Escándalo de las tarjetas

Rato cede a la presión y pide la baja temporal en el PP

A Mariano Rajoy no le gusta echar a la gente del PP, prefiere que se vayan. Y en el caso de Rodrigo Rato ha logrado su objetivo. Esta tarde el partido informó de que el exvicepresidente económico del Gobierno había escrito una carta a Maria Dolores de Cospedal pidiendo la  "suspensión temporal de militancia" del PP "hasta que todos los hechos queden esclarecidos", en referencia al escándalo de las tarjetas B de Caja Madrid y Bankia. Rato está imputado y tiene que depositar antes del miércoles una fianza de tres millones de euros en la Audiencia Nacional.

En su carta a la secretaria general, Rato declara su convicción "de haber actuado siempre dentro de la legalidad, en el convencimiento de que esas tarjetas emitidas, conocidas y controladas por la entidad, eran para uso personal y formaban parte de mi salario. Como tal, eran declaradas y contabilizadas".

Pese a ello, Rato entiende que en "estos momentos, en interés del PP", lo mejor es que pida la suspensión de militancia. Por último, se pone a disposición del partido "para todas las explicaciones" que se le requieran "ante los órganos pertinentes".

La forma en la que se produce su baja voluntaria es parecida a la de Jaume Matas. Tras conocerse la pena de prisión por el escándalo del Palma Arena, el expresidente balear decidió pedir la suspensión cautelar de militancia horas antes de que lo hiciera Mariano Rajoy. Esto ocurrió en marzo de 2010. En el caso de Rato no era cuestión de horas. Pero sí de pocos días. Así lo aseguran las fuentes conservadoras consultadas que mantienen que una vez que lo escuchara el Comité de Derechos y Garantías no tenía otro camino que la suspensión temporal de militancia. 

El anuncio pone el broche a un día en el que el Rato pudo escuchar palabras de condena de su actitud muy duras en boca de destacados dirigentes de la formación que preside Rajoy. Y a unas semanas en las que desde la dirección nacional del partido se le ha lanzado todo tipo de mensajes para que diera un paso atrás y evitar que fuese el partido el que tomase la decisión. Hasta la tarde del lunes Rato se había negado a dar ese paso. La semana pasada, casi al mismo tiempo que el Comité de Derechos y Garantías se reunía para abrirle expediente, concedía una entrevista a Radio Nacional de España en la que señalaba que no pensaba renunciar a su carné de partido.

Reunión sin avances sobre los expedientes

La noticia se conoció horas después de que la plana mayor del Partido Popular se reuniese con Mariano Rajoy en la cita mensual del Comité Ejecutivo Nacional. Esta vez vino marcada por la permanencia de Rodrigo Rato en la formación conservadora tras el escándalo de las tarjetas B de Caja Madrid. Además de a él, el Comité de Derechos y Garantías abrió la semana pasada expediente a otros doce militantes que en su día se beneficiaron de este medio de pago.

A puerta cerrada, la secretaria general se comprometió a que el partido actuaría "sin distinciones" y "con contundencia".

También a puerta cerrada, en su turno de palabra, Rajoy hizo una descripción de cómo el caso llegó a los tribunales insistiendo en que la actuación del Gobierno fue clave. Y avaló las actuaciones de su secretaria general en lo que respecta a la apertura de expedientes disciplinarios señalando que la actuación del partido será acorde con la legalidad. Se hará, dijo, de la forma "más justa posible". Cospedal había dicho previamente que se tomarán decisiones incluso en los "casos más dolorosos". Leáse Rodrigo Rato. La presión, pues, sobre Rato seguía ejerciéndose.

En la rueda de prensa, la mano derecha de Rajoy en el partido, fue muy insistente en la idea de que las decisiones se tomarán "en el plazo más breve posible". Pero que se haría "con todas las garantías". Asimismo señaló que aquellos beneficiarios de las tarjetas que en el momento de saltar el escándalo contaban con puesto en la Administración lo abandonaron en "24 horas".

