Abuso policial
Ester Quintana, que perdió un ojo por una bala de goma de los Mossos: “Espero que se haga justicia”
El juicio contra dos agentes de los Mossos d'Esquadra acusados por el disparo que dejó sin ojo a Ester Quintana durante la huelga general de noviembre de 2012 comenzó este lunes, ante lo que la víctima declaró: "Espero que se haga justicia".
"Llevo tres años esperando este juicio, que es muy importante para todos los afectados por balas de goma y violencia policial", valoró en declaraciones a los medios a las puertas de la Audiencia de Barcelona ante el primer día de la vista, dedicado a resolver cuestiones previas y al visionado de vídeos.
El escopetero Llorens B., acusado de disparar, y el subinspector Eduardo C., que presuntamente dio la orden de hacerlo, se enfrentan a dos años de cárcel y cuatro de inhabilitación que pide la Fiscalía, mientras que la acusación particular solicita nueve años de prisión.
La sesión comenzó con la resolución de cuestiones previas, entre ellas la petición de la abogada de Quintana de que la víctima pudiese estar presente este lunes durante en el visionado de los vídeos de la causa, pero el tribunal lo denegó, informa Europa Press.
Se visionaron vídeos aportados por testigos, de cámaras de seguridad y de medios de comunicación sobre diferentes momentos de la manifestación, en algunos de los cuales se escuchan disparos, y también una grabación en la que sale Quintana, ya herida, presuntamente por una pelota de goma.
En la sesión de este lunes, el dispositivo policial de los Mossos –que incluyó dos agentes de los antidisturbios de la Brigada Móvil (Brimo)– permitió a los dos agentes acusados entrar al Palau de Justícia por puertas secundarias, evitando así a los medios de comunicación.
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Este martes declarará la víctima y testigos
El juicio continuará este martes a las 10 horas con la declaración de Ester Quintana y otros ocho testigos; el interrogatorio a los dos acusados previsiblemente en el tramo final de la vista el miércoles 27 de abril.
La Fiscalía cree probado que el subinspector ordenó al agente disparar pese a que la situación tras la manifestación "no requería en modo alguno el disparo de pelotas de goma y podían servirse de otros medios menos lesivos", pues en esa zona y en ese momento no había ningún tipo de altercados.
