Los abusos de la banca

Exconsejeros de Caja Madrid preparan declaraciones complementarias a Hacienda para esquivar las sanciones

Miguel Blesa a la entrada del juzgado.

Tono Calleja / Elena Herrera

Varios de los exconsejeros de Caja Madrid que utilizaron la tarjeta B con la que gastaron hasta 15,5 millones de euros preparan la presentación de declaraciones complementarias cautelares ante la Agencia Tributaria por el total del dinero gastado en los años no prescritos, según confirman a infoLibre fuentes del consejo de administración de la desaparecida entidad financiera madrileña.

Las mismas fuentes mencionadas aseguran que con este movimiento los exconsejeros tratan de evitar una inspección de Hacienda, que puede acabar con importantes multas, pues la Agencia Tributaria podría considerar que los fondos que gastaron con las tarjetas los consejeros eran en realidad retribuciones complementarias. Aunque los exconsejeros recuerdan que las cantidades presuntamente defraudadas no superan los 120.000 euros y no se les podría imputar ningún delito, sí cabría que Hacienda los "friera" a multas.

"Queremos colaborar"

"Lo que no puede parecer es que cualquiera de nosotros se está resistiendo a que se sepa la verdad. Yo primero pongo el dinero y después que se aclaren las cosas. Nosotros queremos colaborar, aunque confío en recuperar el dinero, pero tal y como están las cosas... ¡vete tú a saber!", se lamenta uno de los exconsejeros con los que ha hablado infoLibre, y que solicita que no se haga público su nombre.

La Agencia Tributaria confirmó precisamente este lunes su intención de investigar a los 86 exconsejeros y exdirectivos de Caja MadridCaja Madrid y Bankia que hicieron uso de las tarjetas B para determinar la operativa que llevaban a cabo y hacer un seguimiento de los ingresos que obtuvieron presuntamente de forma irregular.

Inspección

De esta forma, la Agencia Tributaria va a abrir una inspección sobre el uso que estos directivos realizaron de las tarjetas, así como la procedencia de las partidas que manejaban. Se trata, por tanto, de investigar no sólo las responsabilidades tributarias de Caja Madrid como entidad financiera, sino también de las personas físicas que se beneficiaron de estos ingresos presuntamente ocultos al fisco

Según los correos secretos, el expresidente de la entidad ejercía un control total del uso de las tarjetas de los consejeros y del equipo de dirección, tal y como prueba un mail publicado el pasado viernes por este diario, en el que Blesa pedía al director de negocio, Ildefonso Sánchez Barcoj: "Recuérdame las cifras de tarjetas de consejeros que habíamos hablado, líderes y pueblo llano". 

Un portavoz del sindicato de técnicos de Hacienda (Gestha) ha asegurado que los directivos de Caja Madrid y Bankia deberían haber incluido los gastos de las tarjetas como rendimiento del trabajo en especie en su declaración del IRPF. Por ello, tendrían que haber pagado hasta 2012 un 35% de los gastos realizados, y desde ese año un 42%. De presentar una declaración complementaria tendrían que hacerlo desde 2010 en adelante. 

Delito fiscal de Caja Madrid

Por el contrario, los técnicos de la Agencia Tributaria consideran que Caja Madrid sí podría haber cometido un delito fiscal desde 2009, pues las cifras pagadas a los directivos superan ampliamente los 120.000 euros a partir de los que se considera infracción penal, que prescribiría a los cinco años. La entidad financiera, siempre según Gestha, tendría que haber tributado el dinero de las tarjetas como remuneraciones en especie.

Los consejeros que han decidido regularizar su situación son, siempre según estas fuentes, varios vinculados al PP, como por ejemplo la expresidenta de la Fundación Caja Madrid Carmen Cafranga, así como otros de IU, entre los que se encuentra Juan Gómez Castañedaotros de IUJuan Gómez Castañeda. Este periódico ha confirmado que otras dos personas, a propuesta del PP y de IU, que han solicitado a infoLibre el anonimato, también han decidido presentar la declaración complementaria para evitar problemas con el fisco.

El presidente de la patronal madrileña CEIM y vicepresidente de la CEOE, Arturo Fernández, anunció este lunes su intención de devolver los 37.000 euros que gastó con la tarjeta 'B' de Caja Madrid en su época de consejero mediante una transferencia a Bankia o a la Fundación Caja Madrid.

PSOE, CCOO e IU

Fuentes del consejo de administración de Caja Madrid sostienen, además, que otros partidarios de la regularización de los gastos de las tarjetas con la Agencia Tributaria, por consejo de sus asesores legales y fiscales, serían los consejeros vinculados al PSOE, a CCOO y a Izquierda UnidaPSOE, a CCOO y a Izquierda Unida.

Sin embargo, no todos los exconsejeros están determinados a solventar por la vía rápida el escándalo mediante una declaración complementaria. Las citadas fuentes del consejo apuntan a infoLibre que Estanislao Rodríguez-Ponga, que fue secretario de Estado del Gobierno de José María Aznar además de economista de profesión, es partidario de reclamar directamente a Bankia sus responsabilidades. Según esta versión, los pagadores, es decir Bankia o Caja Madrid, deberían haber informado a los consejeros de sus obligaciones fiscales. En este punto también coinciden otros implicados en el uso de las tarjetas, que harán declaración complementaria pero exigen que el antiguo núcleo directivo de la Caja asuma la responsabilidad si no se actuó cumpliendo las obligaciones con el fisco.

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Pedroche

Al menos dos exconsejeros han informado a este periódico de su determinación de dirigirse a Bankia y a Caja Madrid con la intención de que le especifiquen su situación en relación con los gastos de las tarjetas: "Suponíamos que cuando se nos certificaba la retención ahí venía todo. De hecho, un correo electrónico publicado por infoLibre en una información publicada el pasado viernes muestra cómo el secretario general, Enrique de la Torre, responde al consejero Pedroche, que le pedía información sobre las tarjetas, que todo estaba en regla. Esa misma respuesta la recibíamos el resto de consejeros cuando preguntábamos. Y siempre nos contestaban que todo estaba correcto", añade uno de los implicados, que destaca que cuando alguno de ellos preguntaba a los directivos si el dinero de las tarjetas debía tributarse en especie o de forma mixta "nunca se lo aclaraban".

De esta forma, y siempre según las fuentes consultadas por infoLibre, entre los exconsejeros de Caja Madrid que utilizaron las tarjetas se ha extendido la determinación de que el primer paso a dar es presentar una declaración complementaria. "Estamos en el punto de mira, y si no estuviéramos tan presionados con los tiempos lo haríamos de otra manera. Pero lo que está claro es que vamos a pedirle a Bankia, de manera formal, que nos diga si a efectos fiscales las retenciones por la tarjeta estaban totalmente ajustadas o no", completa un antiguo integrante del consejo de administración de la entidad financiera madrileña.

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