'Operación Nelson'

Lecciones morales para políticos, por el ‘doctor’ Luis Pineda

Luis Pineda, presidente de Ausbanc, a su llegada sede de la asociación el pasado 15 de abril.

Reflexiones sobre el proletariado y defensas a ultranza de la clase media. Elogios del sistema bancario español y enmiendas a la totalidad del mismo. Citas de Alexander Solzhenitsyn y de Baltasar Gracián. Mucha egolatría, pinceladas ideológicas contradictorias, posiciones tornadizas, ataques furibundos, demostraciones de un profundo conocimiento de los intríngulis del mercado financiero. Este cóctel, servido con su característica verborrea, resulta de las comparecencias de Luis Pineda, entre 2011 y 2014, en los parlamentos de Andalucía, Cataluña y la Comunidad Valenciana. A dichas cámaras acudió convocado en calidad de experto, concretamente de presidente de Ausbanc, la falsa asociación de consumidores que en realidad era –según la investigación del juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, que lo ha enviado a prisión– una organización criminal para extorsionar a empresarios, sobre todo banqueros. A cambio de dinero, Ausbanc y Manos Limpias suavizaban o abandonaban sus campañas judiciales o mediáticas, según la investigación policial y judicial.

Pineda pasó por estas tres sedes de la soberanía sin sufrir un rasguño y, en algún caso, repartiendo a los diputados regañinas, lecciones políticas y reconvenciones morales. infoLibre ha hecho un repaso de sus comparecencias.

Parlamento de Andalucía: 16 de junio de 2011

Pineda acudió a ofrecer sus aportaciones a la Comisión de Economía, Innovación y Ciencia del Parlamento de Andalucía, donde se trabajaba en la reforma de la Ley de Cajas de Ahorro. El presidente de Ausbanc mostró en aquella comparecencia su lado más halagador. Adaptado al contexto de un Parlamento con mayoría absoluta del PSOE –entonces con José Antonio Griñán como presidente–, Pineda realizó una intervención marcada por una defensa a ultranza del sistema de cajas de ahorro. "Claro, no se ven muchos guerrilleros que tengan que pagar hipotecas, ¿eh?", afirmó, en referencia a las ataduras que genera la propiedad. "En España la gente no quiere ser proletaria, quiere ser propietaria. Y las cajas tenían asignada por ley esa facilidad. Los bancos, no".

Aunque no aclaró su origen, la frase de los "propietarios" y los "proletarios" es una acuñación del falangista José Luis Arrese, primer Ministro de la Vivienda con Francisco Franco, que dejó dicho: "Queremos un país de propietarios, no de proletarios". Pineda, lógicamente, jamás hacía referencia a su notorio pasado ultraderechista como dirigente de la organización radical y violenta Frente de Juventud. En lo ideológico, al presidente de Ausbanc no había por dónde calarlo en su discurso. Se presentaba, en todo caso, como un hombre quijotesco. Tanto que tuvo que aclarar: "Yo no voy a hacer que cambie el mundo hoy aquí".

Su intervención se centró en defender las cajas de ahorro, cuyo papel como motor de financiación de las pequeñas y medianas empresas (pymes) "ha generado uno de los sistemas financieros más solventes del mundo, porque está basado en economía real". "No está basado en productos estructurados, en negocios de casino, en productos estilo Lehman", añadió. Pineda, que con posterioridad incorporó a su discurso un reproche muy severo a las inyecciones de capital público a la banca, entonces lo veía todavía de otra manera: "Considerando el mercado global y mundial las ayudas de nuestras cajas de ahorro son absolutamente ridículas comparadas con las alternativas". "Las cajas eran un modelo de éxito, eran nuestro modelo", añadió.

Ausbanc no había sido expulsada aún, como lo fue en 2014, de los registros de asociaciones de consumidores de España por el Gobierno (PP) y de Andalucía por la Junta (de PSOE e IU, entonces). Los políticos no eran el foco principal de sus invectivas, sino el Banco de España por su fracaso en su papel de supervisor. "Es la naturaleza humana trabajar lo menos posible y ganar lo más, pero para eso están los árbitros", afirmó.

