Elecciones catalanas 27-S

Los barones del PSOE celebran como un éxito el peor resultado de su historia en Cataluña

Los barones del PSOE celebran como un éxito el peor resultado de su historia en Cataluña

Ibon Uría

Menos de 48 horas después de las elecciones catalanas del pasado domingo, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, convocó este martes a sus barones territoriales y a otros dirigentes del partido para analizar lo ocurrido en los comicios. Y la valoración del Consejo Político Federal sobre el papel del PSC fue positiva y complaciente. "Hemos tenido un resultado muy digno y esperanzador", dijo la presidenta andaluza Susana Díaz, pese a que el PSC nunca había obtenido tan malas cifras en una votación al Parlament: 16 diputados y 522.000 votos fueron la cosecha de los socialistas catalanes.

"Cuando uno es fiel a sus valores, tarde o temprano la confianza se recupera", agregó Díaz, encargada de realizar la primera intervención de la tarde y quien señaló al president en funciones y candidato de Junts pel Sí, Artur Mas, como "único responsabale" de la fractura de la sociedad catalana, mientras que del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, dijo que "no ha estado a la altura" y que ha representado "el inmovilismo". Precisamente a Rajoy le exigió que convoque "de inmediato" una Conferencia de Presidentes y le reprochó que tardara 24 horas en comparecer en público tras la cita con las urnas en Cataluña.

Tras Díaz tomó la palabra el primer secretario y candidato del PSC, Miquel Iceta, quien sostuvo que "lo importante" no es "valorar los resultados de las elecciones como partido, sino en su conjunto". Y en ese conjunto Iceta destacó por encima de todo que "quienes planteaban un plebiscito han ganado las elecciones, pero han perdido el plebiscito", y opinó que a Cataluña le conviene un Gobierno basado en un "acuerdo transversal" y no un Ejecutivo que implique la "imposición de uno sobre otros". "Aunque todo apunta –lamentó– que Junts pel Sí y la CUP se inclinan por ese Gobierno de confrontación".

Moderada satisfacción

Ya sobre las cifras del PSC, Iceta destacó que logró "mantener el apoyo de más de medio millón de catalanes". Para poner esas cifras en pespectiva, cabe recordar que en las autonómicas de 1999 el PSC rozó los 1,2 millones de votos, en las de 2003 superó el millón, en 2006 se quedó ligeramente por debajo de los 800.000, en 2010 consiguió unos 570.000 y en 2012 sus apoyos se redujeron hasta los 524.000. El pasado domingo, los socialistas catalanes marcaron su tercer suelo electoral consecutivo tanto en parlamentarios (16) como en votos en las urnas (522.000), pese al incremento de diez puntos en la participación.

"Las encuestas nos daban 8 o 9 diputados, y cuando pedimos el crédito electoral para hacer la campaña –recordó por contra Iceta– no conseguimos más que lo que correspondía al entorno de unos 8 diputados". "Y al final han sido 16 –apostilló–. Creemos que ha sido gracias a la claridad de nuestro mensaje". "Gracias, porque habéis hecho una campaña extraordinaria", le respondió el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que pidió cultivar la "unión emocional" de España con Cataluña y admitió que el partido "necesita a la sociedad catalana para propiciar el cambio político" en las elecciones generales de diciembre.

El líder de los socialistas reivindicó la Declaración de Granada como hoja de ruta para corregir las "deficiencias del modelo autonómico" y apostó por una reforma de la constitución en clave federal. Sostuvo que "los dos bloques" en los que está "fracturada" la sociedad catalana "están obligados a entenderse y conformar un Gobierno que solucion los problemas de desigualdad, desconfianza, corrupción y convivencia", y reiteró que "el PSOE siempre ayudará a la estabilidad". Finalmente, dio por liquidado a Rajoy: "Estoy convencido de que en diciembre se abrirá una etapa de progreso en el conjunto del país", concluyó.

Al final de la cita de este martes, el Consejo Político Federal del PSOE aprobó una declaración donde, literalmente, se felicita "de manera especial a los socialistas de Cataluña y a su candidato Miquel Iceta por el buen resultado obtenido en un contexto complejo y de gran polarización en el voto". "Los socialistas de Cataluña –reza el texto– han sabido defender con eficacia el valor del diálogo y el acuerdo para la convivencia democrática y el bienestar de todos y todas".

Claves de un resultado complicado

Pese al alivio generalizado con el que los dirigentes territoriales socialistas acogieron los resultados de las listas encabezadas por Miquel Iceta, lo cierto es que en la votación del domingo se advirtieron señales negativas  para el PSOE y su partido hermano en Cataluña. El PSC marcó un nuevo mínimo con el 12,74% de los votos y perdió terreno en las cuatro provincias catalanas. Su mejor registro lo logró en Barcelona, donde cayó del 15,4% al 13,69% de los sufragios. En Tarragona, mientras tanto, pasó de un 13,58% a un 11,83% y en Girona y Lleida, por primera vez, ni siquiera alcanzó el 10% de los votos –sacó un 8,67% y un 8,45%, respectivamente–.

Especialmente destacable, en comparación con la tendencia bajista del PSC –un desplome que se inició en 1999 y que, por ahora, no ha encontrado su fin–, es el buen resultado de Ciudadanos. Las listas del partido de Albert Rivera adelantaron a los de Iceta en las todas las circunscripciones y en el conjunto de Cataluña aventajaron a los socialistas en algo más de cinco puntos porcentuales –17,93% contra 12,74%– y 9 diputados –25 a 16–. El PSC también retrocedió en todas las capitales de provincia, con pérdidas que van del 0,7% de Barcelona al 3,59% de Lleida.

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Si se acerca el foco al ámbito municipal, se observa una pérdida generalizada de apoyos: en comparación con las autonómicas de 2012 las listas del partido obtuvieron este 27-S peores resultados en 39 comarcas y sólo mejoraron en dos. Y de las aproximadamente 940 entidades municipales catalanas, evolucionaron de forma negativa en más de 670. Por ejemplo, y con especial valor simbólico, en las localidades de la zona industrial que rodea a Barcelona, el tradicionalmente denominado cinturón rojo, que en esta ocasión se tiñó de naranja.

Así, de los 97 municipios que conforman las comarcas del Barcelonès, el Baix Llobregat, el Vallès Occidental y el Vallès Oriental, el PSC sólo consiguió ser primera fuerza en tres: Santa Coloma de Gramenet, Cornellà de Llobregat y Badia del Vallès. La lista de Inés Arrimadas, en cambio, se colocó en primer lugar en 18 de las 97 localidades que integran esta área. En urbes donde tradicionalmente obtuvo buenos resultados, como Badalona, Ripollet o Viladecans, el PSC se dejó entre tres y cinco puntos.

Por último, el margen con el PP fue el más ajustado de todas las elecciones al Parlament salvo las de 2012, cuando los conservadores obtuvieron su mejor resultado histórico. La última ocasión en la que el PSOE ganó unas elecciones generales, en 2008, tenía el precedente en Cataluña de los comicios autonómicos de 2006, en las que sacó 16 puntos y 23 diputados a las listas del PP. El pasado domingo esa diferencia fue mucho más estrecha: Iceta aventajó a Xavier García Albiol en 4,2 puntos, que se tradujeron en cinco parlamentarios extra –16 del PSC por 11 de los conservadores–.

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