Elecciones generales

Rajoy intenta ahora zanjar su polémica con Aznar: “No voy a polemizar”

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante su intervención hoy en un almuerzo-coloquio del Foro Abc.

Suenan con fuerza campanas de campaña electoral. El presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, dio este martes el pistoletazo de salida a la carrera que culminará con las generales del 20-D en el Foro Deloitte-Abc. Una vez más, dejó claro que es el discurso económico en el que más cómodo se mueve y dio pistas de que este va a ser el eje de todos sus actos políticos de aquí a las elecciones. Con Ciudadanos pisándole los talones y el PSOE crecido por lo que consideran un buen resultado en Cataluña, Rajoy negó la mayor: "Con toda franqueza y también, con toda humildad, no veo en el panorama político nacional ninguna otra fuerza política capaz de llevar a buen término este reto", dijo.

El reto era el de la estabilidad y el crecimiento, el de llegar a 20 millones de empleos.

Rajoy defendió el "ADN" reformista del PP. "Con este ADN hemos ido afrontando los retos que en cada momento se plantean a la sociedad española: ya fuera de la amenaza de la quiebra, la lucha contra el desempleo, la crisis migratoria o el desafío ilegal del secesionismo", dijo.

Según añadió, mientras él sea presidente del Gobierno velará por el cumplimiento de la ley. Además, se comprometió a bajar "todavía más" los impuestos.

Dos fueron los platos fuertes del turno de preguntas: su reacción a los ataques que le lleva lanzando varios días José María Aznar y la corrupción el mismo día que el juez retiraba el pasaporte a su compañero de los Consejos de Ministros, precisamente de la etapa de Aznar, Rodrigo Rato.

"Yo no voy a polemizar con el señor Aznar. Voy a convencer a los españoles de que el PP es bueno para España", se limitó a señalar. Y de ahí no se movió aunque se le hicieron cuatro preguntas más al respecto.

Ciudadanos: "un invento"

Se negó igualmente a hablar de cualquier tipo de pactos con Ciudadanos tras las generales con el argumento de que no conviene anticipar acontecimientos. Eso sí, no quiso dejar pasar la oportunidad de señalar que su partido "no es un invento de antes de ayer ni ha nacido en una tertulia de televisión".

Este diario adelantó la semana pasada que la dirección nacional del PP estaba ultimando una campaña para "destapar" a la formación de Albert Rivera después de los resultados de las catalanas del 27-S.

Con este almuerzo, el presidente del Gobierno ofrecía su primer gran acto público después de que el pasado jueves, en una entrevista en Antena 3, anunciara que las elecciones generales serán definitivamente el próximo 20 de diciembre.

Acudía también en el punto de mira de muchos de sus compañeros de partido, que esperaban una nueva respuesta a Aznar después de que este lunes, el expresidente del Gobierno volviera a advertirle, en un acto organizado por Vocento, de que Ciudadanos viene pisando muy fuerte y no puede ignorar los cinco avisos que le han dado las urnas en lo que va de legislatura. Quienes confiaban en un capítulo más de este culebrón salieron decepcionados.

Aznar indignó a la plana mayor del PP haca una semana, cuando emitió un comunicado horas después de conocerse los resultados de las elecciones en Cataluña. El expresidente alertaba de los peligros de Ciudadanos para el centro derecha y de que el PSOE está en auge gracias al bajón que está experimentando Podemos.

A los conservadores les dolió que Aznar lanzara este duro ataque pocas horas antes de que Rajoy reuniera al Comité Ejecutivo Nacional del PP para analizar los resultados del 27-S. Consideran que si el expresidente quería decir algo lo tenía que haber hecho en el seno de los órganos de partido. Consideraron que su gesto había sido "desleal" y que llegaba en el peor momento: en la recta final hacia las elecciones generales.

Pero Rajoy, en un gesto poco usual en él, le respondió la noche del jueves en la misma entrevista en la que anunció que las elecciones iban a ser el 20-D. "Yo a la gente le hablo a la cara, no mediante comunicados", respondió.

"Aznar dice lo que estima conveniente y yo hago lo que creo que tengo que hacer como presidente del Gobierno", añadió.

Corrupción

Con el caso Rato en plena ebullición, Rajoy evitó cualquier mención expresa. Sí reconoció, como viene haciendo en sus últimos actos, que la corrupción ha hecho más daño al PP que la gestión de la crisis. Y que está convencido de que este tipo de errores no van a volver a repetirse.

Sí se le preguntó si ahora, en campaña electoral, el caso Rato puede perjudicar en las elecciones: "Perjudicar puede perjudicar la reforma laboral, perjudicar puede perjudicar la reducción del déficit público, la reestructuración del sistema financiero, la corrupción en su conjunto y las cosas que se le puedan atribuir a una u otra persona".

"Hay quien dice que no reaccionamos rápidamente ante la corrupción, que fuimos timoratos o lentos, probablemente tengan razón", añadió.

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¿Feijóo al Congreso?

Una de las últimas preguntas a las que tuvo que enfrentarse fue la de si el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, irá en las listas de las elecciones generales. El presidente sostuvo que no había hablado con su compañero de partido al respecto, pero que tenía entendido que su intención era revalidar de nuevo otro mandato en la Xunta. Feijó es fijo en todas las quinielas en las que se habla sobre la sucesión del líder del PP.

Y hablado de quinielas, al presidente se le pidió escoger entre una de estas dos frases para dar por cerrado el acto. Con la que se sientiese más identificado: "Cuerpo a tierra que vienen los nuestros" o "los trapos sucios se lavan en el vestuario". "Empate. Equis, espetó.

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