Reforma fiscal

Pedro Sánchez propone imponer una tasa para las empresas que recurran a la ingeniería fiscal

Pedro Sánchez, durante su intervención en el desayuno organizado por Europa Press en el hotel Villa Magna de Madrid, este 9 de diciembre de 2014.

Uno de los errores que ha reconocido la actual dirección del PSOE (y la anterior) es que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero no se atrevió a aprobar una reforma fiscal progresiva. Ya en la Conferencia Política puso los pilares de una remodelación del sistema, en la que ha intentado profundizar el secretario general. Este martes Pedro Sánchez dio un paso más y anunció que su partido pedirá en el Congreso la implantación en España de una tasa Google para gravar los beneficios de las multinacionales

Fue en un desayuno informativo organizado por la agencia Europa Press en Madrid, rodeado de la cúpula del PSOE y varios barones territoriales. La ocasión en la que, además, aprovechó para proclamarse "respaldado" por los suyos, más que cuando fue elegido líder de los socialistas, el pasado julio, precisamente cuando trascienden algunas críticas a su gestión

Sánchez reivindicó su modelo de la "economía de la igualdad" que supone, entre otras cuestiones, situar la educación "en el centro", impulsando un plan Marshall que permita ubicar la inversión en el 7% del PIB, aumentar el gasto en investigación, desbancarizar la economía o luchar contra el fraude fiscal. "No toleraremos más recortes mientras convivimos con un fraude fiscal que ahora supera los 60.000 millones de euros al año. Resulta intolerable que haya grandes multinacionales que pagan menos que pequeñas y medianas empresas por el simple hecho de tributar en países con menos cargas fiscales. Al margen de las obvias consecuencias sobre las finanzas públicas, genera una competencia desleal y desigual. Es necesario combatir esas prácticas a nivel internacional, y el Gobierno de España debería encabezar los debates que se están produciendo en la OCDE y en la Unión Europea sobre armonización fiscal", enunció. 

El PSOE, no obstante, cree que se puede hacer "algo más" a nivel nacional. ¿Cómo? Recordó que Francia ya lo ha hecho, y que el Reino Unido acaba de anunciar "una tasa Google sobre los beneficios de las multinacionales que obtienen en su país y que luego desvían para tributar en otros países" con cargas impositivas menores, como Irlanda. El Grupo Socialista en el Congreso, adelantó, presentará una iniciativa parlamentaria para que el Ejecutivo de Mariano Rajoy establezca en España la tasa Google. "Un tributo diferente al Impuesto de Sociedades y al IRPF, con un tipo de gravamen entre el 25% y el 30% que grave todos aquellos beneficios no gravados por el Impuesto de Sociedades derivados de operaciones de ingeniería fiscal transfronteriza realizadas en abuso de derecho por motivos de evasión tributaria". 

Se le preguntó a Sánchez si creía que el Gobierno apoyaría su propuesta. El secretario general recordó que el Ejecutivo había dicho que iba a "liderar el debate a nivel europeo", por lo que no veía "motivo" para que no lo hiciese en España. "Ahora mismo hay grandes corporaciones que tienen un tipo efectivo de Sociedades muy inferior al de pymes. Por tanto, no sólo hay que abordar una reforma fiscal que eleve la tributación de las grandes empresas, sino también evitar que tributen mucho menos por estar domiciliadas en países de baja tributación, como Irlanda". No hizo cálculos de cuánto engordaría la recaudación, pero recordó que en el Reino Unido se prevé ingresar "más de mil millones de euros". También dependería del gravamen de la tasa Google. Los socialistas la quieren situar en el 30%.

El PSOE, anunció, también presentará una enmienda a la reforma de la Ley Concursal para ofrecer un sistema de "segunda oportunidad a las familias". El objetivo es establecer un plan de pagos para las familias con excesivas deudas. 

