Mas, sobre su imputación: “Legalmente no desobedecí”

El president de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, señaló al Gobierno de Mariano Rajoy como responsable de la querella por la que ha resultado imputado por la consulta del 9-N y la calificó de respuesta política de "un Estado herido en su orgullo".El TSJ de Cataluña le imputa cuatro delitos por la organización de la consulta. "Legalmente no desobedecí", señaló Mas durante una entrevista este miércoles en Catalunya Ràdio. Preguntado por si desobedecería una condena que supusiera la inhabilitación en su cargo, contestó que "esta no es una idea plausible". 

El Tribunal Superior de Justicia anunció este martes la citación para declarar, en calidad de imputado, del president para el próximo 15 de octubre, fecha coincidente con el 75º aniversario del fusilamiento del expresident Lluís Companys, un acto al que suelen ir las autoridades de la Generalitat. "Políticamente hubo una rebelión democrática", explicó Mas sobre la consulta del 9-N.

Asimismo, advirtió que su imputación llega por "la poca independencia que tiene el sistema jurídico" español, por lo que "hay que cambiar de marco jurídico", en referencia a la culminación del proceso soberanista: crear una Constitución catalana. 

Sobre si algo se ha movido entre los líderes políticos nacionales y el president tras el 27-S, Mas negó que se hayan producido tomas de contacto, algo que "en el 2010 no pasaba". 

"No he ayudado a traer al país [Cataluña] hasta aquí para luego decir que ya os lo haréis vosotros", aseguró el líder convergente sobre su continuidad en el proceso soberanista defendido por la candidatura de Junts Pel Sí.

La Fiscalía catalana cree que era “poco sensato” citar a Mas en campaña y defiende su imparcialidad

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Cacerolada por la imputación 

Vecinos de distintos puntos de Catalunya protestaron este martes con una cacerolada contra la imputación del president de la Generalitat, Artur Mas, la exvicepresidenta del Govern Joana Ortega y la consellera de Enseñanza, Irene Rigau.

A las 22:00 horas, varios vecinos se manifestaron tras haberse organizado de manera espontánea la convocatoria por las redes sociales. Los puntos de la protesta se concentraron en Girona, Reus o en los distritos barceloneses del Eixample, Gràcia o Sants.