La situación en el PP

El futuro del PP, pendiente de las candidaturas electorales de Rajoy, Feijóo y Alonso

El futuro del PP, pendiente de las candidaturas electorales de Rajoy, Feijóo y Alonso

Los conservadores volverán de vacaciones de Semana Santa y tendrán que tomar tres decisiones clave puertas adentro del partido. Si se convocan de nuevo elecciones generales para el 26 de junio Mariano Rajoy deberá convencer a quienes piensan que no es el mejor candidato. En el ámbito territorial tienen también algunas asignaturas pendientes, como las candidaturas por Galicia y Euskadi. Un asunto, este último, que trasciende lo autonómico por el perfil de los favoritospara optar a estos puestos, que también figuran bien situados en algunas quinielas sucesorias.

En medio de todo este proceso interno, el líder del Partido Popular deberá concretar más su oferta de Gobierno de coalición a PSOE y Ciudadanos. O reconocer abiertamente que su apuesta es ir a nuevos comicios. Si el 2 de mayo, casi en un mes, el Congreso de los Diputados no ha logrado investir a un presidente, se disolverán las Cortes y al día siguiente el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicará la convocatoria de elecciones para el 26 de junio.

Hace una semana, en una entrevista concedida a Telecinco, Rajoy se comprometió a dejar que se enfriara el panorama tras la investidura fallida del socialista Pedro Sánchez para retomar las conversaciones de cara la formación del Ejecutivo. Pese a que el argumentario oficial del PP repite machaconamente que la celebración de unas nuevas elecciones es el "último de los escenarios" que contempla el partido, la realidad es que Rajoy y los suyos llevan semanas en modo campaña: convenciones temáticas y actos por toda España

Rajoy dice que no se rinde

El jefe de los conservadores sabía desde el principio que su partido, pese a sectores muy concretos sin peso orgánico y minoritarios, iba a permitirle liderar la fase de negociación para la formación de un nuevo Gobierno. Desde la oposición, sobre todo desde Ciudadanos, se ha reclamado al PP que prescinda de su jefe de filas y designe un nuevo candidato para facilitar las rondas de contacto. Pero la respuesta por parte de la dirección nacional del partido y de los miembros del Ejecutivo en funciones ha sido un cierre de filas. Todo ello aderezado con declaraciones recurrentes del líder en las que ha asegurado que se siente un "activo del partido" y que no piensa rendirse "nunca".

¿Está garantizada esta paz

si en mayo se convocan nuevos comicios? La respuesta no es sencilla porque en el PP no hay unanimidad al respecto. Incluso hay miembros del Gobierno que creen que, en ese escenario, "lo lógico" sería que el partido se parase a hacer una reflexión. Se trataría, subrayan, de estudiar si Rajoy es la persona que proporcionaría al partido el mejor resultado.

Si a día de hoy las voces dentro del partido que han abogado por que Rajoy se aparte han tenido escasa repercusión, nadie se atreve a garantizar ahora que el proceso fuese a ser simétrico si se celebran nuevas elecciones. "Hay mucho en juego y no podemos permitirnos cometer más errores", señala un dirigente regional que cree que con otro candidato y con el "desgaste" al que se ha visto sometido Ciudadanos por pactar con el PSOE, el PP estaría en condiciones de mejorar los 123 escaños del pasado 20 de diciembre.

Los estatutos del PP establecen que el candidato a la Presidencia del Gobierno es el presidente nacional del partido. Con ellos en la mano y sin la convocatoria de este cónclave en el horizonte, Rajoy sigue estando legitimado para repetir como candidato. Pero es él quien tiene la última palabra. Si como dice, se siente con ánimo y fuerza para volver a ser el cabeza de lista del PP, podrá encontrar algunas resistencias. "Pero, al final, encontrará el respaldo del partido", considera un miembro del Comité Ejecutivo Nacional del PP. La misma fuente subraya que "se lo merece" por la dificultad de los últimos años.

¿Sería necesaria la convocatoria de un congreso para buscar candidato si Rajoy decide que el candidato debe ser otro? No. Fuentes de la dirección nacional del partido consultadas por infoLibre señalan que bastaría con la convocatoria de una Junta Directiva Nacional, el mayor órgano del partido entre congresos. El día después de las elecciones Rajoy sostuvo que no iba a haber congreso nacional hasta que se resolviese la formación de Gobierno. Su anuncio fue interpretado con un forma de blindarse ante sectores críticos.