"Potenciar la visibilidad" de los barones

Durante el desayuno informativo, en el hotel Villa Magna de la capital, afloraron diversas cuestiones. Entre ellas, las que suelen suscitar más expectación entre los propios, las relativas al PSOE. En los últimos días, se han venido publicando críticas a su gestión, por su excesivo protagonismo y por centrarse más en las generales y en su candidatura, cuando el primer reto que afronta el partido son las elecciones municipales y autonómicas del 24 de mayo. Sánchez prefirió no entrar en ese terreno, ni tampoco quiso describir sus "errores" ("Se lo dejo a la prensa"). 

"Gané las primarias internas con un mandato: cambiar el PSOE para cambiar España. Y estamos cambiando el PSOE para cambiar España. Cambiar el PSOE exige, y sobre todo en primera persona, hablar de los asuntos que ocupan y preocupan a la militancia y al conjunto de los ciudadanos: paro, pobreza, desigualdad... No voy a hablar de cuestiones internas. Sí diré que me siento más respaldado aún que cuando fui elegido secretario general", respondió. 

Sánchez dijo tener una relación "muy buena" con la presidenta de la Junta, Susana Díaz, a la que descartó de la carrera sucesoria, porque la líder del PSOE andaluz lo ha dicho "por activa y por pasiva". Y, lanzándole un guiño a ella; al presidente asturiano, Javier Fernández, y al vicepresidente canario, José Miguel Pérez, recalcó que es "importante" que el partido presuma de su gestión allí donde gobierna. Caso, por ejemplo, de los libros de texto gratuitos en Andalucía o la construcción de un hospital público en el Principado o el pacto educativo en las islas. "Hay una cuestión política, de enfoque, ideológica. Para mí es fundamental la visibilidad y el discurso político de aquellos que gobiernan importantes instituciones. No tengo ningún problema [con ningún barón]. Al contrario, tenemos que potenciar y reivindicar la gestión de nuestros dirigentes". El secretario general remachó que sus dos objetivos, que subrayó también en su carrera por el liderazgo del PSOE, son "mejorar" los datos en las regionales y locales y ganar las generales. Y para eso estará del lado de los aspirantes: "Los candidatos de todos los municipios y comunidades autónomas van a sentir el apoyo y el respaldo de su secretario general, como no podía ser de otra manera". 

No a las grandes coaliciones

A la cita en la capital acudieron siete barones: los de La Rioja, César Luena (su secretario de Organización); Madrid, Tomás Gómez; Castilla y León, Luis Tudanca; Navarra, Roberto Jiménez; Aragón, Javier Lambán; Galicia, José Ramón Gómez Besteiro y el primer secretario del PSC, Miquel Iceta.

La candidatura de Gómez es cuestionada por miembros de la dirección federal –en la que él se sienta como vocal–, por las posibles derivadas de la operación Púnica, por el sobrecoste del tranvía de Parla, impulsado cuando él fue regidor, y por su desgaste, tal como adelantaba este martes El Mundo. Sánchez, sin embargo, le prestó respaldo expreso. Los aspirantes a las próximas elecciones de mayo, dijo, "han sido elegidos por quien corresponde". En este caso, por los militantes madrileños que avalaron a su líder. "Tomás cuenta con mi confianza y la de la ejecutiva federal". El secretario general sostuvo que no le "preocupa" que el caso de corrupción que se ha llevado por delante al que era alcalde de Parla (amigo desde la infancia de Gómez) pueda acabar con la imputación del jefe del PSM. "Tomás será quien lidere el cambio en Madrid", concluyó. 

El propio Gómez habló a la entrada del desayuno. "Tengo toda la confianza del partido. No solamente la confianza, sino además un mandato, un mandato de todos mis compañeros, y saben que los mandatos siempre los cumplo", manifestó. "Voy a intentar ser el presidente de la Comunidad de Madrid y no tengan ninguna duda de que nos vamos dejar la piel y de que si los madrileños nos dan la confianza lo vamos a hacer muy bien en este gobierno, que falta hace".

