La nueva legislatura

Sánchez inicia el diálogo más cerca de C's que de Podemos

Sánchez inicia la negociación para la investidura más cerca de Ciudadanos que de Podemos

Ibon Uría

Desde la noche electoral del pasado 20 de diciembre, el PSOE mantuvo un mismo mensaje... hasta este martes: "Es el tiempo de Rajoy", era la consigna. Nada de negociar mientras el conservador no fracasara y fuera Sánchez quien recibiera el encargo del rey. Y aunque Rajoy evitó someterse a la investidura al declinar la oferta del monarca en la primera ronda de contactos y confesarse incapaz de reunir una mayoría suficiente en la segunda, el tiempo del PSOE y de Sánchez comenzó definitivamente este martes. Felipe VI le pidió que forme Gobierno y, minutos después, anunció que acepta y que empezará a negociar de inmediato.

Sánchez compareció ante los medios en el Congreso de los Diputados y repitió en varias ocasiones que va "en serio" en su aspiración de convertirse en presidente. "Vamos a asumir esa responsabilidad", sostuvo el candidato socialista. "Todas las fuerzas del cambio estamos llamadas a entendernos para que el cambio se haga realidad", agregó. Por ahora no aclaró qué votos buscará en primer término. En lugar de eso reiteró su no al PP: no lo quiere en su Ejecutivo, por más que Rajoy insista en la fórmula PP-PSOE-Ciudadanos. Y se limitó a explicar que tenderá la mano "a izquierda y derecha" –en lo que se entiende como un guiño a Ciudadanos ya habitual en las últimas semanas– y que dialogará con todos, salvo con los independentistas.

Preguntado reiteradamente por cuál es el socio que prefiere, el secretario general del PSOE evitó dar nombres y se atuvo en todo momento a una máxima: "Antes del con quién, es el para qué". Sánchez aseguró que "la formación de Gobierno no es un fin en sí mismo", sino que el objetivo "son las políticas". Pidió abandonar los "vetos" y buscar el entendimiento a partir de lo que une a distintos partidos: "El cambio", afirmó una vez más. Porque "el cambio no es patrimonio de un sólo líder ni de un sólo partido –agregó en lo que sonó a una alusión a Pablo Iglesias y Podemos–. El cambio es el deseo de millones de españoles". 

En su primera intervención pública tras recibir el encargo del rey, Sánchez desgranó las líneas básicas de la que pretende que sea su acción de Gobierno, basada en cuatro grandes ejes. A saber: poner remedio a la falta de oportunidades laborales, paliar la creciente desigualdad y combatir la pobreza, hacer frente a la desconfianza y los casos de corrupción y abordar la "crisis de convivencia" abierta con Cataluña mediante una reforma constitucional que avance "hacia el Estado federal". En los cambios en la Carta Magna y para "las grandes reformas", el candidato del PSOE reconoció que "el concurso del PP" es "no sólo conveniente sino necesario".

Roces con Podemos

Este mismo miércoles, apuntó Sánchez, comenzarán las negociaciones, conversaciones cuyo calendario no adelantó. Su objetivo es un "Gobierno con estabilidad" que pueda durar cuatro años, dijo. El socialista prometió implicarse "desde el primer minuto" en el diálogo con el resto de fuerzas y actuar con "transparencia, luz y taquígrafos". Recordó que someterá al voto de la militancia cualquier pacto de Gobierno, una consulta que anunció el pasado sábado y con la que pretende esquivar las presiones de los barones que no desean que alcance un acuerdo con Podemos. También dijo que consultará a los líderes de las federaciones socialistas.

Precisamente al partido de Pablo Iglesias le lanzó un mensaje: "Necesitamos responsabilidad. Los votantes de Podemos no entenderían que no se apoyara la candidatura de un presidente socialista que pusiera fin a cuatro años del PP. Es un ejercicio de responsabilidad para no quebrar la esperanza de millones de españoles". Preguntado por si los de Pablo Iglesias ya han renunciado a la consulta en Cataluña –una renuncia que el Comité Federal del PSOE marcó como condición previa innegociable para sentarse a hablar con otras fuerzas–, Sánchez respondió que "los mismos líderes de Podemos lo han dicho".

Ya en su primera comparecencia de la jornada, tras reunirse con el rey por la mañana, el candidato socialista había lanzado dardos al partido morado. Dijo haber sido objeto de "arrogancia" y "desplantes" por parte de Iglesias en las últimas fechas, y agregó que "los españoles quieren políticos que respondan con respeto". Por último, advirtió a la formación morada: "Para poder hay que querer". "La pregunta es si el resto de formaciones políticas respaldan el cambio que puede liderar el PSOE o permiten al PP gobernar cuatro años más. Los españoles no entenderían que las fuerzas del cambio no nos uniéramos", concluyó.