Feijóo deshoja la margarita

Alberto Núñez Feijóo

, tiene una tarea pendiente que hace que muchas miradas en el PP se dirijan hacia él. En enero avanzó que en abril tenía en mente desvelar si estaba dispuesto a encabezar de nuevo la lista de su formación para las autonómicas gallegas. Sería su tercera vez. Ahora, a punto de apurarse , muchos de sus compañeros de partido dirigen la mirada hacia él. No sólo por lo que pueda pasar en la Xunta de Galicia, sino por su repercusión en el ámbito nacional. No es ningún secreto que es fijo en todas las quinielas en las que se apuesta por los posibles sucesores de Rajoy si éste se apartara.

A la espera de que deshoje la margarita, en la dirección nacional del partido confían en que vuelva a apostar por Galicia. Las fuentes consultada por este diario insisten en que el PP "tiene que ganar en Galicia" y que el mejor posicionado para ello es Núñez Feijóo. "Siempre que ha tomado una decisión ha tomado la mejor para el partido", mantienen.

En el Partido Popular de Galicia (PPdeG)Partido Popular de Galicia (PPdeG) rechazan entrar en especulaciones y recuerdan que fue Feijóo el que marcó sus propios tiempos y que será él el que anuncie su decisión.

Cargos del PP consultados por infoLibre coinciden en que "el calendario" complica a Feijóo su aterrizaje en la política nacional si es esa su intención. Porque en abril, cuando se rompa el misterio, es muy probable que todavía no haya presidente del Gobierno. 

Hace un par de semanas, en el congreso regional del PP de Pontevedra, Feijóo no dio una sola pista de por dónde puede ir su decisión. Rajoy estaba entre el auditorio. 

Alfonso Alonso, ¿candidato a lehendakari?

Otra de las tareas pendientes de los conservadores es la de elegir a un candidato a la presidencia del Gobierno vasco para los próximos comicios. Desde el pasado mes de octubre el líder de los conservadores de Euskadi es Alfonso Alonso, diputado por Álava y ministro de Sanidad en funciones. Ocupó la vacante dejada por Arantza Quiroga. Fuentes de la dirección del PP vasco sostienen que, a día de hoy, no hay nada cerrado sobre su candidato a lehendakari. No obstante, si se siguiera la costumbre, éste tendría que ser Alonso, que fue alcalde de Vitoria durante años. ¿Habrá congreso para ratificar a Alonso en este órgano del partido o para escoger a otro dirigente antes de las elecciones? Esa era la idea inicial, pero el calendario electoral nacional, en el caso de repetirse los comicios, lo marcará todo. En la formación recuerdan que el lehandakari Iñigo Urkullu había manejado en su día adelantar las autonómicas a junio, pero que ahora este este escenario se desvanece por la posibilidad de que coincidieran con las generales.

Como sucede con Feijóo, lo que ocurra con Alonso también tendrá una lectura en clave nacional. Hombre de la máxima confianza de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y del propio Rajoy, siempre ha sonado para ocupar puestos destacados en el partido. Llegó a Madrid para ser portavoz adjunto del Grupo Parlamentario Popular cuando la portavoz era Santamaría. De ahí pasó a ser portavoz cuando el PP ganó las generales. Esto le proporcionó un asiento en el Comité de Dirección del PP y, por tanto, acceso directo a Rajoy. Cuando el Ejecutivo tuvo que sustituir a Ana Mato en Sanidad se apostó por él. Y cuando Rajoy renovó la dirección del PP el pasado junio no contó directamente con él, pero sí se trajo de Vitoria a Javier Maroto. Al exalcalde de Vitoria, de la máxima confianza de Alonso, se le encomendó la vicesecretaría de Sectorial.

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También despacho en Génova tiene otro dirigente del PP alavés: Iñaki Oyarzabal, responsable de Justicia y Libertades Públicas.

Alfonso Alonso, que se había negado en ocasiones anteriores a liderar el PP vasco, estaba enfrentado con Quiroga desde el último congreso regional del partido. Los conservadores alaveses siempre sostuvieron que se había llegado a un acuerdo para que Iñaki Oyarzabal fuese el secretario general del partido, pero que Quiroga lo incumplió. Ésta, en cambio, se negó tajantemente con el argumento de que había que buscar "nuevas caras". Y ganó. En todo este proceso, Quiroga siempre contó con el respaldo de María Dolores de Cospedal.

En sus comparecencias públicas, Alonso no da pistas sobre su futuro. Si Rajoy apuesta por él como candidato tendrá el reto de evitar que el PP vasco se convierta en una fuerza residual en Euskadi.

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