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Pactos postelectorales

Sánchez e Iglesias también derivan la negociación de los pactos a los barones territoriales

Pedro Sánchez, en rueda de prensa en Ferraz este 3 de junio de 2015.

Juanma Romero | Daniel Ríos

Reunión de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Dinámica semejante al resto de encuentros bilaterales que se suceden estos días. Total secretismo, no hay foto, sin apenas detalles. Y acuerdo para que los pactos se cierren en el ámbito territorial. Lo mismo que pasó en las entrevistas entre Pedro Sánchez y Albert Rivera y entre Albert Rivera y Mariano Rajoy. Rajoy y Sánchez, por su parte, no hablaron de pactos porque, como insistieron fuentes socialistas, no tenían nada que pactar.

Fue a las 00.15 de este jueves cuando fuentes oficiales de Ferraz informaron del resultado de la cena entre los secretarios generales del PSOE y de Podemos. Poco después lo hizo Podemos a través de una nota, y la versión fue coincidente. La reunión duró una hora y media.

Sánchez e Iglesias abordaron la política europea y la española, "en la cual hubo puntos de vista diferentes". Conversaron también de limpieza democrática, momento en el que el líder socialista le trasladó su "voluntad de llevar a cabo una regeneración política en profundidad" en España. Hablaron asimismo de políticas sociales, como el "combate contra la desigualdad y la pobreza". Acordaron que la negociación de los pactos postelectorales, necesarios a la vista de los resultados del 24-M, sería capitaneada "por los líderes territoriales". Coincidieron en que "el protagonismo y la dirección corresponde a los dirigentes regionales", dijo Podemos. "El proceso depende de ellos, no de nosotros, aunque estaremos ahí para facilitarlo", señaló Iglesias en el comunicado.

Canal de comunicación "normalizado"

Por esa razón, explicaba la nota de Podemos, tras el primer encuentro se prevé concertar una segunda reunión "que sí será pública, pero que no tendrá lugar hasta después de que se cierren los procesos regionales".

Este era el primer cara a cara entre los jefes del PSOE y Podemos. De ahí que ambos se mostraran a su término "satisfechos por entablar un canal de comunicación normalizado entre las dos formaciones políticas". La entrevista transcurrió, de hecho, "en un clima de cordialidad". "Seguiremos en contacto", añadió Iglesias.

Podemos, en su comunicado, añadió una nota de color para adornar ese ambiente "lúdico" de la charla o "reunión informal": la conversación sobre una afición compartida, el baloncesto. Los dos intercambiaron sus impresiones "sobre las finales de la NBA que se celebrarán en los próximos días, así como sus recuerdos de los partidos de la NBA y del Estudiantes [en cuya cantera jugó Sánchez] en los años 80".

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Como se esperaba, no hubo acuerdos concretos. Pero los dos líderes sí han dejado claras algunas líneas rojas. El PSOE, que quiere pactos "coherentes y estables", y que se ajusten a la "reforma", y no a la "ruptura"que se ajusten a la "reforma", y no a la "ruptura", porque es lo que la dirección interpreta que dijeron los ciudadanos el 24-M. A su vez, Podemos exige al PSOE un "giro de 180 grados" y tolerancia cero con la corrupción. Ninguno quiere que su partido entre en Gobiernos presididos por el contrario.

Las conversaciones entre PSOE y Podemos en los territorios ya se están dando. Se han producido en Extremadura, Aragón, Baleares, Castilla-La Mancha o Valencia. Y también en Madrid, donde la investidura del candidato aupado por Sánchez, Ángel Gabilondo, depende de Ciudadanos, que por ahora no ha deshojado la margarita. C's rechaza el pasado de corrupción que arrastra el PP, del que Cristina Cifuentes se intenta desligar, y al mismo tiempo no le gustaría pactar con el PSOE porque este ha de trenzar también su alianza con Podemos. En Asturias, el presidente del Principado, Javier Fernández, aún tiene que verse con su el líder regional de la formación morada, Emilio León.

En Andalucía, en cambio, los puentes del PSOE de Susana Díaz con Podemos y Ciudadanos están bastante rotos. Más de 70 días después de los comicios autonómicos que la presidenta convocó para conferirle "estabilidad" a su Gobierno, sigue sin atisbarse la investidura. Los socialistas miran ahora hacia el PP, que no está dispuesto a facilitar la elección sin antes asegurarse alcaldías de ciudades en las que quedó como fuerza más votada pero que podría perder si cuaja un pacto de la izquierda. Es el caso de Sevilla, Córdoba o Cádiz. En esta última, el PSOE sigue sin ver clara una posible investidura del candidato impulsado por Podemos. José María González Santos, Kichi, lo que serviría en bandeja el Gobierno al PP. Este miércoles ya advirtió de que la situación de bloqueo sólo conduce a nuevas elecciones en septiembre.

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