El agresor del periodista de Melilla admite que le dio “dos cates”

Juan Carlos García, propietario del chiringuito Soul Beach en Melilla e hijo de Juan Carlos García Téllez, secretario ejecutivo del PP local, admite que le dio "dos cates" al periodista de Cablemel Javier García Angosto, una agresión que ha movilizado a los profesionales de la información de la Ciudad Autónoma.

En unas declaraciones a Melilla Hoy, el empresario asegura que él "sólo quería hablar con el periodista", aunque reconoce que le dio "dos cates" y este "cayó a plomo" al suelo. Sostiene que lo que desencadenó esta reacción fue que la víctima le dijo apuntándole "con el dedo" que iba "a por él", a por su padre y a por su chiringuito. Admite que su forma de actuar "no es justificable de ninguna manera".

Decenas de periodistas se concentran en Melilla por la agresión a un compañero

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El próximo martes se celebrará el juicio rápido por la agresión tras la denuncia interpuesta por Javier García Angosto. El agresor, mientras, emprenderá acciones judiciales por una supuesta "campaña de descrédito" de la que es objeto y por "las mentiras" que se están publicando en torno a este incidente con el periodista melillense.

Decenas de periodistas se concentraron en Melilla el pasado viernes ante la "brutal agresión" sufrida por Javier García Angosto, que presentaba contusiones y magulladuras por todo el cuerpo, especialmente en la mandíbula y la zona lumbar. La protesta, que tuvo lugar en la puerta del Palacio de la Asamblea, contó además con el respaldo de representantes de varias fuerzas políticas. En la concentración se condenó lo que consideran no solo una agresión "sino también un ataque a la libertad información", en palabras de Jaime Villegas, director del grupo de medios de comunicación al que pertenece el periodista.

Jaime Villegas explicó que Javier García Angosto sufrió la presunta agresión la tarde de este jueves a las puertas de su domicilio y vinculó la misma a las informaciones publicadas por el profesional sobre unas supuestas irregularidades en la concesión de unos chiringuitos instalados en las playas de Melilla. La Asociación de la Prensa de Melilla, por su parte, mostró "su condena más firme".