Susana Díaz amenaza con convocar nuevas elecciones

Un ultimátum en toda regla. O se desatasca definitivamente la investidura o Andalucía irá a nuevas elecciones. Ese es el mensaje que traslada la Junta justo antes de la que será la “última” ronda de contactos, advierte, con los cuatro partidos de la oposición.

Fuentes del Gobierno andaluz adelantaron a infoLibre este viernes que el lunes y el martes próximo Susana Díaz se reunirá en el palacio de San Telmo de Sevilla, sede de la Presidencia de la Junta, con los líderes de PP, Juanma Moreno; Podemos, Teresa Rodríguez; Ciudadanos, Juan Marín, e IU, Antonio Maíllo. Cerrará la ronda Juan Cornejo, secretario de Organización del PSOE andaluz. Con este gesto, la presidenta en funciones asume en primera persona las negociaciones, para intentar lograr la investidura, embarrancada desde el pasado 5 de mayo, cuando se produjo la primera votación en el Parlamento autonómico, con igual resultado que en las dos siguientes: 62 votos en contra (los de los cuatro grupos) y 47 a favor (los del PSOE).

Díaz fue también quien dirigió los contactos justo después de las elecciones del 22 de marzo, en las que ella ganó con claridad pero se quedó a ocho escaños de la mayoría absoluta. Después, las negociaciones las condujeron los segundos escalones de los partidos. La presidenta delegó en Cornejo y en el portavoz parlamentario, Mario Jiménez. Pero no hubo forma de convencer a ningún grupo para conseguir, al menos, las 16 abstenciones que le hacen falta para ser reelegida como jefa del Ejecutivo. Ahora Díaz vuelve a asumir las riendas para intentar que la balanza se incline a su favor. Otros partidos, y singularmente el PP, le habían pedido que fuera ella misma quien saliese a negociar.

La situación “no aguanta más”

La citación con todos los grupos para las reuniones del lunes y el martes ya se han hecho. Los socialistas han podido hablar con todos los líderes, a excepción de Teresa Rodríguez, que estaba de viaje. La convocatoria, no obstante, "sí ha llegado a Podemos", precisaron fuentes de la Junta.

La ronda de la próxima semana será la “última”, según recalcaron desde el Gobierno andaluz a este periódico. El análisis es que la situación “no aguanta más”, que no se puede sostener lo que el Gobierno en funciones tacha de “bloqueo” y que dura casi 80 días, los que han transcurrido desde los comicios del 22 de marzo. La Junta advierte así de que si esta vez no sale la investidura, no habrá más oportunidades. Ese es el ultimátum. No se convocaría probablemente ningún pleno más y se esperaría hasta el 5 de julio. Según el Estatuto andaluz, el Parlamento ha de disolverse si pasados dos meses de la primera votación (que fue el 5 de mayo) no sale elegido el jefe del Ejecutivo. Dado que la ley autonómica prohíbe celebrar los comicios en agosto, las nuevas elecciones se pasarían a septiembre.

El PSOE juega esta baza convencido de que a ningún grupo de la oposición le interesa ir a unos segundos comicios. Sobre todo al PP, aunque este sólo se ha mostrado predispuesto a facilitar la investidura si se respeta la lista más votada en los ayuntamientos. Díaz se ha negado, con el argumento de que no hará “cambalaches”, porque la Junta no puede ser “moneda de cambio” de nada. Los conservadores quieren conservar las alcaldías de Sevilla, Córdoba o Cádiz, que ahora podrían ir a parar a manos de la izquierda. Los socialistas creen que saldrían reforzados, pues podrían mostrar que son los demás quienes se han opuesto a la elección de Díaz, pese a que ganó el 22-M y no hay una mayoría alternativa.

Punto de partida, el debate de investidura

Díaz emprende el último intento justo días antes de la constitución de los ayuntamientos, que será el próximo 13 de junio.

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Según fuentes del Gobierno andaluz, la presidenta en funciones ofrecerá como base, en sus entrevistas con los grupos, las propuestas que planteó en el debate de investidurael debate de investidura, que recogían ideas de todos, según ha venido defendiendo. Podemos y Ciudadanos, en cambio, no se dan por satisfechos. Rodríguez quiere que la Junta rompa relaciones con los bancos que practiquen desahucios sin alternativa habitacional. Los de Albert Rivera, a su vez, ponen por delante que se fije fecha, y por escrito, a la salida de Manuel Chaves como diputado en el Congreso. Con José Antonio Griñán, el otro expresidente imputado en el caso de los ERE, habría menos problema, porque él mismo anunció que dejaría su escaño en cuanto el Parlamento autonómico eligiese nuevos senadores.

No obstante, Marín flexibilizó en algo su postura este viernes: quiere que el PSOE-A firme el pacto anticorrupción y "garantice por escrito" que le va a pedir el acta de diputado a Chaves, informa Europa Press. Además, votará a favor (y no sólo se abstendrá) si acepta sus medidas económicas. Si los nueve diputados de C's votan sí, Díaz tendría mayoría absoluta. 

No obstante, las fuentes consultadas adelantaron que podría haber nuevas ofertas de la presidenta a los grupos con objeto de convencerles. Pero insistieron en que hasta ahora “el único que se ha movido es el PSOE”.