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Tratado de Libre Comercio

PP, liberales y socialistas europeos se ponen de acuerdo sobre el tribunal de arbitraje del TTIP

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Bruselas da pasos para modificar el polémico tribunal de arbitraje (conocido por ISDS, sus siglas en inglés) contemplado en las negociaciones del Acuerdo Transatlántico de Comercio e Inversión (TTIP) que están llevando a cabo la UE y EEUU. Este jueves, la Comisión de Comercio Internacional del Parlamento Europeo aprobó –con los votos a favor del Partido Popular Europeo, los socialdemócratas y el grupo liberal– un informe que, si bien no rechaza de forma taxativa el ISDS, plantea una serie de reformas a la propuesta inicial de la Comisión Europea.

Desde que comenzaron las negociaciones del TTIP entre la UE y EEUU, en julio de 2013, el ISDS ha sido uno de los puntos más polémicos. Básicamente, este mecanismo se configura como un tribunal privado en el que las compañías que estimen que un cambio legislativo realizado por alguno de los firmantes les perjudica a la hora de obtener beneficios y va contra las directrices del tratado puedan reclamar la cantidad que, a su juicio, habrían dejado de ganar. El concepto no es desconocido, ya que tribunales similares existen en otros tratados comerciales, como el que permitió que la tabacalera Phillip Morris exigiese 25 millones de dólares a Uruguay por varios cambios legislativos que buscaban la reducción del consumo de tabaco en el país.

La polémica creada al conocerse la posible inclusión de este mecanismo en el texto final del TTIP provocó que la comisaria de Comercio de la UE, Cecilia Malmström, se viera obligada a comparecer el pasado día 7 de mayo para anunciar algunos cambios en la propuesta europea para incluir el ISDS dentro del tratado con EEUU. Entre estas modificaciones se cuentan la sustitución del tribunal privado planteado en principio por una corte permanente a la que los Estados puedan recurrir en las materias que afecten al TTIP, y también incluye cambios menores como un "código de conducta" para los árbitros.

Algunas de estas propuestas han sido tomadas en consideración por los parlamentarios en el informe aprobado este jueves por la Comisión de Comercio internacional del Parlamento Europeo, un documento no vinculante que incluye las opiniones de otras 13 comisiones parlamentarias de la Eurocámara, algunas de las cuales se han mostrado tajantemente en contra del ISDS. Esta inclusión, no obstante, supone un paso atrás con respecto al borrador que redactó hace unos meses Bernd Lange, presidente de esta comisión, que sostuvo un mecanismo como el ISDS "no es necesario en el TTIP dados los desarrollados sistemas legales de la UE y EEUU".

Un tribunal de arbitraje formado por "jueces profesionales"

La enmienda incluida finalmente en este informe en relación con el ISDS está basada en otra que en un principio habían presentado los socialdemócratas en solitario, si bien algunos detalles de la misma se han caído tras la negociación con el resto de fuerzas. El documento final plantea la necesidad de "proponer una solución permanente para resolver disputas entre inversores y Estados que esté sujeta los principios democráticos y el escrutinio", un tribunal que además debería estar gestionado por "jueces profesionales e independientes" y debe incluir "un mecanismo de apelación".

La propuesta supone un cambio sustancial con respecto al planteamiento inicial de la Comisión Europea, que contemplaba que los arbitros fueran elegidos por las partes en cada caso y además no impedía que estos mismos árbitros ejercieran como abogados de una parte en otro litigio. Sin embargo, la enmienda que finalmente ha engrosado el informe de la Comisión de Comercio Internacional tras ser votada por socialistas, populares y liberales no incluye la llamada expresa a establecer un mecanismo que no implique "el uso del arbitraje privado del ISDS", un reclamo que sí aparecía en la enmienda inicial de los socialdemócratas.

En un comunicado, Equo –cuyo futuro eurodiputado, Florent Marcellesi, formará parte del Grupo Verde cuando sustituya en 2016 al parlamentario Jordi Sebastià, de Compromís– denunció que el informe aprobado por la Comisión de comercio internacional supone "un frente común a favor de que se cree el ISDS". Una postura similar mostró la semana pasada Lola Sánchez, eurodiputada de Podemos, que en conversación con infoLibre sostuvo que las propuestas de Malmström –que para socialistas, populares y liberales deben ser la "base" para las negociaciones sobre la protección de las inversiones– "no cambian la filosofía del ISDS en absoluto".

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El propio Marcellesi también hace hincapié en que la enmienda final también cede en otro aspecto: los socialdemócratas, en origen, planteaban la creación "a medio plazo" de una Corte Internacional de las Inversiones –una suerte de tribunal internacional fijo– como la solución "más apropiada" para las disputas entre Estados y multinacionales; el texto que se aprobó finalmente, por contra, sólo sostiene que esta corte "podría ser" la instancia donde deberían solventarse estas diferencias.

La eurodiputada socialista Inma Rodríguez-Piñero, sin embargo, sostiene que los cambios realizados en la enmienda final con respecto a la propuesta inicial de los socialdemócratas son menores, y sostiene que "nunca en un proceso de negociación se consigue el 100% de lo que a uno le gustaría". En este sentido, la parlamentaria hace hincapié en que el informe aprobado por la comisión incluye finalmente la reclamación de que en el TTIP se incluya como objetivo la ratificación, aplicación y ejecución de las ocho convenciones fundamentales de la OIT por parte de EEUU, y también insiste en que pide que se excluyan del ámbito de aplicación del tratado servicios públicos básicos como el agua, la sanidad, los servicios sociales o la educación.

El informe aprobado este jueves cierra así la ronda de votaciones que desde febrero han llevado a cabo 14 comisiones parlamentarias de la Eurocámara para expresar su opinión sobre el transcurso de las negociaciones con EEUU. Este documento, que aúna todos los pareceres del resto de comisiones, será votado el próximo día 10 de junio en el pleno del Parlamento Europeo, si bien su contenido y sus propuestas y peticiones no tendrán carácter vinculante, ya que la Eurocámara no participa oficialmente en las conversaciones sobre el TTIP.

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