Corrupción política

El PP abre expediente a Barberá horas después de que Rajoy asegurara que estaba “tranquilo”

"Es un paso adelante muy importante que Barberá atienda la petición del juez y a mí eso me deja tranquilo". Entre estas declaraciones del presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, y el anuncio de la apertura de un expediente informativo a la exalcaldesa de Valencia y a todos aquellos dirigentes salpicados por el caso Imelsa pasaron poco más de siete horas. Siete horas en las que la dirección nacional de la formación conservadora, su núcleo duro de poder, trasladó una imagen dividida. una imagen divididaDe un lado, el presidente del Gobierno en funciones parecía arropar a Rita Barberá, que en su día fue uno de los pesos pesados de su partido. De otro, los vicesecretarios de Comunicación, Pablo Casado, y Sectorial, Javier Maroto, se declaraban poco satisfechos con su comparecencia.

¿Con qué había que quedarse? ¿Estaban los papeles repartidos entre poli bueno y poli malos teniendo en cuenta que en el PP no se mueve nada sin que lo autorice Rajoy? El anuncio de una posible respuesta a estos interrogantes llegaba a primera hora de la tarde, cuando desde la dirección nacional del PP se trasladaba que el vicescretario de Organización, Fernando Martínez-Maillo, iba a hacer unas declaraciones esclarecedoras al respecto. Por momentos se especuló con que iba a desautorizar a sus compañeros. "Rita Barberá son palabras mayores y todavía tiene su peso en el partido", señalaba un veterano dirigente conservador. Pero también llegó a especularse con que se iba a unir a Casado y Maroto mostrando su malestar con lo raquítico de las explicaciones de la exalcaldesa y senadora. Un extremo, no obstante, algo descabellado si se tiene en cuenta que dejaría al descubierto a su jefe de filas.

El Comité de Derechos y garantías, a pleno rendimiento

La respuesta definitiva llegó horas después, a las 19.30 de la tarde. El partido ponía de nuevo en marcha a trabajar al Comité de Derechos y Garantías, también llamado de conflictos, un órgano interno de la formación que en los últimos meses está teniendo mucho trabajo con la acumulación de los escándalos de corrupción. Por ejemplo, la semana pasada se anunció la apertura de un expediente a Ignacio González después de conocerse su imputación por el caso del ático de Estepona.

Muchos en el PP respiraron aliviados al conocer este anuncio porque es algo que llevaban reclamando semanas. "Nos ha estropeado el discurso y nos ha restado iniciativa a la hora de negociar la formación de Gobierno", mantenía un diputado. Otra cosa, señalaba, es que "llegue a tiempo".

El Fiscal delegado Anticorrupción, Pablo Ponce, destaca, en su escrito en el que pide al juzgado del caso Imelsa que eleve una exposición razonada al Tribunal Supremo al considerar que existen indicios de responsabilidad criminal en la actuación de Barberá y que las diligencias practicadas revelan "la existencia de una operativa de blanqueo de capitales orquestada desde el grupo municipal del PP"

"La verdad"

Según anunció Martínez-Maillo, la dirección nacional del PP había decidido la apertura de un expediente informativo para investigar "la verdad política" que gira alrededor del caso Imelsa. De la verdad judicial, dijo, se encargarán los tribunales. Este expediente afecta a todas las personas señaladas en este escándalo, estén o no imputadas, y, por tanto, a la exalcaldesa de Valencia, Rita Barberá. Ella, según sostuvo, ya había sido informada. En esos momentos, la exalcaldesa se encontraba en su escaño del Senado, siguiendo el pleno.

No pasó inadvertido que en ningún momento de su intervención inicial el dirigente conservador citó a Barberá. Optó por no personalizar en ningún dirigente del PP valenciano la actuación del órgano disciplinario del partido.

Martínez-Maíllo hizo el anuncio en los pasillos del Congreso de los Diputados mientras en el hemiciclo continuaba el pleno. Será en breve, según sostuvo, cuando el Comité de Derechos y Garantías se reunirá para nombrar un instructor de esta causa. Este tipo de expedientes, según insistió Martínez-Maíllo, no prejuzgan. Pero, en ocasiones, terminan con la expulsión de los investigados del partido.

"Mil folios"

El dirigente conservador aseguró que la decisión había sido tomada esa misma mañana y que él mismo se había leído el sumario horas antes. Habló de "mil folios". "Hemos leídos algunas cosas que yo creo que deben ser aclaradas", sostuvo, al tiempo que mostraba su preocupación por el contenido de algunas de las grabaciones de llamadas de teléfono que habían podido escucharse en medios de comunicación.

Martínez-Maillo no supo precisar a cuántos cargos del PP, además de Barberá, afecta este expediente. No obstante, fuentes del partido apuntaron a unas 50 personas. 

Además, valoró positivamente que su compañera de partido hubiera comparecido. Y evitó entrar en juicios de valor. Casi al mismo tiempo que el dirigente conservador terminaba su breve comparecencia ante la prensa, el pleno del congreso debatía la creación de una comisión permanente para la auditoría de la calidad democrática, la lucha contra la corrupción y las reformas institucionales y legales. Y, tampoco es un detalle menor que el PSOE esté dividido sobre como hacer frente a la doble imputación del secretario general de los socialistas gallegos, José Ramón Gómez Besteiro.

Adiós a meses de mensajes contradictorios

El PP tomó su decisión cuando vio que Rita Barberá no tenía ningún inconveniente en seguir amarrada a su escaño. Y, con ello, pone fin a semanas de mensajes contradictorios. Tan pronto Rajoy aseguraba que no estaba dispuesto a pasar "ninguna" a nadie, como al día siguiente mostraba su respaldo a Barberá porque no estaba acusaba de nada y convenía no ser injusto. Todo ello, aderezado con el enfado, exhibido en público, de los dirigentes más jóvenes del partido.

Con este paso, Rajoy rompe lazos con una de las dirigentes con la que ha compartido muchos años en el partido. Y no una dirigente cualquiera. El PP de Francisco Camps y Barberá fue clave para que fuera proclamado presidente del PP en junio de 2008, cuando estaba fuertemente cuestionado por sectores de su partido. El congreso se celebró en Valencia.

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