La situación en el PP

Rajoy potencia el discurso del miedo a “Syriza-Podemos” entre las reticencias de su partido

Rajoy potencia el discurso del miedo entre las reticencias de su partido

El presidente del Gobierno y del Partido Popular, Mariano Rajoy, ha decidido esta semana llevar al extremo su discurso del miedo a Podemos impulsado por la situación que atraviesa Grecia. Incluso ha acuñado el término "Syriza-Podemos" en un intento de vincular el destino de ambas formaciones y de esbozar lo que podría pasar en España si esta fuerza llega al poder. Pero no todo el PP comparte que sacudir a la formación liderada por Pablo Iglesias y a Gobiernos en los que participa tenga que seguir siendo el eje fundamental del discurso de cara a las generales. "Tenemos otras cosas que contar, mucha gestión que vender antes que estar permanentemente mirando a la casa del otro. Confío en que de ahora en adelante hablemos más de nosotros mismos. La gente ya está harta de tener miedo", valora un miembro del Comité Ejecutivo Nacional de los conservadores.

Con matices, la reflexión anterior resume la esencia de la preocupación de un sector importante del partido y de miembros del Gobierno. Algunas de las fuentes consultadas reconocen incluso habérsela trasladado a la dirección nacional del partido. "Tenemos un problema de comunicación, de alejamiento de los ciudadanos, de no explicar bien todo lo que hemos hecho y ya no hay tiempo. O rectificamos ya o no hay marcha atrás, pero los votos no van a venirnos por este tipo de estrategias que sólo movilizan a un electorado que ya tenemos con nosotros", se lamenta un alcalde reelegido el pasado 24-M.

Precisamente, una de las conclusiones que arrojó el análisis de los resultados electorales obtenidos por el PP el pasado 24-M es que el partido había suspendido en movilizar a los suyos. Ya lo dijo el propio Rajoy el pasado 18 de junio, cuando convocó al Comité Ejecutivo Nacional para ofrecerles una reflexión algo más sosegada que la que les trasladó el día después de las elecciones y también para comunicarles los cambios en el partido. "Nuestro voto se ha perdido claramente por el centro y se ha perdido sobre todo por la abstención, insisto, sobre todo por la abstención", dijo a los suyos.

Con esta observación como telón de fondo, las fuentes consultadas coinciden en que ni a los abstencionistas se les moviliza con el discurso del miedo ni se viaja al centro político transportado por el discurso del miedo

Como ejemplo, los dirigentes consultados citan la reciente campaña de las municipales y autonómicas, unos comicios en los que los conservadores explotaron con insistencia las críticas a los "populistas" y "radicales" de Podemos y también a Ciudadanos, la formación liderada por Albert Rivera, por su inexperiencia.

"A tenor de los resultados, la estrategia no ha funcionado, por lo que sería bueno no seguir persistiendo en el error", valora un diputado que recuerda que el mapa de poder político autonómico y local del PP ha quedado seriamente tocado tras el 24-M. En las comunidades autónomas, el PP no conserva ninguna mayoría absoluta. Y en los ayuntamientos ha perdido 2,4 millones de votos en el cómputo global.

Un ejemplo: Aguirre en Madrid

Uno de los casos en los que los dirigentes consultados ven más claramente que el recurso a este tipo de discursos ha sido un lastre es el del Ayuntamiento de Madrid. Hasta la propia candidata, Esperanza Aguirre, reconoció que el hecho de haber centrado sus críticas en Manuela Carmena, la candidata de Ahora Madrid impulsada por Podemos, había polarizado su campaña hasta el punto de haber logrado movilizar más a los simpatizantes de Carmena que a los votantes del Partido Popular. De ahí que pese a haber encabezado la lista más votada, a la presidenta del PP de Madrid no le hayan salido las cuentas y la Alcaldía esté ya en manos de la candidata de Ahora Madrid.

Cristina Cifuentes, recién elegida presidenta de la Comunidad de Madrid, tampoco hizo ascos a criticar a Podemos, pero no hizo de sus ataques a esta formación o a sus candidatos el eje de su campaña, algo que, según interpretan las fuentes consultadas, generó menos rechazo hacia su candidatura. Las cuentas tampoco le dieron a ella, pero sí logró atraerse el apoyo de Ciudadanos para poder mantener esta institución bajo las siglas del Partido Popular.

La recuperación de votantes ubicados ideológicamente en el centro ha sido uno de los principales problemas del partido de Rajoy en lo que va de legislatura. Justo después de las europeas, el asesor de cabecera del presidente del Gobierno, Pedro Arriola, alertó de que la mayor fuga de votos se había producido por el centro. Una foto final que venía a contradecir a todos aquellos en el PP que habían vaticinado que, sin Jaime Mayor Oreja como candidato, uno de los exponentes del ala dura del partido, y con la aprobación de la ley del aborto aplazada, los votantes tradicionales del partido iban a dar la espalda a la candidatura encabezada por Miguel Arias Cañete.

Aznar: el regreso permanente

Las voces en el PP que consideran que su reto debe ser movilizar a los ciudadanos instalados en la abstención y recuperar a votantes que se identifican con el centro lamentan estos días el tono de la entrevista que José María Aznar concedió el pasado fin de semana al diario Abc. "Hoy no sabemos si el PP defiende la vida o el aborto, la unidad de España o la presencia de Bildu en las instituciones, las clases medias o la presión fiscal", señaló entre otros asuntos.

En el equipo de Rajoy rechazan entrar en confrontación directa con el presidente de honor del partido. En público, la consigna es que al expresidente se le escucha siempre y se le tiene siempre en cuenta. En privado, los dirigentes consultados no ocultan su malestar con el hecho de que Aznar lea siempre la cartilla en momentos muy delicados en los que hace falta unidad en el partido.

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Una oportunidad: la conferencia política

La próxima semana, los días 10 y 11 de julio, el PP celebra su conferencia política en Madrid, un acto concebido para poner la maquinaria a punto de cara a las generales. La cita es esperada con cierta expectación entre los cuadros del partido. Tras los cambios anunciados por Rajoy hace un par de semanas en la cúpula del partido, los cargos del PP están a la espera de que se les marquen las prioridades de cara a los próximos meses. 

Las fuentes consultadas sostienen que, además de presentar a los ciudadanos un programa de Gobierno, en estos años de legislatura, el PP ha tomado decisiones importantes que no tienen que ocultarse. También consideran que en estos meses que restan hasta la convocatoria de elecciones deben dar el salto del discurso de la recuperación económica a otro más social. Es a lo que en un vídeo de partido hace meses se refería Carlos Floriano, vicesecretario de Organización, cuando señalaba que el partido le había faltado "piel".

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