Los abusos de la banca

Las siete personas que controlaban las 'tarjetas B'

El magistrado que investiga en la Audiencia Nacional el caso Bankia, Fernando Andreu, interrogará este jueves en calidad de imputados a Miguel Blesa y Rodrigo RatoMiguel Blesa, expresidentes de Caja Madrid y Bankia, así como al directivo que supuestamente se encargaba de la entrega y control de las tarjetas B, Ildefonso Sánchez Barcoj.

Pero los correos secretos de Blesa, que se extienden entre los años 2004 y 2009 no llegando a la etapa de Rodrigo Rato, aportan más información acerca de quiénes eran las personas que controlaban las tarjetas B de Caja Madrid. Y estos eran, además del presidente Miguel Blesa, sus dos hombres de confianza: el director general, Ildefonso Sánchez Barcoj, y el secretario general Enrique de la Torre; los tres integrantes de la comisión de retribuciones (José Antonio Moral Santín, Antonio Romero y Guillermo Marcos), y el consejero a propuesta del PP Estanislao Rodríguez-Ponga.

Precisamente Sánchez Barcoj ha asegurado en un escrito dirigido al juez que es "rotundamente falso" que interviniera en "la creación de las tarjetas, en la oportunidad de su uso, en la determinación de las personas a las que habrían de asignarse, en el límite económico anual y en la forma con la que habrían de ser utilizadas".

"Líderes y pueblo llano"

Por el contrario, un correo de Blesa de 18 de julio de 2007 muestra que el entonces presidente de Caja Madrid se dirigió al propio Sánchez Barcoj para que le informara de las cifrasSánchez Barcoj de las tarjetas de los consejeros: "Líderes y pueblo llano. Urgente", le exige de forma textual Miguel Blesa.

El ex director general de Caja Madrid y Bankia ya ha entregado en la Audiencia Nacional un cheque por valor de 484.200 euros, correspondiente a los cargos que realizó con la tarjeta B que tenía asignada en la caja de ahorros, al objeto de que se "elimine cualquier daño que pudiera haber sufrido" esta entidad.

Apropiación indebida y administración desleal

Según fuentes jurídicas consultadas por Europa Press, el fiscal Anticorrupción Alejandro Luzón no tiene previsto solicitar medidas cautelares contra los tres imputados, orientará los interrogatorios a tratar de conocer el soporte contractual que tenían las tarjetas B y a averiguar quién diseñó este sistema de pago y quién lo supervisaba.

El representante del Ministerio Público, que sostiene que esta práctica podría constituir indiciariamente un delito de apropiación indebida y otro de administración desleal, también preguntará si Caja Madrid y Bankia hacían las retenciones correspondientes a los usuarios de las tarjetas y si el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) conocían su funcionamiento.

Los correos electrónicos prueban, asimismo, la presunta importancia de Enrique de la Torre en el control de las tarjetas. Pues en todo momento era él el que se encarga de informar a Blesa de los movimientos de las mismas. Destaca entre estos mensajes electrónicos el del 1 de septiembre de 2009, en el que el secretario general contesta al directivo Jesús Rodríguez Fernández con copia al propio Blesa, explicando de forma pormenorizada las retribuciones de los directivos y consejeros, incluyendo ahí las tarjetas black.

De la Torre

Hay otros dos mensajes, adelantados por infoLibre, que demuestran el papel de De la Torre en la gestión de las tarjetas. El 2 de enero de 2009 advierte a Blesa de "fallos organizativos", como por ejemplo que "algo tan delicado como las tarjetas black de los consejeros lo lleva la secretaría de Mediostarjetas black que con una simple llamada de mi secretaria le da los saldos y movimientos de estas tarjetas".

El segundo, de 17 de julio de 2009, De la Torre llega a asegurar que contra la tarjeta, "como el presidente conoce, he pagado temas tales como la fianza por el recurso de IU contra los expedientes de Serrano y Castañeda", en referencia a Fernando Serrano (PP) y Juan Gómez Castañeda (IU). Ambos eran miembros de la Comisión de Control de Caja Madrid, que jugaba un papel relevante en la batalla que mantenían Esperanza Aguirre y Miguel Blesa en esas fechas por el control de la entidad. Precisamente, De la Torre fue uno de los directivos que más dinero retiró en efectivo con su tarjeta B, con 129.750 euros contabilizados.