Más conciliador se mostró Sánchez con Ciudadanos. El candidato socialista destacó que con el partido de Rivera comparte cuestiones como la defensa de la reforma constitucional. "Tendremos que ver elementos en común", pronosticó. Además, definió el Ejecutivo que quiere conformar como "transversal".

Tiempo para negociar

En su segunda rueda de prensa, el líder socialista fue nuevamente preguntado por la posición que adoptará hacia los grupos independentistas catalanes: DIL y ERC. Dijo que "no buscará su apoyo", pero no respondió a la pregunta de qué haría si se abstuvieran y de ello dependiera su investidura. O si se ausentaran de la votación en el hemiciclo. "El PSOE defenderá siempre la integridad de España y el respeto a la Constitución y a la ley", apuntó Sánchez quien, en cualquier caso, dijo que también se reunirá con los partido catalanes "pero para decirles que no estoy de acuerdo y para decirles que no quiero su apoyo". "Que quede claro", zanjó.

Sánchez se dijo igualmente consciente de las "dificultades" a las que se enfrenta para alcanzar la Moncloa. "No hay más que ver las declaraciones de estas últimas horas y semanas", comentó. Y por eso pidió tiempo. "Al menos me gustaría tener lo mismo que ha tenido Rajoy –calculó–. Al menos necesitaremos un mes de negociación con el resto de fuerzas políticas". Poco antes, el presidente del Congreso, Patxi López, explicó que Sánchez le había pedido entre "tres semanas y un mes" antes del primer debate de investidura. Sánchez añadió que en las conversaciones le acompañará un "equipo negociador" cuya composición se conocerá este miércoles.

Iglesias carga contra el PSOE

Poco antes de conocerse que el rey proponía a Sánchez, Pablo Iglesias cargó duramente contra Sánchez: "Es como si el virus Rajoy hubiera afectado al PSOE", resumió el líder de Podemos en referencia a la ausencia de negociación entre ambos partidos hasta la fecha, una situación que previsiblemente cambiará a partir de este miércoles, según indicó Sánchez poco después. "No puedo entender cómo se puede hacer esperar a los españoles de esta forma", criticó Iglesias al PSOE, pues a su juicio "no tenía ningún sentido decir 'hay que esperar a Rajoy', y luego, cuando te hacen una propuesta, estar diez días sin hacer absolutamente nada".

El número uno del partido morado también cargó contra Sánchez por intentar negociar con izquierda y derecha a la vez. "Una opción con Ciudadanos y Podemos a la vez no es posible", repitió Iglesias, que acusó al socialista de jugar "en la ambigüedad" y con "cierta hipocresía", si bien matizó que mantiene la "mano tendida" para alcanzar un posible acuerdo. Por último, insistió en la idea de que "sólo hay dos opciones de Gobierno": "Una, un Gobierno de gran coalición que implique un acuerdo, en última instancia, entre PP, PSOE y Ciudadanos, y otra, un Gobierno con PSOE, Podemos e IU". 

PSOE, Podemos e IU ven posibles grandes acuerdos en materia económica

Rivera tiende la mano a Sánchez

Por su parte, el candidato de Ciudadanos, Albert Rivera, señaló que "la prioridad en el tiempo es el PSOE", si bien matizó que "la mano también está tendida al PP". Si los de Rivera votasen a favor de Sánchez –algo que no se descarta–, sumarían 130 escaños y necesitarían la abstención del PP o de Podemos para que el socialista fuera presidente. Quizá por ello el líder naranja subrayó sus diferencias con el partido de Iglesias en cuestiones que tildó de "fundamentales", como el modelo territorial y económico. El presidente del partido naranja insistió en que, en cualquier caso, ofrece "vía abierta" al candidato socialista para negociar un posible pacto.

Por este motivo, mostró su intención de negociar prioritariamente con el PSOE aunque ordenará a su equipo que mantenga contactos con el PP al considerar "necesaria, por activa o por pasiva, su participación" en un gobierno que lleve a cabo una "segunda Transición" que afronte reformas estructurales como la de la Constitución. "Vamos a tener poco tiempo, pero intenso, para ver los puntos de encuentro entre Ciudadanos y el PSOE, y supongo que el PSOE hará lo propio con otros partidos. Hoy mismo también he pedido al equipo que esta misma semana contacte con los equipos de trabajo del PP si es que están dispuestos como mínimo a hablar con nosotros", concretó.

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