Suiza desmiente al grupo de Bárcenas y recalca que la funcionaria que envió datos a España no fue despedida

Las autoridades suizas han desmentido categóricamente una de las acusaciones centrales con que el grupo de imputados vinculado a Luis Bárcenas busca la nulidad de lo investigado en el caso Gürtel: que los documentos remitidos por la Confederación Helvética y que destaparon, entre otras cosas, que Bárcenas había llegado a tener 48 millones en sus cuentas de ese país llegaron a la Audiencia Nacional de forma irregular porque, “contraviniendo claramente la legalidad vigente en aquel país”, quien accedió a remitirlos fue una funcionaria que acabó “despedida”.

Pues bien, ni esa funcionaria fue despedida ni envió por su cuenta los papeles que destaparon las cuentas del extesorero del PP y los manejos de, entre otros, su predecesor Ángel Sanchís y su presunto testaferro, Iván Yáñez. La empleada pública, Rania Tawil, que ahora trabaja para “un renombrado bufete” suizo, actuó en el marco de sus funciones en la Oficina Federal de Justicia.

Fuentes oficiales de la Oficina Federal de Justicia y Policía de Suiza han confirmado por escrito a infoLibre que la funcionaria, Rania Tawil, jamás fue despedida. El abogado de Iván Yáñez mantenía lo contrario en el escrito con que el 29 de abril se opuso a la emisión de una nueva comisión rogatoria a Suiza.

Los letrados de Yáñez expusieron la cuestión de manera taxativa y en los siguientes términos: “La utilización de la documentación remitida por las autoridades de Suiza para investigar delitos fiscales estuvo expresamente prohibida desde el principio. De hecho, solo estuvo “vigente” la autorización en el periodo comprendido entre los días 14 de abril de 2014 y 6 de junio de 2014, habiéndose accedido, contraviniendo claramente la legalidad vigente de aquel país, por una funcionaria de la Oficina Federal de Justicia, Rania Tawil (que después fue despedida y actualmente se encuentra trabajando en la empresa privada), que no por el fiscal ni mucho menos [por] un tribunal suizo”.

Pero la versión oficial de Suiza tumba la reflejada en el escrito de la defensa de Yáñez, firmado por sus abogados José Lozano y Alfonso Rubiales. “Recalco –sostiene la Oficina Federal de Justicia de Suiza en un correo electrónico de respuesta a las preguntas de este diario- que no es para nada cierto que la señora Rania Tawil haya sido despedida”. “Simplemente –continúa el email- ha buscado una nueva opción profesional en un reputado bufete de abogados”.

Tawil, finaliza el texto, “envió los documentos a las autoridades españolas en el marco del ejercicio de su función de jurista en la Oficina Federal de Justicia”.

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El correo electrónico cursado por infoLibre para contrastar las acusaciones vertidas por la defensa de Yáñez iba dirigido a la propia Rania Tawil, que remitió a la Oficina Federal de Justicia las preguntas de este diario.

El cuestionario no inquiría, por tanto, a Tawil sobre la segunda acusación de los abogados del presunto testaferro, acusación que no afecta a la antigua funcionaria: que las “autoridades españolas” –en referencia al juez Pablo Ruz y a las fiscales del caso- se habían reunido en marzo con el fiscal suizo Sergio Mastroianni “a espaldas” de las defensas. Dada la secuencia de los hechos, este diario no tiene aún respuesta de Suiza sobre ese punto. Pero fuentes jurídicas españolas ya han subrayado que las reuniones entre fiscales que cooperan en un mismo caso ni infringen ninguna norma ni constituyen ninguna excepción.

Que la defensa de Iván Yáñez, con la que infoLibre no pudo contactar este lunes, haya introducido en su recurso una acusación como la del falso despido de Rania Tawil -quien llegó a estar adscrita a la unidad encargada de garantizar la cooperación de Suiza con EEUU, uno de los países más severos con el blanqueo de capitales- augura que la batalla por la nulidad del caso será más que dura en la recta final hacia el primer juicio del caso Gürtel que debe celebrarse en Madrid, el de la llamada Primera Época (1999-2005).