‘¿Cómo votamos en los referéndums?’, un análisis sobre las ansias de participación

¿Cómo votamos en los referéndums?. Ese es el título del libro escrito por los politólogos Braulio Gómez y Joan Font y promovido por la Fundación Alternativas, y también ha sido la idea en torno a la cual ha girado la presentación de una obra en la que se analizan las claves que llevan a los ciudadanos a decidir su voto en las consultas que se les realizan y el aumento de las demandas de la ciudadanía de participar en los asuntos públicos.

La presentación, que se ha llevado a cabo en la Librería Blanquerna de Madrid, ha contado con la presencia –además del propio Braulio Gómez– del director de eldiario.es, Ignacio Escolar, y del profesor de Ciencia Política e investigador de la Universidad Carlos III de Madrid Ignacio Sánchez Cuenca. Y, pese a que el ensayo analiza una amplia muestra de referéndums para sacar conclusiones sobre el comportamiento de los votantes, la discusión se ha centrado en la demanda que actualmente tienen los ciudadanos de participar más en la toma de decisiones, una demanda en la que los referéndums juegan un importante rol.También ha surgido como asunto de debate la consulta soberanista de Cataluña fijada para el día 9 de noviembre.

Ventajas y desventajas

A pesar de que ha mostrado su simpatía por las consultas a los ciudadanos, Gómez ha comenzado su intervención echando varios "cubos de hielo" a los defensores a ultranza de estos métodos. En este sentido, el autor ha señalado que, a pesar de la percepción ciudadana de que los gobernantes no cuentan con los gobernados para tomar decisiones, no es cierto que en España se celebren muchos menos referéndums –nueve, desde la aprobación de la Constitución– que en otras "democracias ejemplares" como Holanda o Alemania. "Y además, los referéndums suelen tener una participación bastante baja", ha abundado Gómez.

De igual forma, el politólogo ha querido incidir en la diferencia que existe actualmente entre la sociedad española y otras sociedades europeas en torno a esta cuestión. Según ha afirmado, "en España hay un importante deseo de participar en referéndums, más que en el norte de Europa", pero esto se debe fundamentalmente al hastío de los ciudadanos con la clase política, una situación que no se da a tal escala en otros países. "Si los ciudadanos tienen tantas ganas de participar es porque, al menos puntualmente, no confían en los políticos, y apuestan más por confiar en sí mismos a la hora de tomar las decisiones", ha remachado.

No obstante, las consultas a la ciudadanía también tienen desventajas, según los estudios que se recogen en el libro. Y es que, al plantear tan sólo dos opciones para resolver una cuestión, puede producirse, según el tema que se decida, una "tiranía de las mayorías" que provoque que una importante parte de la sociedad quede apartada, según Gómez, que ha aportado también un dato estadístico: quienes menos votan en los referéndums son los que menos recursos y nivel cultural tienen, por lo que las consultas pueden, en última instancia, "crear desigualdad", según ha señalado el autor.

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El referéndum en Cataluña, la única salida

Según ha ido avanzando el acto ha surgido la discusión sobre la eventual consulta en Cataluña. Y ahí, tanto Gómez como Escolar y Sánchez Cuenca se han mostrado de acuerdo en algo: realizar un referéndum es la única forma de desbloquear la situación. "Yo no veo otra salida", ha señalado el autor del libro, que ha señalado que sólo consultando a los ciudadanos las instituciones podrán decidir "el encaje de Cataluña en España". El director de eldiario.es ha apoyado esta tesis y ha criticado el "bloqueo" que provoca la actitud del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, una inacción que, a su juicio, "ahonda el descrédito de las instituciones".

Sánchez Cuenca también se ha mostrado favorable a la consulta, pero ha matizado que, de realizarse, "habría que negociar cosas como cada cuánto tiempo puede repetirse o el porcentaje de apoyo que sería necesario para conseguir la independencia". Y en este sentido, la importancia y "el importante componente de irreversibilidad" que tendría una eventual secesión harían recomendable, en opinión del sociólogo, que la independencia sólo pudiera conseguirse si la apoyase "la mayoría del censo electoral", es decir, contabilizando también la abstención.