El azote del ébola

La presión ciudadana no logra parar el sacrificio del perro de la enfermera

Operarios de la Comunidad de Madrid se desplazaron este miércoles hasta el domicilio de la enfermera infectada por ébola para trasladar a su perro, después de que un juez autorizara a la Consejería de Sanidad la entrada en la vivienda de la trabajadora para recoger al animal del matrimonio para su sacrificio. La Consejería decretó este martes, mediante una orden judicial, sacrificar al perro para evitar así un posible riesgo de contagio.

Una treintena de agentes de Policía Nacional y Policía Local de Alcorcón empezaron a mediodía a desalojar al medio centenar de personas que se concentraron desde primera hora de la mañana para evitar que se sacrificase al animal, de nombre Excalibur. Durante este desalojo, un joven de 31 años resultó herido por un golpe en la cabeza tras caer al suelo durante la salida del furgón. El hombre sufre un traumatismo craneoencefálico leve y quedó inconsciente durante unos minutos, pero recuperó la conciencia en el mismo lugar de los hechos.

Al grito de "¡Excalibur, no estás solo!" y "¡Ana Mato, dimisión!", los manifestantes se resistieron a abandonar la puerta de la urbanización donde la enfermera y su marido residen en Alcorcón.

La Consejería de Sanidad argumentó que el animal estaba en la vivienda en "estrecho y permanente" contacto con la paciente afectada por el virus del ébola y, de acuerdo con los hallazgos científicos disponibles, "supone un posible riesgo de transmisión de la enfermedad al hombre".

La decisión se tomó pese a la petición del marido de la enfermapetición , Javier Limón, que en la tarde del martes se puso en contacto con distintas asociaciones animalistas para pedir que se respetara la vida del animal y grabó un vídeo exigiendo que se paralizara su sacrificio.

La decisión levantó una rápida respuesta en Internet, donde más de 380.000 personas secundaron el llamamiento a través de la plataforma Change.org (todavía puedes firmar aquí), en la que se pide poner en cuarentena o aislamiento a la mascota del matrimonio en lugar de sacrificarlo.

"No es justo que, además del contagio del ébola por parte de la auxiliar a consecuencia de la falta de medios, pierdan al perro por un simple capricho, cuando es mucho más fácil aislarlo o ponerlo en cuarentena igual que han hecho con el marido de la víctima", señala la petición de la plataforma de Internet.

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Excalibur ha sido incinerado en Paracuellos

Los miembros del laboratorio de Seguridad Biológica de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense fueron los encargados de llevar a cabo el sacrificio de Excalibur. En un comunicado posterior, aseguraron que el animal no sufrió, ya que se le sedó antes de aplicarle la eutanasia.

También informaron de que, siguiendo el protocolo previsto, el cadáver de Excalibur sería trasladado en un dispositivo precintado de seguridad biológica para su incineración en una instalación autorizada para ello en Paracuellos.

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