¿Qué problema había entonces para que se actuase con mayor celeridad? ¿Pesaba el hecho de tener que desprenderse de un militante como Rato?  Según Cospedal todo respondía al cumplimiento de las normas internas. "Queremos que nuestras decisiones no sean recurridas en los tribunales", resaltó. Las fuentes consultadas sostienen que el partido no podía arriesgarse a que un tribunal anule una suspensión de militancia si esta no se hace en base a los estatutos. Una preocupación que quedó solucionada en el caso de Rato al ser él quien finalmente dio el paso de pedir la suspensión de militancia.

Cospedal explicó que en los próximos días se pedirá a los afectados que “cuenten cómo entienden ellos que se ha producido este asunto y qué quieren manifestar antes de tomar una decisión”. También será el caso de Rato. Lo que es evidente es que, con él fuera, la presión interna y externa sobre la dirección nacional del PP se verá reducida. "Ya no se trata de expulsar al que fue un referente, a un 'pata negra'", señala un miembro del Comité Ejecutivo Nacional. En el PP se conoce como 'pata negra' a aquellos dirigentes provenientes de Alianza Popular.Presiones

A la entrada de la reunión, los principales dirigentes del partido fueron cuestionados sobre este escándalo. La respuesta más contundente la había dado Alberto Fabra, presidente de la Generalitat Valenciana. Preguntado sobre si el ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) debía ser dado de baja del partido, respondió con un sí rotundo. “Yo creo que sí. No caben esas conductas en estos momentos de desconfianza entre los ciudadanos y los políticos. Hay que ser muy contundentes”.

Su opinión estaba muy extendida en el partido. Con la caída del PP en las encuestas, la gestión de este escándalo y del primer contagio de ébola fuera de África preocupan en la dirección nacional y en los cuadros regionales de la formación de Gobierno.

Fabra fue también cuestionado sobre si pensaba trasladarle este mensaje a Rajoy en la reunión interna de partido. Su respuesta fue que el presidente del Gobierno y del PP ya lo sabe.

Horas antes, la líder del PP de Euskadi, Arantza Quiroga, se había mostrado en un sentido similar en un desayuno informativo en Santiago de Compostela.

Fue el miércoles pasado cuando el caso llegó al Comité de Derechos y Garantías, órgano que se limitó a abrir expediente informativo. "El Comité de Derechos y Garantías ha ratificado la apertura de expediente informativo en relación al uso de las tarjetas de Caja Madrid-Bankia, por parte de afiliados del PP, y ha designado como instructor del caso a Francisco Molinero Hoyos. El instructor designado practicará, de manera inmediata, las diligencias oportunas con todos los afiliados a los que pueda afectar dicho expediente". Con un escueto comunicado, el Partido Popular anunciaba el citado día la apertura oficial del proceso para expulsar a los militantes que se beneficiaron de las tarjetas B de Caja Madrid.

Los conservadores saben que siguen estando en el punto de mira, máxime cuando los socialistas ya han dado de baja o echado a los militantes que se beneficiaron de estas tarjetas opacas. Según el mismo comunicado, "el instructor designado [Francisco Molinero Hoyos] practicará, de manera inmediata, las diligencias oportunas con todos los afiliados a los que pueda afectar dicho expediente". 

Diputado por Albacete, Molinero Hoyos es uno de los cargos de confianza de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal.

Los gastos del exministro

Rodrigo Rato fue presidente de Caja Madrid entre enero y diciembre de 2010 y, tras la fusión de esta entidad con otras seis cajas para crear Bankia, dirigió esta última desde finales de 2010 hasta su dimisión en mayo de 2012. Rato hizo gastos por importe de 44.200 euros con su tarjeta en B durante la primera etapa y 54.837 en la época de Bankia.

De estas dos cantidades, son 44.200 euros los que aún no ha devuelto. Ni él se ha ofrecido a hacerlo ni ninguna de las dos entidadesBankia y la actual Fundación Caja Madrid– le han reclamado el dinero.

El exministro de los gobiernos de Aznar y ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) llegó a la presidencia de la caja con el apoyo de Mariano Rajoy.

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