Iglesia católica

Los obispos piden ahora perdón por no haberse preocupado de los efectos de la crisis económica

El portavoz de la Conferencia Episcopal, José María Gil Tamayo, durante la presentación del documento 'Iglesia, servidora de los pobres'.

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Los obispos presentaron este lunes un documento titulado Iglesia, servidora de los pobres en el que muestran su preocupación por las consecuencias de la crisis, proponen una regeneración moral y piden "perdón" por los momentos en que no han sabido responder a las necesidades de los más vulnerables.

"Pedimos perdón por los momentos en que no hemos sabido responder con prontitud a los clamores de los más frágiles y necesitados", indican los obispos en esta instrucción pastoral que han elaborado durante la CV Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal, ante el "sufrimiento" que aflige a muchos españoles desde que estalló la crisis.

Entre las situaciones que les preocupan, los prelados destacan el paro que afecta a jóvenes y mayores de 50 años; los niños que viven en la pobreza; la situación de los ancianos olvidados por sus familias; y el "escandaloso" número de abortos unido a una "carencia de una política de decidido apoyo a las familias".

También les duele "sobremanera" la violencia doméstica "que tiene a las mujeres como sus principales víctimas" y reclaman "medidas de prevención y protección legal" así como que se fomente "una mejor educación que lleve a reconocer y respetar la igual dignidad de la mujer".

Asimismo, dedican un apartado al "grave pecado" de la corrupción y aunque apuntan que "es de justicia reconocer que la mayoría de los políticos ejerce con dedicación y honradez" consideran "urgente tomar medidas para poner fin" a esta conducta. Por ello, sugieren una "verdadera regeneración moral".

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Para los obispos, es necesaria una "economía de rostro humano", basada "en la ética y el bien común" y no exclusivamente en "la lógica del crecimiento o en la convicción de que más es igual a mejor". De esta forma, piden que la lucha contra la pobreza no se sacrifique en aras del crecimiento económico.

Concretamente, reclaman a los políticos que velen para que los ciudadanos tengan satisfechos sus derechos a un trabajo digno, a una vivienda adecuada, al cuidado de la salud y a una educación en igualdad y libertad.

En todo caso, precisan que el documento 'Iglesia, servidora de los pobres', que se publica en un año electoral, es un texto "eclesial", no "partidista", y trata de "iluminar" a los cristianos. Sobre el voto, Gil Tamayo ha indicado que invitan a los fieles a ejercer su derecho a voto "en coherencia con los principios de su fe".

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