El yo está siempre presente en las intervenciones de Pineda. "Soy kelseniano", afirmó, en referencia al jurista austriaco Hans Kelsen, que hizo una contribución decisiva al concepto de derecho positivo por oposición al derecho natural. Y por supuesto, como hizo en todas sus intervenciones parlamentarias, dedicaba un generoso espacio a vender las bondades de su asociación. "Ausbanc tiene desarrollos en 19 países [...]", recitaba.

Pineda rara vez deja de hablar. Es un frenesí. Se apoya en papeles, pero frecuentemente mira directamente a sus señorías. Sabe de lo que habla. Conoce al detalle los intríngulis del mercado financiero español, y exhibe también conocimientos en derecho comparado. En su comparecencia en Andalucía, su verborrea se desató en descripciones jurídicas, vagas citas literarias y referencias históricas. "Todos somos abrahámicos. Judíos, cristianos y musulmanes partimos de Abraham y todos sabemos lo que es la usura. Viene en el mismo texto, desde la Torá hasta el último, hasta los ismaelitas", dijo.

El debate de los sueldos de los banqueros, a los cuales ya por entonces había empezado a exprimir, era a su juicio mirar el dedo en vez de la luna. "A mí me parece un brindis al sol saber lo que gana el presidente o el director general [...]. Me parece muy bien. Me parece estupendo que ganen lo que se merecen, pero que tengan responsabilidad".

Parlamento de Cataluña: 25 de julio de 2011

La Comisión de Justicia del Parlamento de Cataluña recibió a Pineda para recabar sus propuestas y medidas contra el sobreendeudamiento, que serían presentadas a la Mesa del Congreso de los Diputados. Al igual que en Andalucía hizo patria y reivindicó su origen malagueño, en Cataluña Pineda intentó ganarse a la audiencia con guiños culturales. "Moltes gracies, bon dia. Siento no poder expresarme en catalán, me gustaría, pero...", dijo nada más empezar. Y más adelante, en uno de sus habituales saltos, afirmó: "Bendito sea el arbequino [un tipo de aceite de oliva], tan típicamente catalán". En vez de España decía "Estado español".

Al contrario de lo que hizo en Andalucía, donde apenas realizó una alusión directa a un banco –concretamente, una de corte elogioso al Popular–, en el Parlamento de Cataluña llevaba en el guión atacar con contundencia a Catalunya Caixa. "Aquí en Cataluña tenemos el peor y el mejor ejemplo. Desde La Caixa, que ha dado una lección de cómo se puede generar una gran caja de ahorros popular, hasta lo peor, que es Catalunya Caixa", dijo.

Esta vez las ayudas a la banca, concretamente las percibidas por Caixa Catalunya, sí le parecían indignantes. "Los consumidores pagamos, todos nuestros bienes están sujetos a la obligación. No me pidan más. Los impuestos para esas ayudas también los pagamos nosotros [...]. ¿Más? Como no me corte las venas...".

Su primera intervención en Cataluña comparte con la andaluza la reivindicación del papel de Ausbanc y esa especie de tarea comercial que realizaba en plena comisión. "Me permito entregarles un informe detallado [sobre Ausbanc]", les dijo a sus señorías. Iba preparado para explicar la actividad de su asociación, su trayectoria y planes de futuro. Y más tarde, al objeto de ilustrar a los diputados sobre las materias, les adelantó: "Si me lo permiten les haré llegar un dossier. Son... bueno, es mi tesis doctoral, que acabo de presentar, que es sobre la supervisión europea en materia bancaria, aseguradora y financiera". Según señaló Pineda, "el lobby bancario funciona muy bien", por lo que "necesitamos organizaciones [de consumidores] serias y parlamentarios que se sepan los temas". Para eso estaba él allí.

Cortes Valencianas: 15 de abril de 2013

Luis Pineda compareció en la comisión de investigación sobre la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) en las Cortes Valencianas. Esta vez ya no fue a gusto, ni con ganas de dorar la píldora lo más mínimo a sus señorías. No se molestó en disimular su indignación por haber recibido una carta, al igual que todos los demás comparecientes, en la que se le advertía de su obligación de decir la verdad. En caso contrario, se le hacía saber, asumiría responsabilidades penales. “Me dolió recibir esta carta. No todos los comparecientes somos iguales", manifestó.

