Campañas electorales

Los partidos plantean reducir el coste de unas nuevas elecciones

Rafael Catalá

Ibon Uría

"No dar tanto la lata". Ese fue el argumento con el que el ministro de Justicia en funciones, Rafael Catalá, defendió este lunes recortar la campaña electoral si hay unos nuevos comicios el 26 de junio, una posibilidad que está cada vez más cerca. Catalá comentó que "sería positivo" buscar "algún instrumento legal" para "ser más ágiles" y reducir el citado periodo. La idea no es completamente nueva entre los conservadores: hace ya una semana, el presidente del PP de Gipuzkoa y parlamentario vasco, Borja Sémper, defendió ir más allá y eliminar la campaña. "Me gustaría no hacer campaña, no creo que vayamos a proponer nada nuevo: ya lo hemos contado todo. Y aparte del gasto, sería muy poco edificante volver a realizar mítines, debates...", dijo.

Mientras tanto, PSOE, Ciudadanos, Podemos e IU-Unidad Popular pusieron el foco en la reducción de los gastos que acarrearía una nueva cita con las urnas. Al margen del desembolso que efectuó cada formación –los socialistas gastaron unos 9 millones de euros, Ciudadanos unos 4 millones, IU aproximadamente 2,5 millones y Podemos 2,2 millones–, los comicios supusieron un gasto superior a los 130 millones de euros para el Estado en conceptos como logística, envíos postales o telecomunicaciones durante la jornada electoral.

Los partidos, además, reciben subvenciones públicas en función de sus resultados electorales: tras las últimas generales cobrarán 21.167,64 euros por cada diputado o senador obtenido, 0,81 euros adicionales por cada uno de los votos recibidos –siempre y cuando hayan obtenido al menos un escaño en el Congreso–, y 0,32 euros más por cada uno de los votos conseguidos por cada candidato que haya obtenido un acta de senador. Las formaciones que logran grupo parlamentario en alguna de las cámaras tienen también derecho a percibir 0,22 euros por cada elector al que le hayan enviado sobres y papeletas electorales. Ninguno de los partidos ha planteado por ahora la posibilidad de renunciar a estas cantidades.

Plazos fijados por ley

Sobre la opción planteada por Catalá de reducir el tiempo de la campaña, el propio vicesecretario general de Comunicación del PP, Pablo Casado, admitió que sería "muy difícil" aprobar esa modificación a tiempo por la "cercanía" del 26 de junio, ya que la ley "recoge" los plazos y no hay espacio para tramitar los cambios en el Congreso. En efecto, los plazos están fijados en el artículo 51 de la LOREG, que establece que la campaña dura exactamente quince días: de la trigésimo octava jornada posterior a la convocatoria, a las cero horas del día inmediatamente anterior a la votación. En el caso de las hipotéticas elecciones del 26 de junio se celebraría, por tanto, entre los días 10 y 24 de ese mismo mes.

El portavoz en el Congreso del PSOE, Antonio Hernando, señaló que no hay tiempo para modificar la norma antes de las elecciones. El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, preguntado por las palabras del ministro Catalá, apuntó que los debates "son gratis". "Si están hablando de reducir costes, estaremos encantados. Pero no vale prohibir la campaña porque tengo un candidato al que le da pereza ir a debates", agregó.

Fuentes de la dirección de IU-Unidad Popular consultadas por este diario alertaron de los "intereses" que podrían tener los planes para hacer "la campaña más corta". "Nos parecería bien si se garantizase, por ejemplo, que va a haber debates plurales en las televisiones públicas. Estaríamos dispuestos a que la campaña tuviera otra duración para recortar gastos, pero no para recortar la igualdad de condiciones", señalaron.

Menos envíos de propaganda

Reducir el coste de unas nuevas elecciones para las arcas públicas es, por tanto, la cuestión que la mayoría de los partidos sitúan en el centro del debate. Según los datos del Ministerio del Interior, el Estado se gastó en las generales del 20-D algo más de 130 millones de euros.

La mayor partida se destinó a los envíos de sobres y papeletas electorales: un total de 48 millones de euros pagados a Correos. Al menos tres partidos plantearon este lunes que ese gasto podría reducirse. El socialista Hernando afirmó que es "muchísimo gasto", se mostró dispuesto a que no se abone a los partidos por ese buzoneo y consideró que los ciudadanos no deberían pagar por la "irresponsabilidad de quienes van a llevarnos a unas nuevas elecciones". El número uno de Ciudadanos, Albert Rivera, dijo que estaría "encantado" de hablar del gasto en este capítulo, aunque no detalló qué fórmula elegiría para reducirlo. Y fuentes de IU respondieron, a preguntas de este diario, que han propuesto en numerosas ocasiones hacer un único envío conjunto con los sobres y las papeletas de todos los partidos, una táctica que, según datos de la candidatura, podría suponer un ahorro de en torno a 40 millones.

Otras partidas directamente relacionadas con la jornada electoral parecen más complicadas de reducir. El Estado, por ejemplo, gastó casi 13 millones de euros en el despliegue especial de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, 12,8 millones en la difusión del escrutinio provisional y las telecomunicaciones necesarias durante la jornada, 12,5 millones en logística y reservó otros 1,7 millones para gastos menores e imprevistos durante la votación.

Campañas más austeras

El segundo capítulo en el que varios partidos proponen reducir costes es el gasto que realizan directamente los partidos. Fuentes socialistas comentan, por ejemplo, que "campaña a campaña se ha ido reduciendo ese presupuesto". En 2011, por ejemplo, el PSOE se gastó 12,7 millones en quince días. Cuatro años después el desembolso fue un 30% inferior.

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Pero las formaciones que mayor hincapié hicieron este lunes en este punto fueron Podemos y Ciudadanos. El partido de Pablo Iglesias aseguró a preguntas de infoLibre que viene "con el presupuesto reducido de casa" y argumentó que, con respecto a la subvención máxima que le correspondía en función de sus resultados electorales, le ha "ahorrado a la Administración" un total de 12.528.000 euros porque ha gastado por debajo de ese tope. "Saludamos que el PSOE ahora se lo plantee. Si reduce el gasto a la mitad seguirá gastando el doble que nosotros", agregó un portavoz del partido.

Rivera, por su parte, se dijo "absolutamente dispuesto a que el PP y el PSOE se gasten la mitad de la mitad y gasten como Ciudadanos". "Si ahora se plantean gastar 3 o 4 millones en lugar de 20, ¿dónde hay que firmar?", se preguntó el líder del partido naranja durante un rueda de prensa. "Somos de los que menos gastamos y de los que menos pensamos gastar, así que si están hablando de reducir los costes estaremos encantados, porque además nos igualaría", agregó.

Fuentes de la dirección de IU admitieron, por último, que si hay unos nuevos comicios en junio la formación se verá obligada a hacer "una de las campañas más modestasen sus 30 años de historia". "IU no tiene dinero para afrontar otras elecciones", reconocieron fuentes de la cúpula de la federación, que tras perder más de 600.000 votos y pasar de once a dos diputados en las pasadas generales, se quedó sin grupo propio en el Congreso y no pudo recuperar los fondos gastados en el envío de sobres y papeletas electorales –en torno a 1,8 millones de euros–, lo que agravó su situación económica y le obligó a aprobar un duro plan de ajuste.

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