Elecciones catalanas 27-S

El Gobierno defiende la posibilidad de intervenir o suspender la autonomía catalana

El ministro de Justicia, Rafael Catalá, en declaraciones a los medios en San Lorenzo de El Escorial, el pasado 20 de julio de 2015.

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El ministro de Justicia, Rafael Catalá, defendió este miércoles que el Gobierno podría usar con Cataluña el artículo 155 de la Constitución, que permite forzar a una comunidad a cumplir sus obligaciones, porque "está plenamente en vigor y es posible su utilización".

En una entrevista en la Cadena Ser recogida por Europa Press, Catalá reconoció que hasta ahora no se ha usado porque no se ha dado el escenario de "incumplimiento flagrante" de sus obligaciones por parte de una comunidad autónoma, pero que podría hacerse, siempre siguiendo el procedimiento que prevé el propio artículo.

El artículo 155 de la Constitución dice que si una comunidad autónoma no cumple "las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan" o actuase "de forma que atente gravemente al interés general de España", el Gobierno, "previo requerimiento al presidente de la comunidad autónoma y, en el caso de no ser atendido, con la aprobación por mayoría absoluta del Senado, podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquélla al cumplimiento forzoso" de sus obligaciones o para proteger el "interés general". Para ejecutar esas medidas, añade, el Gobierno "podrá dar instrucciones a todas las autoridades de las comunidades autónomas".

Catalá incidió en que "no hay margen" para lo que están planteando los independentistas, que prevén, si ganan las elecciones del 27-S, empezar un proceso unilateral de independencia. "Dialécticamente uno puede decir lo que considere más adecuado pero no cabe ese escenario, es inviable e imposible", avisó.

Críticas al PSOE

Además, rechazó la tesis de que el Gobierno esté respondiendo al proceso soberanista iniciado por Artur Mas sólo con la ley y los tribunales, y replicó que los miembros del Ejecutivo van con frecuencia a Cataluña con propuestas de convivencia y de integración, que son las que tienen resultados positivos.

Es más, puso en duda que un Gobierno de otro partido vaya a defender la unidad de España y la Constitución con la misma intensidad que el actual. "Otros no sé si tienen la misma firmeza de convicciones", dijo, dirigiéndose directamente al PSOE, al que reprochó que hable de "federalismo asimétrico" o que, durante la tramitación del Estatut, afirmase que aprobaría lo que viniese de Cataluña "sin mayor control". "De aquellos polvos estos lodos, no todo vale, hay que tener firmeza en defender la unidad de España y la igualdad de los españoles", advirtió.

En cuanto a la posibilidad de que el Gobierno impugne el decreto de convocatoria de las elecciones, dejó claro que habrá que esperar a verlo y comprobar si tiene "algún problema de legalidad", pero no se recurrirá si simplemente convoca unas elecciones ordinarias.

El Gobierno, aclaró, no ha solicitado aún ningún informe en particular a la Fiscalía o a la Abogacía General del Estado porque los recursos al Tribunal Constitucional (TC) son algo "cotidiano" tanto por parte del Gobierno central frente a normas de las comunidades autónomas como en sentido contrario. Es más, recalcó que la Generalitat ha recurrido al TC el doble de disposiciones del Gobierno central que al contrario, así que "no es que el Estado persiga a la comunidad autónoma, es que es un debate natural".

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Además, avisó de que sería "muy antidemocrático" imponer la voluntad de unos ciudadanos de Cataluña frente a otros, teniendo en cuenta que la "única vez" que se ha podido comprobar el nivel de apoyo a la independencia fue en el "simulacro" del 9-N y dos tercios de los catalanes no participaron.

No obstante, acto seguido aclaró que no considera que el 9-N fuese un test fiable porque fue "de poca calidad democrática", sin controles hasta el punto de que hubo gente que votó varias veces.

Catalá insistió en que la independencia de Cataluña no cabe en el actual modelo constitucional y recordó que la Carta Magna puede reformarse si hay consenso para ello. No obstante, dejó claro que él es contrario a hacer de la reforma constitucional "un eslogan" y también a "abrir en canal el modelo constitucional". En ese sentido, afeó al líder de Podemos, Pablo Iglesias, que hable de "un nuevo pacto constitucional" sin precisar de qué está hablando y recalcó que cuestiones como el derecho a la vivienda o al trabajo ya están recogidas en la Carta Magna. También se preguntó qué es el "federalismo asimétrico" –que, según los conservadores, defiende el PSOE–.

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