Pero en este selecto grupo de personas que controlaban las tarjetas también habrían participado, según los mensajes electrónicos de Blesa, los tres integrantes de la comisión de retribuciones de Caja Madrid. José Antonio Moral Santín (IU); Antonio Romero (PSOE) y Guillermo Marcos Guerrero (Impositores); así como el consejero a propuesta del PP Estanislao Rodríguez-Ponga.

Precisamente, la acusación de 15MpaRato ha presentado un escrito en la Audiencia Nacional solicitando la declaración como testigos en la pieza separada de las tarjetas black de Moral Santín, Antonio Romero, Marcos Guerrero, Enrique de la Torre y Rodríguez Ponga, así como de los sindicalistas Francisco Baquero, Pedro Bedia y José Ricardo Martínez.

"Bendición presidencial"

El correo electrónico de 1 de septiembre de 2009 en el que De la Torre contesta al directivo Jesús Rodríguez Fernández con copia al propio Blesa deja claro que todo el sistema de retribuciones de los integrantes del comité de dirección, la comisión de control y de los consejeros en general "tiene la bendición presidencial y de la comisión de retribuciones".

En concreto, el mensaje destaca que tanto Blesa como los integrantes de la comisión de control, es decir Moral Santín, Marcos Guerrero y Antonio Romero conocían que los miembros de la comisión de control tenía cada uno "una tarjeta visa de gastos de representación, black a efectos fiscales hasta ahora [...] de 25.000 euros anuales excepto su presidente, que tiene una cobertura de 50.000 euros", especifica el mensaje.

Además, el correo electrónico informa de que los vocales del consejo de administración, de la comisión ejecutiva y de las comisiones delegadas, "en cuanto a tarjetas black" tenían una cobertura de 25.000 euros anualesblack, "excepto los vicepresidentes Antonio Romero, Bedia y Baquero" que llegaban a los 50.000 euros.

Gobierno corporativo

El mensaje finaliza con una frase muy elocuente, y que muestra el especial cuidado que tenían que tener con esta información a la hora de comunicarlo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV): "Ojo con el informe anual de gobierno corporativo: es muy delicada la información. Escamilla conoce bien sus entrañas".

Otros dos mensajes del correo corporativo de Blesa, de 9 de enero y de 18 de julio de 2007, aportan más evidencias de que los integrantes de la comisión de control (José Antonio Moral Santín, Antonio Romero y Guillermo Marcos) participaron en la creación y gestión de las tarjetas. En el primero De la Torre explica a Sánchez Barcoj y a Blesa de que había informado a Moral Santín de que "el presidente está viendo la manera de mejorar a los consejeros con más dedicación, lo que tendría que ser vía tarjeta o dietas en participadas".

En el segundo correo electrónico De la Torre da cuenta a su jefe de que los integrantes de la comisión de retribuciones de Caja Madrid iban a tratar el tema de "las tarjetas de los consejeros".

Rodríguez-Ponga

Es precisamente este último correo electrónico, relacionado con otro de 13 de julio, el que muestra el importante papel que supuestamente habría jugado el representante del PP en el consejo Estanislao Rodríguez-Ponga, que no formaba parte de la comisión de retribuciones. En ellos se da cuenta de una reunión "no formal" de la comisión de retribuciones, en la que participa el ex secretario de Estado del Gobierno de José María Aznar en la que se aprobaron subidas de sueldos de los directivos del 8%, pero también un aumento de las dietas de los consejeros, incluyendo ahí las tarjetas B.

El 13 de julio, Blesa informa de que sus gestiones con Rodríguez-Ponga, de cara a la subida de sueldos que se iba a aprobar pocos días despúes, habían tenido éxito, al igual que había pasado con el representante del PSOE Antonio Romero. "Estanis: fumata blanca".

"Agradar a Blesa"

Fuentes del consejo niegan a infoLibre que Rodríguez-Ponga participara en las negociaciones para la subida de sueldos, incluyendo ahí el uso de las tarjetas. Otras fuentes explican lo mismo sobre Moral Santín, al tiempo que apuntan que los correos de De la Torre son irreales y producto de sus "fantasías", así como un intento de "agradar a Blesa".

Las mismas fuentes destacan que la gestión de las tarjetas estaba encomendada al presidente Blesa, al mismo tiempo que apuntan que los organismos que de verdad aprobaban las subidas de sueldos eran el consejo de administración y la asamblea general, aunque reconocen que los hacían a propuesta de la comisión de retribuciones.

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