El futuro de la izquierda

IU respalda la confluencia que defiende su candidato en Madrid si la avalan las bases

Espaldarazo de Izquierda Unida federal al candidato a la Alcaldía de Madrid, Mauricio Valiente. O, más en concreto, a su apuesta total por la confluencia con Ganemos y Podemos, bajo la fórmula jurídica del partido instrumental. Pero ese respaldo expreso no significa, paradójicamente, que vaya a ser sí o sí el cabeza de lista al Ayuntamiento. Porque la guerra en IU-CM está abierta aún por los cuatro costados, y el final no está escrito. 

El Consejo Político Federal estaba convocado este sábado para ratificar a Alberto Garzón como el cartel electoral para la Moncloa pero, sobre todo, para debatir sobre la política de convergencia. Para quitar las líneas rojas que IU misma se había fijado hace meses. El máximo órgano de dirección tenía, por tanto, que ratificar la resolución que se perfiló la semana pasada en un órgano interno, y en la que se abría la mano a poder converger no sólo bajo el mecanismo de la coalición electoral, sino también con la vía del partido instrumental, opción escogida (y refrendada) por Ganemos y Podemos en la capital. Aunque la validación definitiva de la fórmula legal tendría que ser sometida a referéndum entre la militancia. La moción salió ratificada por 106 votos a favor (73,10%), 38 en contra y 1 abstención. La rechazó la cúpula madrileña y también Izquierda Abierta, el partido de Gaspar Llamazares y Montse Muñoz, del mismo modo que ambos sectores decidieron no votar la víspera la expulsión de los portavoces en la Asamblea y el Ayuntamiento, Gregorio Gordo y Ángel Pérez. 

IU lleva enredada con el asunto del mecanismo jurídico desde hace meses, un embrollo en el que también se metió Podemos. Hasta ahora, se planteaba como línea roja el converger a través de una coalición electoral, la solución convencional, que permite a cada uno de los socios mantener sus siglas. La formación de Pablo Iglesias, mientras, quería la agrupación de electores, un formato que exige la recogida de firmas y que sólo existe para un proceso electoral concreto y se disuelve al finalizar. Pero en Madrid, como en otros puntos del Estado, la plataforma municipalista cerró con Podemos la creación de un partido instrumental, una solución a medio camino entre la coalición y la agrupación de electores. Es una entidad más estable, pero en la que no aparecerán las siglas de ninguna formación que lo integre

Pontevedra, Ourense, Santiago, Madrid

La federación, en su texto [consúltalo aquí en PDF], considera que esos espacios de confluencia, los Ganemos, son la "referencia electoral de IU para las próximas elecciones". El caso paradigmático es el de Guanyem Barcelona (ahora denominado Barcelona en Comú), donde se ha trenzado la alianza con ICV-EUiA, Podemos y Procés Constituent. En Galicia, ha cuajado la confluencia entre IU, Podemos y Anova en las llamadas Mareas Atlánticas.  

En ese paso al frente, IU "sigue considerando que la coalición electoral es el marco que mejor permite la concreción de la convergencia electoral, pero al mismo tiempo reconoce la existencia de realidades diferentes en la construcción de la convergencia, como las que se están produciendo en las ciudades de Pontevedra, Ourense, Santiago y otras de Galicia, así como en la ciudad de Madrid". En las ciudades gallegas se plantea, como en Madrid, la fórmula del partido instrumental. Pero, como allí sí hay diputaciones, se constituirá a su vez una coalición instrumental que será a la que se computen todos los votos recibidos por las alianzas locales. El caso de Ganemos Zaragoza es peculiar: sus integrantes (los que no tengan carnés de militantes) se constituyen en partido instrumental, que a su vez se coaligará con seis fuerzas: IU, Equo, Puyalón, Piratas de Aragón, Demos+ y #Somos. Podemos no se embarcará en la coalición, pero sí se ha adherido al proceso y la apoya plenamente, y sus cuadros se presentan a las primarias.

Por ello, dice la resolución, IU "participará en todos aquellos procesos de confluencia electoral para las próximas elecciones que supongan una alternativa real al bipartidismo y la emancipación real de la ciudadanía, y que sean aceptados, mediante referéndum entre la militancia de los espacios implicados". 

Es decir, vía libre a que se trabaje con distintos formatos jurídicos y validación posterior por las bases. La resolución, asimismo, mandata a sus direcciones y a sus militantes a "implicarse" en la "construcción y desarrollo" de los espacios de confluencia, en base a ciertos principios: que cuenten con un código ético; que tengan cimientos municipalistas y sean conscientes de su papel en el territorio; que prioricen las medidas "a favor de la clase social trabajadora"; que sean algo más que una "estrategia electoral" –que perduren en el tiempo–; que se respete la autonomía de las fuerzas que lo componen; que sean "germen, apoyo y sostén de la movilización social"; que partan de "una reflexión programática profunda y en constante diálogo" con los ciudadanos; que permita "seguir construyendo espacios de unidad popular" allí donde no se hayan dado aún. 

