Garzón cuestiona la convergencia a la carta que plantea Podemos para las generales

Alberto Garzón no tira la toalla. Y no la tirará hasta que llegue el momento de registrar las candidaturas ante el Ministerio del Interior. Seguirá empujando para que se consiga la unidad popular en la que tanto él como Izquierda Unida creen, con un formato que Podemos ya ha rechazado por activa y por pasiva. Pero lo que no comparte el candidato a la Moncloa, aunque no lo descarta por completo, es un modelo de convergencia a la carta, un escenario que Pablo Iglesias sí baraja. 

Podemos contempla algún tipo de confluencia con las mareas gallegas, con ICV en Cataluña o con Compromís en la Comunitat Valenciana. Es consciente de que su fuerza en esos territorios es menor, y allí necesita alianzas. Pero en el resto de España pretende concurrir con su papeleta y con su marca, porque cree que la formación es la verdadera "herramienta" de unidad popular, y se ofrece a ser "paraguas" de todos aquellos que quieran cobijarse en sus listas. Pero Iglesias ya ha rubricado que no habrá pacto con IU. Y este mismo miércoles se lo dijo con claridad a Garzón en su primera entrevista juntos. 

El candidato a la Moncloa de la federación ofreció este jueves un desayuno informativo en el Congreso para informar de la marcha de los procesos de convergencia –aún muy incipientes– de cara a las elecciones generales del otoño, justo después de su gira por Galicia y tras su reunión con el líder de Podemos. Lo hizo acompañado de una de sus personas de confianza, la secretaria federal de Comunicación, Clara Alonso. Fue preguntado, precisamente, por esa confluencia a la carta que contempla la dirección de Iglesias. Respondió que ya se está empezando a pergeñar la marea gallega, igual que la catalana, y que así debería replicarse en toda España.

"Queremos una candidatura unitaria que esté presente en todo el Estado. No entendemos lo de la unidad popular selectiva, de verdad que no. Entendemos la unidad popular en sentido pleno, nítido y claro. Ese es nuestro objetivo", contestó. Garzón considera que "ese puzle" sería "muy confuso para la ciudadanía". Pero no descartable. "Vamos a intentar evitarlo. La ciudadanía entiende que sumar multiplica", y que hace falta un proceso "coherente". "El desarrollo de los acontecimientos nos dirá cuál va siendo la realidad". 

Ninguna "preocupación"

La baza que juega Garzón, y por extensión IU, es que las candidaturas de unidad popular acabarán "desbordando a los partidos", de suerte que todos, incluido Podemos, claudicarán y se pondrán a remar a favor. Por eso dijo no sentirse "preocupado" por el portazo que este miércoles recibió de Iglesias. Y por eso tampoco detendrá su proceso de "diálogo" con el resto de fuerzas y plataformas sociales. 

¿No es un optimismo infundado? Garzón confesó no tener "indicios" de que Podemos vaya a virar. Y cree que sus dirigentes están siendo sinceros. Pero está convencido de que la "necesidad de la sociedad" está "muy por encima" de los partidos. "Es un argumento incontestable". Recordó, en ese sentido, que la formación morada no quiso entrar al principio en el proceso de Ganemos Madrid y al final acabó pactando, siendo un motor clave de la candidatura de Ahora Madrid, encabezada por la hoy alcaldesa, Manuela Carmena. "No estamos ante cuestiones inamovibles al cien por cien, no estamos hablando de mis caprichos, sino de la necesidad de la sociedad. Vamos a construir todo lo posible. No hay garantía de que funcione, pero sí garantía de que vamos a intentarlo". 

El candidato cuenta con los inputs que está recibiendo en su gira por España. Y, en concreto, con las sensaciones que recibió en su intenso tour por Galicia, en el que visitó varias ciudades y se entrevistó con los líderes de las mareas y con los dirigentes de las formaciones que las sostienen. También se ha entrevistado ya con el coportavoz federal de Equo, Juantxo López de Uralde, que comparte su criterio. Percibe un "clamor" a favor de su propuesta. Porque además, señaló, no se trata de trenzar acuerdos entre partidos, ni "sopas de siglas" –la expresión que usa Podemos para rechazar la confluencia–, sino movimientos con "protagonismo ciudadano" que empujan los partidos. 

Hay "diferencias sustanciales" entre Podemos e IU

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Garzón insiste en que aunque queda tiempo aún, hay que "correr mucho" para llegar a conformar estas candidaturas unitarias, y "mucho más" si hubiera adelanto electoral, una especulación recurrente. 

Iglesias, tras su reunión de ayer, volvió a trazar una línea entre Garzón y sus dirigentes cercanos y el resto de IU. Un gesto nada gratuito, para intentar buscar la división dentro de IU. El diputado por Málaga dijo "respetar" las palabras de elogio del jefe de Podemos, pero no las comparte, porque "no se puede segregar al candidato de la organización", porque ha sido elegido por ella en primarias. De camino, volvió a repetir que no se irá de IU, pese a las reiteradas ofertas de Iglesias, que le llegaron desde el primer día. "Yo no me voy a ir a Podemos, porque mi proyecto es IU. Agradezco el reconocimiento de Pablo por educación, pero en ninguno de los casos me voy a ir a Podemos". 

¿Qué ocurrirá si, pese a todos los esfuerzos, la confluencia no es posible? "No hay problema. Somos distintos de Podemos", subrayó el candidato. Remarcó que el programa de la federación es "más adecuado" que el de la formación morada, y que hay "diferencias sustanciales" entre ambas formaciones. Su tesis es que las dos pueden tener un resultado "decente", pero yendo por separado ninguna habrá sido el "instrumento del cambio", porque no lograrían sobrepasar a PSOE y PP, ya que la Ley Electoral "machaca", al funcionar de forma mayoritaria en las circunscripciones pequeñas. "Pero no tenemos problema en competir electoralmente con Pablo", remató.