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La nueva legislatura

Las confluencias plantean a Podemos poner un “apellido” a su marca para formar un único grupo

Las confluencias plantean a Podemos poner un “apellido” a su marca para formar un único grupo

A horas de que termine el plazo para la constitución de los grupos parlamentarios en el Congreso, el lugar en el que quedarán las alianzas territoriales donde participa Podemos sigue siendo una incógnita. Casi descartada la opción de poder conformar cuatro grupos parlamentarios y con pocas opciones de que prospere la de constituir uno que integre a las tres confluencias, las dos opciones que barajan ahora mismo las coaliciones pasan por incorporarse al grupo mixto o unirse a Podemos. Pero algunas confluencias condicionan esta última alternativa a que este grupo no se llame como el partido de Pablo Iglesias.

Este martes a las 20.00 es la fecha tope para que los partidos y coaliciones planteen a la Mesa del Congreso que quieren constituirse como grupos parlamentarios. En Comú Podem, En Marea y Compromís-Podemos-És el moment tienen decidido que pedirán conformar sus propios grupos, aunque –salvo sorpresa mayúscula– los siete representantes de PP, PSOE y Ciudadanos negarán esta posibilidad al considerarla antirreglamentaria. Igualmente, al menos PP y Ciudadanos tampoco facilitarán un grupo que integre a las tres confluencias, una opción que ven con mejores ojos los socialistas.

Por ello, desde hace días las coaliciones estudian alternativas. Y hoy por hoy, la que parece más factible es formar un único grupo con Podemos, habida cuenta de que pasar al grupo mixto supondría perder visibilidad y recursos. Pero fuentes de las alianzas hacen hincapié en que su intención es poner el foco en que eso no significa "unirse" a la formación de Iglesias, sino colaborar con ellos en pie de igualdad, algo que implicaría que el nombre del grupo parlamentario no fuera "Podemos", o al menos aportar un "apellido" a esta marca.

No habría problemas en establecerse, como ya planteó Iglesias el miércoles pasado, como un "grupo confederal" que tenga portavoces propios de cada una de las confluencias, así como diferentes disciplinas de voto y escenificación propia ante la opinión pública. Pero el tema del nombre es más peliagudo. Es En Comú Podem quien más exigente se está mostrando en este sentido: un diputado sostiene que la intención de la alianza es "integrar un grupo que no se llame Podemos", y pone como ejemplo al grupo de La Izquierda Plural, que en la pasada legislatura incluyó a IU, ICV, EUiA –la marca catalana de IU– y CHA.

"No descartamos ir al grupo mixto, el problema es que eso rebaja mucho las ayudas técnicas" a las que tendría derecho el grupo, explica este parlamentario, que señala que la opción favorita de las tres confluencias –descartando los grupos separados– sigue siendo la improbable configuración de un grupo que integre a sus 27 diputados. Pero esta fuente reconoce que lo más ventajoso para En Comú Podem en la situación actual sería tratar de "constituir un grupo que no se llame Podemos, que políticamente es muy diferente a integrarse en el grupo de Podemos".

En Marea, por su parte, mantiene un hermetismo total sobre las alternativas que barajan si –como parece– no consiguen su grupo propio ni el grupo de las tres confluencias, aunque desde hace días sus dirigentes se muestran reacios a integrarse en el grupo de Podemos para evitar dar la imagen de que forman parte de una misma organización. En cualquier caso, las opciones con las que cuenta la coalición son las mismas que las que tiene En Comú Podem: o unirse a los diputados del partido de Pablo Iglesias, o pasar al grupo mixto.

La alianza valenciana, cerca de separarse

Compromís-Podemos-És el moment, la coalición valenciana, es un caso diferente al de las alianzas gallega y catalana. Hasta este mismo jueves, la alianza estuvo negociando con IU formar un grupo que incluyese a los dos diputados de la federación izquierdista, si bien un dirigente de IU lamenta que la coalición rompiese unilateralmente las conversaciones y apunta a Podemos como el actor menos interesado en que llegaran a buen puerto. 

En cualquier caso, tal y como está establecido en el acuerdo que firmaron ambas formaciones para concurrir conjuntamente a las elecciones, los diputados de Compromís y los de Podemos pueden separarse si la Mesa no les concede el grupo parlamentario propio que tienen claro que, en primera instancia, exigirán. Y precisamente eso es lo que más probabilidades tiene de ocurrir, según fuentes de la dirección del partido de Iglesias en la Comunidad Valenciana.

"Los cinco diputados de Podemos se irían al grupo de Podemos y ahí organizarían un subgrupo valenciano", explican estas fuentes, que señalan que a estos parlamentarios no les parecería mal que se pudiese incluir un "guión" que acompañase a la marca Podemos de otro nombre que identificara al grupo valenciano en el grupo pero rechazan la opción de "desdibujar" la marca inventando un nombre totalmente nuevo para el grupo, como preferiría En Comú Podem.

Diferentes posiciones en Compromís

Igualmente, estos dirigentes admiten que es "más probable" que los parlamentarios de Compromís terminen estableciéndose por separado en el grupo mixto. En este sentido, el portavoz de la coalición, Joan Baldoví, sostuvo hace unos días en la Cadena Ser que al menos tanto él como la diputada por Castellón Marta Sorlí –los dos representantes en la confluencia del Bloc Nacionalista Valencià, la rama más fuerte de Compromís, que en total tiene cuatro parlamentarios de los nueve de la confluencia– no se integrarían en el grupo del partido de Pablo Iglesias porque no son "lo mismo" que Podemos. 

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Al día siguiente, no obstante, la vicepresidenta valenciana y líder de Iniciativa del Poble Valencià –el otro gran partido que compone Compromís–, Mónica Oltra, contradijo a Baldoví y aseguró que los nueve diputados de Compromís-Podemos-Ès el moment actuarán de forma común en caso de que no puedan formar un grupo propio. Este desencuentro reproduce el choque que ya mantuvieron el Bloc e Iniciativa durante las negociaciones que mantuvo Compromís con Podemos para establecer una candidatura de confluencia para las elecciones, una lista conjunta que se desbloqueó en el último momento cuando los nacionalistas –en principio muy reacios a converger con la formación morada– tuvieron que ceder ante el empuje del partido de Oltra, que presionó hasta el último momento para firmar el pacto.

Podemos, por su parte, es cauto a la hora de plantear las posibles alternativas a la configuración de cuatro grupos, aunque sus dirigentes admiten que esta opción está descartada e insisten en que su propuesta de grupo confederal es el escenario más ventajoso para las confluencias, porque ir al grupo mixto comporta "riesgos". En cualquier caso, las fuentes del partido consultadas señalan que la "formulación" del grupo de Podemos está abierta y hacen hincapié en que "no hay posiciones enfrentadas" entre las alianzas y Podemos, sino que la "voluntad" es "conciliar posiciones", lo que implicaría una "negociación" en la que se hablaría del nombre.

La Mesa del Congreso se reunirá el próximo miércoles para abordar las peticiones de todas las formaciones para establecerse como grupos parlamentarios. Fuentes de la Mesa explican que, pese a que la práctica habitual es que los diputados a los que se rechaza su propuesta se integren automáticamente en el grupo mixto, el órgano es "receptivo" a abrir un plazo de tres días para que estos parlamentarios decidan en qué grupo integrarse de entre los que sí se hayan admitido.

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