La moción también insiste en que IU cree en una convergencia en el ámbito municipal... y autonómico, que rechaza Podemos. "Creemos necesario intentar, desde el respeto a los procesos locales, la configuración de un espacio autonómico de confluencia que, además de dar fuerza a la convergencia a nivel autonómico, posibilite la conexión de cuantas iniciativas locales así lo decidan". 

El debate durante el Consejo, que se prolongó durante más de siete horas, fue bastante bronco, según distintos asistentes. Varios dirigentes madrileños intervinieron en una misma dirección: protesta por la resolución y por lo que algunos denominan el "acoso" de IU federal hacia el aparato regional. Así se pronunciaron, entre otros, Lidia Fernández, Julián Sánchez Urrea, Teresa Fernández, Jeannette Carmel, Carlos Paíno o Mamen Domínguez. También vertieron críticas por la expulsión de Gordo y Pérez, una decisión para la que, a su juicio, no tiene competencias Olimpo, la sede federal. 

La conclusión común de este sector mayoritario en IU-CM es que la moción de este sábado es, como verbalizaba una dirigente, "una auténtica aberración", pues parece diseñada ad hoc para Madrid, "que ha cumplido hasta ahora todas las resoluciones federales". "Es aberrante, una cacicada", manifestaba esta fuente. La dirección colegiada, sin embargo, sí podría dar luz verde al referéndum a la militancia. "Otra cosa es que Mauricio no reconozca el resultado", deslizaban, dando por probable que las bases se inclinarán del lado de la cúpula.

Garzón: no pasa nada si no hay logo

El movimiento contrario vino tanto del sector crítico de IU-CM –el que abandera Álvaro Aguilera, líder del Partido Comunista de Madrid (PCM) y fiel aliado de Mauricio Valiente– como de otras federaciones, que defendieron que el objetivo prioritario ha de ser la convergencia, y lo que menos importan son las siglas, porque el momento es histórico. El propio Alberto Garzón, candidato a la Moncloa y secretario de Proceso Constituyente y Convergencia, lo dijo a la entrada del Consejo: "Nuestro propósito es transformar la vida de las personas y parar el ataque neoliberal que están haciendo el PP y el PSOE. Y si para ese propósito en algunos territorios se considera por la militancia que la mejor opción es una candidatura de unidad popular en la que no aparezca el logo, para nosotros no es un problema porque se garantizará en todos los casos la autonomía y la independencia de Izquierda Unida". 

En el círculo de Aguilera advierten de que no aceptarán un referéndum que ponga en marcha IU-CM, de cuya dirección desconfían y a la que no reconocen. Lo quieren "tutelado desde el federal". 

En el ánimo de muchas federaciones pesa el hartazgo por la larga batalla en Madrid y lo que se entiende como un incumplimiento de las resoluciones federales, sobre todo en lo relativo a Gordo y Pérez. Nadie es capaz de predecir con certeza qué puede pasar a partir de ahora, pero varios dirigentes consultados creen que IU-CM acabará echando a Valiente si este persevera, como ha dicho, en su alianza con Ganemos y Podemos, y en ese caso la dirección federal podría acabar arropándolo, frente al criterio de IU-CM. Esta, a su vez, quiere presentarse con sus siglas a los comicios, y puede hacerlo, ya que goza de personalidad jurídica y CIF propios. Se trataría, por la vía de los hechos, de una desfederación de IU-CM. Una situación insólita ante una crisis ya muy prolongada. Desde la federación madrileña ven las cosas desde otro prisma: si gana el referéndum y se rechaza el partido instrumental y Valiente quiere, pese a todo, ir con Ganemos y Podemos, "será él el que se vaya". 

Celebrada fue la posición defendida en la tribuna por José Luis Centella, coordinador de la Presidencia. Vino a recordar que no hay que aferrarse a las siglas si el bien que se persigue es mucho mayor, y que eso hizo el PCE –del que él es secretario general– al renunciar a presentarse a los comicios con su marca para derivar la competencia electoral en IU. 

En caso de que hubiera dos IU el 24 de mayo (la IU-CM de la cúpula dirigente y la que pueda caminar hacia Ganemos y Podemos en el ámbito municipal y hacia el proyecto de Tania Sánchez en el espacio autonómico), ¿qué ocurriría? Es un escenario nada descartable y con el que algunos cuadros, de hecho, ya cuentan. La pregunta es qué hará Cayo Lara, con quién se quedará. Con quién hará campaña. 

Junto a la resolución de convergencia, se votó el informe político del coordinador federal. Recibió 73 votos a favor (96,05%), uno en contra y 2 abstenciones. 

Más sobre este tema
stats