Tomás Gómez y el dirigente del PSM Eusebio González Jabonero, este 9 de diciembre en el desayuno informativo de Pedro Sánchez en el hotel Villa Magna de Madrid | EFE

Sánchez volvió a referirse a la idea de la gran coalición, negada por él mismo en múltiples ocasiones. "No sé cómo decirlo ya", comentó. Insistió en que más valen los hechos que las palabras, y él ya ordenó a los eurodiputados socialistas que votaran en contra de la investidura de Jean-Claude Juncker porque las alianzas entre la derecha y la izquierda no son "positivas ni en Bruselas ni en Madrid". "No habrá gran coalición porque no es bueno ni para el sistema democrático ni para los españoles, porque la alternativa al PP es el PSOE", enfatizó. El secretario general, no obstante, reivindicó la política del "acuerdo" que debe guiar al PSOE para "construir una mayoría social en positivo y hacer frente a desafíos importantes", como la reforma de la Constitución, el pacto por la energía o la reestructuración del sistema educativa, cambios que exigirían el concurso del PP y de otras fuerzas políticas. ¿Hay contactos discretos entre las cúpulas de los dos partidos? "Deben ser tan discretos que el secretario general ni se entera", ironizó. 

Podemos, que sea "consistente" con sus propuestas

Sobre Podemos, Sánchez reiteró las mismas ideas expresadas en las últimas semanas: le aplaude que haya sabido "movilizar mucho voto de la abstención" y le recrimina que haya dado "giro de 360 grados ideológico", que no sepa "si es de izquierdas, de derechas o de centro". El líder socialista pidió al partido socialista que sea "consistente" con su programa, una cuestión clave para eventuales pactos postelectorales. "Lo más importante no es con quién [pactamos], sino para qué. Por eso Podemos debe ser consistente en sus propuestas, porque de lo contrario no sabremos con quién estamos hablando". Sánchez presumió de que el PSOE es "el único partido capaz de llegar a acuerdos" con otras fuerzas y reivindicó que es la fuerza política que ahora sube, frente a un PP "en caída libre" y un Podemos que, según la última encuesta de Metroscopia, pierde fuelle

También le dio la "bienvenida" a Iglesias al debate de los partidos, y le invitó a hacer lo mismo que el resto: "Dar menos lecciones y dar más explicaciones sobre sus propuestas y sobre algunas dudas del pasado reciente de sus dirigentes", en clara referencia a su número dos, Íñigo Errejón, cuestionado por el cumplimiento del contrato que firmó con la Universidad de Málaga (UMA) en marzo de este año.

Rajoy "no tiene un plan para Cataluña"

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El secretario general aludió asimismo a la continuidad del juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz. Subrayó que el Gobierno deberá "dar explicaciones" si el magistrado no logra acabar la instrucción del caso Gürtel y de los papeles de Luis Bárcenas, porque le "consta" que está habiendo "presiones" al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para que no pueda proseguir su investigación. Sánchez espera que este martes la Comisión Permanente del órgano de gobierno de los jueces decida "en libertad" y "con autonomía" y permita a Ruz continuar con la instrucción. Con el PP, insistió, no puede haber ningún pacto anticorrupción. Menos con sucesos como este. "Ya vemos cuál es la voluntad de luchar contra la corrupción del Gobierno y del PP. En vez de asumir responsabilidades, tratan de quitarse de en medio al juez que instruye el caso Gürtel, es decir, el caso de financiación irregular del PP", denunció.

Cataluña también ocupó parte de la intervención inicial y del coloquio posterior. En línea con lo que aseguró a los periodistas el pasado sábado, en la celebración del 36 aniversario de la Constitución, Sánchez afirmó que ve "con alarma" cómo Rajoy "no tiene un plan para Cataluña". Nada que no sea el "inmovilismo". El presidente, recalcó, ha hecho del "bloqueo político" su proyecto de final de legislatura. La reparación del abismo sólo podrá venir de la mano de un cambio de Gobierno, que pase a manos del PSOE, que espera ocurra en el próximo otoño. 

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