Corrupción política

Génova se opone a que el PP valenciano cambie de siglas

Isabel Bonig sustituye a Alberto Fabra al frente del PP valenciano

El PP valenciano, presidido por Isabel Bonig, quiere abordar un profundo proceso de regeneración y renovación. Golpeado fuertemente por el caso Gürtel desde que este estalló en febrero de 2009 ahora la operación Taula vuelve a poner en el punto de mira a la formación regional. El primer paso dado por Bonig fue el de solicitar permiso a la dirección nacional para disolver el PP de la ciudad de Valencia y formar una comisión gestora. Un gesto que supone un duro golpe para Rita Barberá, exalcaldesa de Valencia y ahora senadora, y gran parte de sus excolaboradores, muchos de ellos imputados. Génova dijo sí. Pero también se había puesto sobre la mesa desde el PP de la Comunidad Valenciana la posibilidad de cambiar las siglas, de resetear a la formación. Y ahí Génova ha dicho no.

Esta fue una de las principales conclusiones de la reunión que el martes mantuvieron en la sede nacional del partido Bonig, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, y el vicesecretario de Organización, Fernando Martínez Maíllo. Fuentes conocedoras del contenido de la reunión consultadas por infoLibre señalan que este punto es innegociable. Y que la solución para el PP regional no pasa por un cambio de siglas.

El portazo de Génova al cambio de siglas no fue bien recibido en todos los sectores del PP valenciano. Algunos dirigentes consultados por este diario consideran que la dirección nacional debería repensar su decisión. "Somos nosotros los que nos presentamos aquí [en la comunidad] a las elecciones y el PP valenciano debe volver a estar en disposición de aportar mayorías absolutas al partido", señala un diputado en las Cortes.

Frente a esta opinión, en el entorno del presidente de los conservadores señalan que el PP es un partido con un discurso único en toda España y que una de sus señas de identidad es la unidad. "Ahora no es la mejor solución", señalan sobre la idea del cambio de siglas. En el fondo, existe el temor a que después de la valenciana lleguen otras direcciones regionales con demandas similares.

Congreso extraordinario

Más disposición encontró Bonig en la dirección nacional en mantener las conversaciones para intentar llegar a un acuerdo sobre la celebración de un congreso extraordinario para renovar los cargos orgánicos.

Se trata, no obstante, de un asunto complejo y que debería ser tratado con sumo tacto porque supondría hacer una excepción. Desde la celebración de las elecciones generales del pasado 20 de diciembre Mariano Rajoy ha sostenido en más de una ocasión que los congresos regionales se celebrarán tras el nacional y que este nunca será convocado ante de que el Gobierno en España ya esté formado. Una forma de mantener a salvo su liderazgo.

"Esto ya se acabó"

La estrategia de Rajoy desconcierta al PP

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Un Mariano Rajoy con un semblante muy serio intentó este jueves trasladar al Grupo Parlamentario Popular en el Congreso de los Diputados que tiene todo bajo control y que está convencido de que su estrategia, no sometiéndose a la investidura, es la acertada. Para el presidente del Gobierno en funciones no pasa inadvertido que los suyos están desconcertados por lo que ha ocurrido en los últimos días. Han sido varios dirigentes los que se lo han trasladado. Y tampoco pasa inadvertido que la operación Taula en el Ayuntamiento de Valencia, que ha golpeado al núcleo de confianza de Rita Barberá, tiene al partido sumido en una profunda preocupación en un momento en el que se negocia la formación de Gobierno. "Esto ya se acabó y aquí ya no se pasa ninguna", dijo.

El presidente del Partido Popular dejó la corrupción para el cierre de su intervención. No citó directamente a Rita Barberá, pero subrayó una vez más que en este caso y en todos su partido va a actuar igual sea quien sea el señalado. "Desde el presidente del Gobierno al militante más modesto del pueblo más pequeño de España", dijo Rajoy.

Aforada por mantener un escaño en el Senado, la Cámara en la que encontró refugio tras perder el consistorio, la exalcaldesa de Valencia es vista por muchos en su partido como la pieza que falta por encajar en el puzle de la operación Taula. La dirección nacional del PP y la dirección del partido de la Comunidad Valenciana están marcando distancias con ella. Nadie ha salido en su defensa. La opinión más extendida es que debería abandonar su escaño para que el caso no afecte al partido

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