Educación

Dos profesores denuncian irregularidades con las notas en un centro privado adscrito a la Rey Juan Carlos

Sede de la Escuela TAI en Madrid.

Dos exprofesores de la Escuela de Artes y Espectáculos TAI, con la que la Universidad Rey Juan Carlos tiene un convenio para otorgar el Grado Oficial en Composición de Músicas Contemporáneas así como otros estudios equivalentes a las antiguas licenciaturas, denuncian que el centro privado modificó al alza sus actas de calificaciones. Los documentos que obran en poder de este periódico evidencian cómo las calificaciones de nueve alumnos que resultaron suspensos no coinciden con las enviadas a la universidad en un documento oficial que, además, no iba firmado por el profesor que impartió la materia.

La Escuela TAI, por su parte, asegura que ante el elevado número de suspensos, la dirección convino hacer una comisión de evaluación extraordinaria que acordó a su vez hacer un tercer examen posterior a la convocatoria oficial de mayo y a la recuperación de junio y que las notas de esas pruebas fueron las que se plasmaron en el acta oficial. Asimismo, sostiene que en todo momento "lo que ha hecho [el centro] es obrar en defensa de los alumnos".

Los compositores Iñaki EstradaÁlvaro Domínguez –que son los profesores afectados– pusieron estos hechos en conocimiento de la Universidad Rey Juan Carlos a través de una reunión con su vicerrectora de Docencia, Ordenación Académica y Títulos, María Luz Martín Peña a finales de septiembre. No obstante, un portavoz autorizado de la universidad señaló el pasado miércoles a infoLibre que el asunto todavía no estaba siendo analizado porque ambos docentes no habían comunicado los hechos por el cauce oficial (a través del registro) y que, por tanto, la universidad no tiene por el momento "una constancia formal y fehaciente de esas denuncias que se manifiestan". Los profesores hicieron ese trámite este lunes 17 de noviembre. Este medio está a la espera de la respuesta de la universidad. 

Esta misma fuente señaló que "hay unos procedimientos que han de ser verificados y acreditados y si se diesen esas circunstancias, la norma que regula la adscripción de centros contempla también la desadscripción". "No hay desentendimiento sino que por la propia gravedad y seriedad de los hechos deben ser abordadas con el rigor exigible", amplió. El papel de la Rey Juan Carlos es relevante en este asunto porque es quien ofrece el convenio por el que la Escuela TAI imparte estudios conducentes a la obtención de títulos de carácter oficial y de validez en todo el espacio europeo.

Los hechos que denuncian los profesores son los siguientes. Estrada, que en la actualidad trabaja como docente en el Conservatorio Superior de Música de Salamanca y que dejó de ser profesor de la Escuela TAI el pasado 30 de junio por decisión propia, asegura que se enteró por un compañero de la escuela de que los alumnos a los que impartió durante el curso pasado la asignatura de Composición, Armonía y Contrapunto II habían sido convocados a un examen de recuperación el día 15 de julio, después de las dos convocatoria oficiales. Nadie le informó de la realización de esta prueba. Y sólo cuando entró a su perfil en la página web de la escuela constató que en dicha página figuraban notas que no eran las que él había puesto. Las supuestas calificaciones de ese examen fueron las que se incluyeron en el acta enviada a la universidad, que no llevaba su firma. 

Consultado por infoLibre, el vicerrector de la Escuela TAI admite que se realizó un examen fuera de convocatoria sin avisar a Estrada. Justifica la realización de esta prueba realizada fuera del período académico en el alto número de suspensos, pues en el examen final de mayo de 19 alumnos suspendieron 18 y en la recuperación oficial –según datos aportados por esta persona– aprobaron "4 o 5 de los 18". Para la prueba de junio, asegura, sí se habló con el profesor Estrada que asegura que insistió en mantener el nivel. "Los alumnos decían que el profesor se estaba tomando la justicia por su mano", señala. Como el número de aprobados siguió siendo bajo, se decidió hacer otro examen que fue el que no se comunicó a Estrada. 

