Política cultural

¿El Gobierno ha “evitado el colapso de la Cultura”? El sector responde

José María Lassalle, en la Escuela de Verano del PP.

"Lo de Lassalle es algo sobrenatural". "¿Cómo se atreven?". "Hay que tener mucha cara". Las reacciones del mundo de la Cultura a unas recientes declaraciones de su secretario de Estado, José María Lassalle, han sido airadas. ¿Qué dijo el político del PP para soliviantar a productores y empresarios, incluso desde la discretamente seguida Escuela de Verano del partido? "[El Gobierno] ha evitado que el modelo cultural español colapsara". Aunque estas palabras fueron pronunciadas el pasado 4 de septiembre desde la placidez de los encuentros del partido en Lloret de Mar (Girona), siguen teniendo eco en una industria particularmente tocada por las decisiones de la última legislatura. 

"La industria no ha colapsado porque los empresarios han aguantado al pie del cañón. Que los empresarios se hayan callado y hayan seguido las políticas del Gobierno no significa que nos gusten ni que nos beneficien", dice Ramón Colom, presidente de la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales (FAPAE). Los gestores de salas de conciertos hablan en boca de Armando Ruah, coordinador de su asociación (ACCES): "Si sobrevivimos, no es por ellos". Una idea que comparte, casi palabra por palabra, Iñaki Guevara, secretario general de la Unión de Actores: "Estamos sobreviviendo a pesar de su política". Pese a eso, Lassalle se apunta varios logros (Ley de Propiedad Intelectual, micromecenazgo...) e ignora algún tema (IVA cultural), que la industria valora en infoLibre.

El IVA al 21%, "insostenible"

El primer elemento que mencionan las organizaciones de profesionales consultadas por infoLibre es el IVA cultural, que el Gobierno decidió aumentar del 8% al 21% el 1 de septiembre de 2012. Entonces, 4.000 empresas del sector (en música en vivo, cine y teatro; el libro en papel sigue teniendo el IVA reducido del 4%) firmaron un manifiesto contra la medida. Hoy siguen manteniendo su protesta: "El mismo secretario de Estado ha dicho, porque él mismo lo ha dicho en público, que la situación del IVA cultural era insostenible", dice Colom.

"Estoy desolado. Que alguien hable de política cultural cuando jamás la ha tenido... Y si la tiene, es anticultural, por cómo podemos interpretar el IVA", señala Guevara, de la Unión de Actores. Y recuerda que "este el único sector en que empresarios y trabajadores se han puesto de acuerdo contra la política del Gobierno", aludiendo a que la posición de los intérpretes es la misma que la de la federación de empresarios teatrales (FAETEDA). En este sentido, la industria del libro no tiene queja: "No es que hayamos sido tratados mejor, es que se ha mantenido el 4%, aunque sí han subido el del libro digital", dice Antonio María Ávila, secretario de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE). 

España es uno de los países europeos con un IVA cultural más alto (en Francia es del 5,5%, en Suecia de un 6%, en Italia de un 10%, en Portugal de un 13%). Además, la Fundación SGAE y la Fundación Alternativas denunciaban en 2014 que el país está también a la cabeza de recortes en Cultura: entre 2011 y el pasado ejercicio, el presupuesto de la Secretaría de Estado se redujo un 50%.  

La Ley de Propiedad Intelectual, "insuficiente"

"En un año se podrá decir que la piratería en España es historia", presumía Lassalle en la charla Cultura para ser críticamente libres, moderada por Rafael Hernando. Pero los sectores más afectados por ella no creen que la Ley de Propiedad Intelectual aprobada en octubre de 2014 sea suficiente. "Tiene mejoras sobre la anterior, pero la aplicación de la vigente se ha retrasado y sigue siendo deficiente. Se van viendo más sentencias judiciales, pero aplicando la anterior legislación", indica Ávila.

