Consulta catalana 2014

Sánchez advierte a Rajoy y a Mas que con “trincheras” y “monólogos” no se resuelve el conflicto con Cataluña

"Condena" a la firma del decreto de convocatoria de la consulta del 9-N. Apoyo a los recursos aprobados hoy por el Gobierno y registrados ya en el Tribunal Constitucional. Y apelación al diálogo y al impulso de la reforma constitucional desde una perspectiva federal. 

A grandes rasgos, esa es la posición defendida por el PSOE y la que este lunes reiteró Pedro Sánchez después de la reunión de su ejecutiva federal y de que Mariano Rajoy compareciera en la Moncloa para retar a Artur Mas a plantear un cambio en la Carta Magna sin "atajos" ni "subterfugios". El secretario general también leyó una declaración institucional [consúltala aquí en PDF] y luego respondió a preguntas de los periodistas. Primero fue muy duro con el jefe de la Generalitat: la convocatoria de la consulta soberanista sitúa a las sociedades española y catalana "en una difícil encrucijada", un desafío que le coloca "fuera del marco de la legalidad democrática" y que es de "extrema gravedad".

"En democracia los procedimientos son garantía de la democracia misma. No puede justificarse ningún acto contrario a la ley", recordó, respondiendo a la premisa del bloque proconsulta de que hay que votar sí o sí. Sánchez subrayó que los catalanes "llevan decidiendo" durante más de tres décadas, desde que se aprobó la Constitución y su primer Estatut, pero no puede decidirse fuera de la ley. "No hay democracia sin ley ni ley sin democracia", y las leyes se cambian "conforme al procedimiento previsto en la ley", insistió. Por todo ello, el PSOE "condena" esta "quiebra de la legalidad" por parte de Mas y su conducta, que "daña profundamente la democracia española". En paralelo, "manifiesta su apoyo" a los dos recursos aprobados este lunes por el Consejo de Ministros "en defensa y garantía de la legalidad". Un texto impugna el decreto de convocatoria del 9-N y otro la Ley de Consultas, que el PSC sí ha respaldado en el Parlament. Discrepancia, señaló, que no puede esconder que PSOE y PSC coinciden en "lo esencial": que la norma no puede "dar cobijo a un referéndum de autodeterminación".

Sánchez enfatizó que "ningún gobernante" puede"quebrantar la ley", ni "romper" la convivencia, ni someter a sus ciudadanos a la obligación de elegir entre dos identidades –ser español o ser catalán–, ni quebrar una unión de cientos de años. "Debemos decidir juntos el futuro compartido". El líder avisó de que el desafío no ha de resolverse en una votación "sin acuerdo", como la planteada para el 9-N, ya que "ahonda en la división". 

"Informado" de los pasos del presidente

Hasta ahí las culpas al president. Después se dirigió al jefe del Ejecutivo, al que apremió a abrirse a la reforma constitucional. "Estoy convencido de que la situación no se va a resolver con trincheras" ni con el "cruce de monólogos" entre Mas y Rajoy de los últimos meses y años. El "riesgo cierto de fractura profunda", advirtió, "sólo puede verse superado con voluntad de acuerdo y liderazgo político constructivo". Acuerdos que el secretario general confía en que se puedan volver a alcanzar. "El PSOE es un gran partido que quiere y debe tener un papel fundamental en la solución de la crisis", remarcó. En todo este tiempo, los socialistas han reivindicado su posición central en el conflicto, en el medio entre la orilla del "inmovilismo" de Rajoy y la "irresponsabilidad" de Mas. 

A ambos Sánchez les tendió la mano para "facilitar la vía de entendimiento" y proceder a renovar el marco de convivencia a través de la reforma de la Carta Magna y en ello pondrá toda su "energía". "Movernos por la concordia y contra la fractura, encontrar un modelo de convivencia en el que conjugar mejor unidad y diversidad, es la obligación de todos, pero más que nadie del presidente del Gobierno y del presidente de la Generalitat".

Las preguntas en la rueda de prensa en Ferraz disparaban en su mayoría en el mismo sentido: si creía que Rajoy dará su brazo a torcer, si por sus declaraciones de hoy en la Moncloa atisbaba un cambio. Sánchez no quiso entrar en especulaciones ni "interpretar gestos". Con el presidente, además, no había hablado este lunes, aunque sí se consideraba "informado" de los pasos que su Gobierno está dando para parar la consulta. Fuentes socialistas confirmaron a este diario, no obstante, su pesimismo respecto a la actitud futura del jefe del Ejecutivo. No le ven dispuesto a dialogar la reforma tras el fiasco del 9 de noviembre. 

"Comparto con Rajoy que hay que defender la Constitución. Pero su mejor defensa es su renovación. Petrificarla no la hará más fuerte", rubricó el líder socialista durante su comparecencia. Es la apreciación que siempre ponen por delante las socialistas, que no basta sólo con la ley, que no es suficiente con reiterar qué dice, "solemnizar lo obvio". Que hay que utilizar "la política" y ofrecer una alternativa, y eso seguirá haciendo el secretario general. "Soy muy testarudo, y voy a plantear una y otra vez al presidente del Gobierno la reforma constitucional, con todo el cariño, el respeto y con la lealtad que sabe que le tengo". La propuesta socialista, dijo, no tiene fecha de caducidad, y es la que se acabará imponiendo.

"No se trata de llegar los primeros"

La renovación de la Carta Magna que pide el PSOE no se centra sólo en la cuestión territorial sino que también pretende incluir medidas de regeneración democrática (como la limitación de mandatos) y el blindaje de derechos. "La Constitución hay que reformarla sí o sí", insistió. Explicó que los socialistas no lo plantean para "colmar las ansias de los independentistas", sino para dar respuesta a un "nuevo marco de convivencia social, territorial y política". El secretario general remarcó que hay que poner "énfasis" en lo que une a Cataluña y España, y que en Cataluña "quien tiene el altavoz de la opinión pública no es la mayoría", pues esta, a su juicio, lo que demanda es una tercera vía, no la secesión. 

Al PSOE se le ha reprochado (desde el Gobierno a otros grupos de la oposición) que no haya hilado más fino, que no haya presentado una propuesta articulada. Sánchez dejó claro que no se va a precipitar. Se presentará en el Congreso cuando cuente "con suficiente consenso". "No se trata de llegar los primeros, sino de llegar todos juntos y trabajar con todos los grupos", justificó. 

Llamazares: que no se use el TC como "parapeto"

Distinta es, desde luego, la posición de Izquierda Unida, que sí defiende una consulta legal "y con garantías democráticas". Así lo recordó hoy su portavoz de Justicia en el Congreso, Gaspar Llamazares, en rueda de prensa en la sede federal –Cayo Lara está de viaje en Ecuador–, en la madrileña calle de Olimpo. La federación no comparte pues la "política de veto" del Gobierno contra Mas y reclama la puesta en marcha de "más negociación política" para hacer posible el referéndum. Llamazares denunció que el Gobierno está actuando como si fuera él mismo el Tribunal Constitucional. 

Existe "demasiada agitación" y un "duelo de patriotas" que son abordados "con poca democracia, poca negociación política y poco diálogo", sostuvo. Llamazares considera que "no basta con utilizar el TC como parapeto", sino que es necesario "hablar, negociar y entenderse", informa Europa Press.

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