Los paraísos fiscales, al descubierto

La relación de Blesa con la empresa de armas Einsa más allá de Panamá

Miguel Blesa en una imagen realizada durante una visita a Einsa incluida en los correos del expresidente de Caja Madrid.

El consejero delegado de la empresa Equipos Industriales y de Manutención (Einsa) informaba de forma periódica y al detalle a Miguel Blesa de las cuentas de la firma y de su avances en el negocio de las armas, según se constata en los correos secretos del expresidente de Caja Madrid que obran en poder de infoLibre. De acuerdo con los los papeles de Panamá, Blesa firmó en 1992 un poder de una empresa opaca que hizo negocios con la propia Einsa.

Einsa fue la empresa que, por mediación del entonces presidente de la caja madrileña, ofreció en 2008 al expresidente del Gobierno José María Aznar un contrato a comisión en Argelia y Libia, entre otros países.

Pero la filtración de los documentos del bufete de abogados panameño Mossack Fonseca pone de manifiesto nuevas vinculaciones hasta ahora desconocidas entre Miguel Blesa y Einsa, cuyo consejero delegado, Pedro Rodríguez Plá, explicaba al expresidente de Caja Madrid sus avances en los negocios de la industria armamentística.

Un poder notarial

Tanto La Sexta como el periódico El Confidencial informaron el pasado sábado de que Blesa firmó en abril de 1992 un poder notarial en Panamá que se utilizó para constituir una empresa en España y realizar importantes inversiones: se trata de Danforth Ibérica.

La sociedad que otorgó al expresidente de Caja Madrid este poder, siempre según la información facilitada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), fue Danforth Investments S.A, constituida por Mossack Fonseca en el país centroamericano.

Meses antes de que Blesa rubricara el poder notarial, la firma panameña adquirió el 45% del capital social de la empresa Construcciones Aeronavales S.A. (Cansa) por 315.000 euros.

Del consejo de administración de Cansa formaron parte, hasta diciembre de 1992, el excandidato del PP al Congreso José María Montoto, la propia Einsa y su consejero delegado, Pedro Rodríguez Plá.

Los correos de Blesa muestra que entre el banquero y Rodríguez Plá existía una relación similar a la de dos socios. Los primeros correos en los que el máximo responsable de Einsa informó a Blesa de las cuentas de la firma se remontan a marzo de 2006 y se mantienen hasta su salida de Caja Madrid en 2009.

En concreto, este diario ha detectado una cuarentena de mensajes desde el email de Rodríguez Plá hacia el de Blesa, en el que se aportan datos muy concretos. Por ejemplo, uno de 5 de agosto de 2007, en el que Blesa tiene acceso a las previsiones de negocio y el contenido de las entrevistas de los directivos de Einsa con firmas como la europea EADS o la norteamericana Lockeed Martin. "Previsión de nuestro negocio en base a cierre previsto para 2007 y qué podemos esperar para 2008 y 2009", llega a resaltar Rodríguez Plá a Blesa, al que también informa de cómo avanzan sus negocios en países del Este europeo: "Se están abriendo poco a poco como una flor. Este negocio será importante para nosotros en un muy próximo futuro".

"Puede ser de nuestro interés"

En ese mismo mensaje, que tiene una gran extensión y analiza al detalle las actividades de los directivos de la empresa armamentística, Rodríguez Plá hace una valoración sobre la posibilidad de vender Einsa a una empresa de Estados Unidos que resulta muy elocuente: "Sigo pensando que necesitamos estar en EEUU si queremos tener una opción en Lockheed Martin y quiero saber si esta alternativa puede ser de nuestro interés".

Al final de este extenso mensaje de agosto de 2007, el consejero delegado de Einsa se excusa por la extensión del mismo: "Siento la longitud de este email, pero es importante que sepas por dónde andamos. Creo que nuestra compañía vale entre 60 y 80 millones de euros y que si se vende perfecto, pero si no se vende no seré yo el que se ponga a llorar".

"Para el bien de nuestra compañía"

Pero esta referencia no es la única que demuestra el detalle con el que el ejecutivo de Einsa informaba a Blesa. El 15 de febrero de 2008, Rodríguez Plá le dice al entonces presidente de Caja Madrid: "Quedo a tu disposición, pero me gustaría que si hacemos alguna cosa, sea para el bien de todos y en especial para el bien de nuestra compañía".

El 1 de septiembre de 2008, el consejero delegado de Einsa vuelve a enviar un mensaje a Blesa, en el que le informa de que el fabricante ruso de aviones Ylyushin "está esperando que le confirmemos nuestra visista (irán Carlos y Denis) a su central para hablar de los equipos que Venezuela quiere que le suministremos a través suyo. A mi me parece que la visita acompañada que tenemos pendiente sería bueno que tuviese lugar antes de este viaje. Cuando puedas me dices algo", completa el mensaje, que prosigue con temas personales.

El 29 de febrero del mismo 2008 Rodríguez Plá también se refiere a los avances de Einsa en el sector: "El negocio de Venezuela cada día parece más seguro; es probable que esté centrado el crédito documentario correspondiente antes del próximo junio y para un monto inicial de unos 26-28 millones de euros. ¿Tenéis alguna relación con este país que nos permita hacer la operación a través de vuestra organización?", le acaba preguntando en el mensaje el directivo de Einsa a Blesa.

Jersey y Luxemburgo

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Tal y como adelantó infoLibre, Einsa tenía en 2013 como accionistas mayoritarios a dos sociedades opacas constituidas en el paraíso fiscal de Jersey (Islas del Canal de la Mancha) y trasladadas luego a Luxemburgo. Una de esas empresas figura en la lista de compañías cuyas operaciones pidió investigar la Fiscalía Anticorrupción en 2002 tras el estallido del caso BBV Privanza, cuyo entonces director, Alfredo Roselló Montelongo, pertenece al consejo de administración de Einsa.

Las dos sociedades que, creadas en Jersey y transferidas luego a Luxemburgo, se repartían en diciembre de 2013 el 87% del accionariado de Einsa son Rona Industries, que poseía el 72% de la compañía, y Caraway Holdings, que ostentaba el 15%. El 13% restante estaba en 2008 a nombre de la esposa y un hijo del consejero delegado de Einsa.

Asimismo, Einsa recibió más de 12,9 millones de euros de la administración mediante adjudicaciones entre 1996 y 2004, periodo de gobierno de José María Aznar. Tras su salida del Gobierno, Aznar realizó gestiones a partir de 2006 en favor de esta empresa española de material bélico para ayudarle a abrir nuevos mercados. 

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