al minorista de un producto no recomendado ni adecuado para el perfil de tales consumidores".

"A costa de los clientes"

Precisamente, pretende saber si se ocultó a los clientes "la naturaleza del mismo, así como la verdadera situación en que la entidad se encontraba, de forma que la entidad se recapitalizaría a costa de sus clientes, y previa una actuación urdida con conocimiento del perjuicio que, inevitablemente, se les vendría a ocasionar".

El contenido de las comunicaciones que sobre este particular pudieran haber mantenido los directivos de Caja Madrid y singularmente su presidente- añade Andreu- "puede constituir un valioso acervo en las presentes diligencias dirigido a determinar la naturaleza y circunstancias en que ocurrieron los hechos investigados".

Para Andreu, la gravedad de los hechos y la trascendencia social y económica son de tal importancia que justifican la medida adoptada, "teniendo en cuenta que nos encontramos ante un correo corporativo, esto es, un instrumento que se facilita a los trabajadores de la entidad para desarrollar su trabajo, y que las comunicaciones que se interesan son únicamente las mantenidas entre los miembros de la comisión ejecutiva y del consejo de administración con el presidente de la entidad".

Cúpulas directivas

El juez Andreu delimitó el alcance de la pieza separada de las preferentes de Bankia “a las personas que conformaban las cúpulas directivas de las entidades querelladas, en lo relativo a la ideación y planificación llevada a cabo por estos miembros de esos órganos directivos de las entidades de las que formaban parte para capitalizarlas con la venta de acciones preferentes".

Estos hechos podrían ser constitutivos, especifica el auto del magistrado, de los delitos de estafa de inversores, un delito de apropiación indebida, un delito de publicidad engañosa, un delito de administración desleal o fraudulenta y un delito de maquinación para alterar el precio de las cosas.

Auto del juez Andreu sobre los correos de Blesa [PDF]

Audiencia Nacional

La decisión de Andreu se produce después de que la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional explicara en un auto en el que rechazaba incorporar los correos de Blesa que habían sido solicitados por el juez Elpidio José Silva, que las partes podían reclamarlos directamente a Bankia.

Por su parte, Blesa rechazó la posibilidad de que el juez Andreu accediera a los correos argumentando que estos los tenía Bankia “de forma accidental”.

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