"Hay una máxima en el mundo universitario que es que cuando más de un 70% de los alumnos suspende el problema no es de los alumnos, sino que suele ser del profesor. Esto pasa muy a menudo. Algo raro hay, pues en el resto de asignaturas los alumnos estaban aprobando así que se decide hacer una comisión de evaluación extraordinaria a mitad de julio por la que se encargó a otro profesor de la escuela la realización de otra prueba que la dirección decidió dar cómo válida", detalla. "Las notas suyas no coinciden con las finales porque nos estamos saltando que ha habido una comisión de evaluación extraordinaria", dice el vicerrector, quien resalta que el centro "lo que ha hecho es obrar en defensa de los alumnos".

Asimismo, el vicerrector justifica que se hiciera un examen extraoficial en el hecho de que "durante todo el año la dirección de la escuela recibe quejas del profesor [Iñaki Estrada] de lo exigente que es y de la manera que da clase". A pesar de estas quejas, el centro lo mantuvo en plantilla, ya que fue el propio Estrada el que declinó seguir trabajando en el centro el 30 de junio de 2014, según han confirmado ambas partes. Y desde TAI admiten que no se le avisó de que el grupo al que había impartido clase iba a ser examinado de nuevo porque él ya no formaba parte de la plantilla de la escuela. 

Álvaro Domínguez, que también ha dejado la escuela, es el segundo profesor implicado. Asegura que dos alumnos que habían suspendido en el examen de recuperación oficial aparecían como aprobados en su perfil de la intranet de la escuela. Sin embargo él no tiene una copia de las actas enviadas a la universidad porque el centro declinó facilitárselas. No obstante, se pregunta: "¿Cómo que estos alumnos están suspensos si las actas dicen lo contrario?" Sobre este hecho, el vicerrector de TAI señala que "no hay caso", pues, asegura, "los dos alumnos que él vio que las notas se habían cambiado están suspensos". No obstante, Domínguez, que defiende que su único objetivo es "defender el buen desempeño y la calidad de las enseñanzas públicas en general y de las musicales y artísticas en particular", ha puesto estos hechos en conocimiento de la Rey Juan Carlos. 

Nivel de la escuela 

Asimismo, ambos profesores denuncian deficiencias en el nivel de la Escuela TAI y aseguran tener la certeza de que "pocos alumnos de TAI pueden terminar con el nivel exigido en un grado universitario". "Los mejores conservatorios de España, donde imparten magisterio algunos de nuestros Premios Nacionales de Composición, admiten una medio de dos alumnos por año. El número de la Escuela TAI asciende a veinte más o menos. Es difícil pensar que el nivel sea el mismo", señala Iñaki Estrada. En la escuela privada las matrículas rondan los 7.500 euros por curso, mientras que en un conservatorio público, donde las tasas se han disparado en los últimos años, son como máximo de unos 2.000. No obstante, el único lugar en el que se puede cursar este Grado de Composición es en la Escuela TAI. 

Álvaro Domínguez, por su parte, destaca que "los niveles de conocimientos musicales generales que los alumnos mostraban a la hora de realizar trabajos o expresarse en clase difícilmente se equiparan a un 1º de Grado Medio más de seis niveles por debajo del que realmente cursaban. La prueba de nivel de acceso no exige siquiera los mínimos del nivel superior (...), no se exige ni de lejos el mismo nivel que una prueba de acceso a Grado Superior". 

A este respecto, desde TAI señalan que sus estudios oficiales están sometidos a "una serie de inspecciones todos los años" por parte de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) –dependiente del Ministerio de Educación– y que es este organismo el que certifica el nivel e interviene de oficio en el caso de que detecte algún tipo de irregularidad, algo que todavía no ha ocurrido. "El tema del nivel es algo muy subjetivo", aseguran. 

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Pero la última palabra sobre las supuestas irregularidades la tendrá la Universidad Rey Juan Carlos, institución a la que ambos docentes comunicarán por escrito y a través del registro los hechos que denuncian. Tras la oportuna investigación será este centro el que deberá decidir si la Escuela TAI está o no capacitada para impartir un grado de carácter oficial. 

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* Esta información ha sido actualizada a las 13.00 horas del martes 18 de noviembre para incluir que los profesores presentaron la documentación a la Universidad Rey Juan Carlos este lunes 17 de noviembre. 

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