Sanidad

El 49,3% de los pacientes madrileños rechaza ser operado en la privada

El consejero de Sanidad, Javier Maldonado, junto al presidente Ignacio González.

El 49,3% de los pacientes madrileños que a finales de 2014 estaban a la espera de ser intervenidos quirúrgicamente declinaron ser operados en un hospital que no es el que tienen asignado y que, en la mayoría de los casos, es un centro privado con el que la Administración tiene un concierto. En diciembre de 2013 esta cifra estaba situada en el 49,8%. En números absolutos fueron 38.329 las personas que, a finales del año pasado, se resistían a cambiar de hospital a pesar de que esa opción supone que el tiempo de espera sea, de media, hasta ocho veces superior al que soportan los pacientes que se conforman con lo que Sanidad les asigna.

El Hospital Fuenlabrada traslada a sus pacientes de la UCI tras detectar dos casos de afectados por Aspergillus

El Hospital Fuenlabrada traslada a sus pacientes de la UCI tras detectar dos casos de afectados por Aspergillus

Por otra parte, las últimas cifras facilitadas muestran un repunte del número total de personas a la espera de una intervención. Eran 77.689, un 6,9% más que en 2013. Se trata de la cifra más alta de los últimos diez años. Si se compara con 2011, el número de pacientes que están a la espera de una intervención aumentó un 50,5% entre junio de ese año y diciembre de 2014 al pasar de 51.603 a 77.689.

Madrid tiene una organización peculiar de la demora quirúrgica a través de tres listas diferentes. A las personas que rechazan ser derivadas y prefieren mantenerse en espera para ser intervenidos en el hospital de su elección no se las incluye en la lista que Sanidad llama "estructural", donde, según los datos públicos, aguardan 12,6 días de media. Esta lista, que es la oficial, incluía a 18.998 personas en diciembre del pasado año. Cuando el paciente prefiere que lo opere su médico, en su hospital público de referencia, la espera se catapulta hasta los 117,9 días de media (14,3 más que en 2013). Sin embargo, todavía hay otra lista. Es la que incluye a los pacientes "transitoriamente no programables", es decir, los que todavía se están sometiendo a pruebas previas a la intervención y tienen que pasar por el anestesista. Este proceso suele durar un mes y hasta que no acaba los pacientes no pasan a la llamada "estructural".

Este último es, además de las derivaciones a privados, el otro truco que usa Madrid para cumplir con el compromiso de la expresidenta Esperanza Aguirre. En la campaña electoral previa a las autonómicas de 2003 prometió que dimitiría si algún madrileño esperaba más de 30 días para ser intervenido. La lista de los pacientes "transitoriamente no programables" permite a Madrid retrasar alrededor de un mes la entrada en la lista "estructural", que es la que mantiene el compromiso de la expresidenta. Pero para los pacientes que rechazan la primera opción –que suele ser la derivación a una clínica privada– no hay compromiso alguno.

Más sobre este tema
stats