Día Internacional de la Niña

11-O: un día para dar voz a millones de niñas ‘invisibles’

Irene Escudero Pérez

En un mundo igualitario, niños y niñas tendrían la misma oportunidad de llegar a ser directivos, gerentes, líderes políticos o presidentes de gobierno. En condicional y en masculino. El camino de una niña se ve obstaculizado en muchos países por problemas que le alejan de sus metas. Problemas como que 39.000 niñas se ven obligadas a casarse cada día, 50.000 niñas mueren cada año por complicaciones en el parto o en el embarazo, según datos de la ONG Plan Internacional; y al menos 140 millones de niñas han sufrido mutilación genital femenina, según cálculos de la OMS. Problemas que alejan a las jóvenes de una educación y de las herramientas necesarias para llegar a ser lo que quieran ser.

Desde 2012, cada 11 de octubre se celebra el Día Internacional de la Niña para visibilizar estos obstáculos y reivindicar que ellas tienen también los mismos derechos que ellos y deberían poder expresar sus opiniones en decisiones que afectan a su vida. 2015 es un año especialmente importante porque se cumplen veinte años desde la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer celebrada en Beijing, donde se acordó un compromiso firme para “promover los objetivos de igualdad, desarrollo y paz para todas las mujeres del mundo”. Es también un año importante porque se acaban de aprobar los Objetivos de Desarrollo SostenibleObjetivos de Desarrollo Sostenible, una oportunidad para conseguir la igualdad real entre hombres y mujeres a la que no fue posible llegar con los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

En pocos años se ha avanzado mucho. Según datos de las Naciones Unidas, por ejemplo, el acceso a la educación primaria ha llegado al 90%. Desde 1990, la tasa de mortalidad materna se ha reducido en casi la mitad. Y la proporción media de mujeres en los parlamentos se ha duplicado en los últimos veinte años. Sin embargo, los datos no son tan positivos como parecen: como denuncian desde la ONU, “no se ha invertido lo suficiente en corregir los retos a los que hacen frente las niñas cuando entran en la segunda fase de sus vidas”, en la educación secundaria; la mortalidad materna sigue siendo la primera causa de muerte en mujeres entre 14 y 19 años; y del total de personas en los parlamentos, sólo uno de cada cinco es mujer.

Amelia, Elma y Sohila sentadas en la sala Constitucional del Congreso de los Diputados | I.E.

“Somos sujeto de derechos, somos el presente y queremos tener un futuro mejor, que se nos permita ir a la escuela, que las leyes nos amparen, que nuestra voz sea escuchadas por los gobernantes de nuestros países y, sobre todo que nos permitan ser niñas”, dijo Amelia Cruz, una joven guatemalteca de 15 años, en el Congreso a portavoces parlamentarios españoles el pasado martes. Amelia es embajadora de Plan Internacional y una de tantas niñas que están pidiendo una justicia y una igualdad que les permita llegar donde se propongan; en su caso, trabajadora social. A su derecha estaba sentada Elma, una bangladeshí de 17 años que sueña con ser política y llegar a la esfera internacional para reivindicar “una educación decente” tanto para niños como para niñas. A su izquierda, Sohila, egipcia de 15 años que, además de actriz, le gustaría ser médico para garantizar “el acceso igualitario a la salud de hombres y mujeres” y que no se deje desatendida a ninguna niña.

Son embajadoras de la campaña de Plan #Girl4President con la que la organización internacional pretende recoger firmas para hacer un llamamiento global “para defender los derechos de millones de niñas en todo el mundo” y que se les “den alas” para que lleguen a ser lo que quieran. En los países en desarrollo hay 500 millones de niñas y adolescentes con potencial para jugar un papel crucial en gobiernos, empresas y en la sociedad, pero que no tienen las oportunidades para acceder a la educación que les permita ejecutar su papel. Como dice Pilar González, directora de Comunicación de la ONG, “no hay desarrollo sostenible si no contamos con la otra mitad de la población”. El camino aún es largo y en él, como recuerda González, hay que “cambiar muchas mentalidades y trabajar con los padres, con los hombres” porque las cuestiones de niñas y de mujeres, son cuestiones de todos. “El empuje tiene que ser desde todas partes”.

En este vídeo realizado por Plan, adolescentes de todo el mundo denuncian que “por ser una chica” podrás prejuzgarlas, pero no has visto lo mejor de ellas y piden que les den la oportunidad de ser las futuras líderes. En femenino y en un futuro que quiere ser presente. Por eso es importante el Día Internacional de la Niña; porque es importante “dar voz a miles de niñas, que sólo por el hecho de serlo, son invisibles”. Así, junto a la campaña, edificios de toda España como la Alhambra, el acueducto de Segovia, la muralla de Ávila o las Casas Colgadas de Cuenca se unirán al Empire State Building de Nueva York, a las cataratas del Niagara, a las pirámides egipcias y a otros monumentos de todo el mundo y se teñirán la noche del domingo de rosa para acordarse de todas esas niñas que si quieren deberían poder ser líder.

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