Los editores describen, además, como "un desacierto"el cambio en la compensación por la copia privada. Antes eran los fabricantes de dispositivos de copia (discos duros, DVD, CD...) los que pagaban el canon, pero ahora esa cantidad sale de los presupuestos, es decir, de los contribuyentes. "El PP ha optado por favorecer a determinados sectores de la industria tecnológica sobre el sector cultural. Muy mal", se queja Ávila. Además, como apunta él, el nuevo texto señalaba que era necesaria una reforma integral que debía llevarse a cabo en el plazo de un año. Eso no ha ocurrido.

El cine (como la música grabada) tampoco está contento con el resultado. Colom describe un encuentro a propósito de la misma con el secretario de Estado: "Él defiende a capa y espada la ley, pero los agentes sectoriales creen que no está resuelto el problema. A eso, él dice 'Ya verá usted como sí'. Y ahí se termina". Por eso, defiende, las "diferencias" del sector con Lassalle son "de percepción": "Lo que él cree que está bien, nosotros creemos que hay que verlo".

Reformas: "Ojalá no hubieran hecho nada"

"[El Gobierno ha trabajado en] una serie de reformas con la que podamos cambiar la faz y lo que significa la cultura", defendía el secretario de Estado. Ninguno de los consultados sabe exactamente "a qué se refiere" Lassalle. "No ha habido ningún cambio profundo. En nuestro caso, por lo menos no han cambiado lo que había", dice la Federación de Editores. "Se cree que ha hecho algo, pero es pura esquizofrenoia. El que ha mandado en Cultura es el señor Montoro. Y ojalá no hubieran hecho nada de verdad, si nos hubieran dejado tranquilos estaríamos mejor", critica con dureza Guevara, de la Unión de Actores. "Si hicieran una lista de lo que han hecho, no hay nada de lo que presumir", sintetiza Ruah, coordinador de las salas de conciertos.

Ley de Mecenazgo desaparecida

El principal punto del programa cultural del Partido Popular era una Ley de Mecenazgo que aligerara la inversión pública gracias a la colaboración de la privada. La normativa nunca llegó (la negativa de Hacienda fue imperiosa), y fue sustituida in extremis por una magra desgravación en crowdfunding. Lassalle lo explicaba de esta manera: "Cualquier ciudadano se puede convertir en mecenas de una obra". Sin embargo, las deducciones son del 75% solo para los primeros 150 euros invertidos en 2016 (a partir de ahí, el descuento es de un 30%), que además solo se aplican a las inversiones a organizaciones sin ánimo de lucro por ser consideradas como una donación

A la caza del voto cultural

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Esto excluye automáticamente a la mayor parte de los proyectos de micromecenazgo cultural, lanzados por pequeñas empresas para producir una cierta obra. De estas inversiones, el particular suele recibir como recompensa una copia de la misma y algún producto exclusivo más. Es decir, es más parecido a una transacción económica que a una inversión. "A nosotros no nos afecta ni eso, ni la ley que regula el micromecenazgo", indica Joan Sala, de Verkami, la plataforma de este tipo más exitosa en España, que ya ha conseguido reunir 15 millones de euros entre todos sus proyectos. Tampoco toca al grueso de otras webs de crowdfunding no financiero, como Goteo o Lánzanos. 

Un diálogo "de sordos"

Los gestores culturales consultados por este periódico coinciden en que la "percepción de la realidad" de Lassalle ha dificultado el diálogo con el Gobierno. "Hay un problema: si usted dice que ha mantenido el sistema cultural español y los integrantes del modelo español le están diciendo que no lo ven así, algo pasa", asegura Ávila, de la Federación de Gremios de Editores. "El señor Lassalle será muy brillante intelectualmente, pero nunca ve ningún problema. Él cree que con lo que hay no está resuelto todo, pero está resuelto mucho. Los expertos le dicen que no. ¿Por qué es una especie de diálogo de sordos?", se pregunta Colom. Otros, como Guevara, de la Unión de Actores, son más tajantes: "Es indignante. Es como si te dicen que no hay parados en España".

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