Su carga contra los diputados fue esta vez frontal. “Políticos y sindicatos han hecho que se viniesen abajo las cajas de ahorro en dos legislaturas. Ustedes tenían la supervisión y el control”, les soltó a la cara, molesto ante unos políticos que, "acostumbrados a tanta cháchara", no hicieron su trabajo, a juicio de Pineda.

Espero que en esta comisión descubran que todos los controles de las cajas de ahorros eran falsos”, dijo, menos de dos años después de su encendido elogio al sistema de cajas. “Ha habido corrupción institucional y corrupción mezquina de muchos funcionarios del Banco de España y de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, cuyo ritmo de vida no se acomodaba a sus posibilidades", proclamó, sin ofrecer ningún detalle. Tal fue el tono que fue adquiriendo su intervención que el presidente de la comisión, Rafael Maluenda, le advirtió de que lo llamaría al orden si persistía ese nivel de descalificación.

Pocas semanas después Ausbanc emprendió una campaña para protestar por no haber sido convocada a una reunión de la subcomisión de Transparencia Bancaria del Congreso de los Diputados.

Parlamento de Cataluña: 5 de febrero de 2014

Su segunda intervención en el Parlamento de Cataluña fue en la Comisión de Empresa y Ocupación, que lo reclamó para que diera sus puntos de vista sobre la modificación del Código de Consumo de Cataluña. Pineda cambia totalmente con respecto a la primera su tono y su talante, mucho más enojado, en línea con su jornada en las Cortes Valencianas. "Bueno, si estoy siendo disperso.. es que llevo esperando una hora y me he despistado", dijo al poco de comenzar, evidenciando su malestar por el retraso.

Su intervención por momentos pareció una diatriba. "Hay una pandemia de productos tóxicos", afirma. "Los productos han sido absolutamente cancerígenos [...]. Los banqueros hacen cosas que son criminales", añadió. Esta vez –junto con la consabida glosa del papel de Ausbanc–, Pineda hizo una encendida defensa de la clase media. "La clase media es la que sostiene un país", afirmó. Y después: "Legislen con mucho cuidado sobre las clases medias, que son las que sostienen todo esto, ¿eh? No sólo a la banca, a ustedes también".

Pineda realizó sus características digresiones para desviarse hacia sus propias opiniones. "Soy europeísta, español, y me encanta el euro. Fuera hace mucho frío", afirmó. Y también ofreció sus pinceladas ideológicas de rigor: "Lo más bonito era la Constitución de Cádiz". Pero esta vez toda su intervención fue mucho más crispada, con alusiones críticas a Adicae, la organización "que más subvenciones se lleva del Estado, por algo será".

Le enfadó especialmente el poco tiempo que se le dio para intervenir y el grado de detalle con el que los diputados le preguntaron sobre la propuesta estelar de su intervención: la "mediación forzosa". "Si me quieren escuchar, me tienen que dar tiempo. Y si no, no me pregunten. Ya está bien, ya está bien".

"Torres Hurtado detenido el miércoles tras ir a la Feria. Luis Pineda detenido hoy tras venir de la Feria. ¿Quién va este 'finde' a la feria?"

"Primero, me pago yo el viaje. No tengo ninguna subvención, ni de Cataluña, ni del Estado, ni nada...", protestó. El presidente de la comisión, Rafael Luna, le dijo: "Tiene el tiempo". Y ahí Pineda se revolvió, con unas formas que recuerdan a las desveladas por los pinchazos telefónicos incorporados por el juez Pedraz a sus autos: "No, no, no [...]. A mí este paripé de que quedan bien ustedes con nosotros, los consumidores, pues ya está bien. Y que conste en acta. Me parece un paripé intolerable. Y si no, no nos llamen". Pineda insistía en el valor de su tiempo. "Yo tengo que atender a mis asociados, que son los que nos pagan". Pineda ilustra en varias ocasiones su condición de hombre ocupado. Concretamente, explica, acaba de visitar Venezuela.

En la segunda intervención de su comparecencia, tras las preguntas de los diputados y el choque con el presidente de la comisión, Pineda se desató: "Yo llevo 27 años. A mí me han dicho de todo, y pagado. Porque, claro, esa gente luego deja El Periódico, Interviú, y se viene a trabajar conmigo, y me dice cuánto le pagaron [por atacarme]". Según Pineda, hay "una campaña de difamación" contra él "organizada y pagada" que llega a lo más alto. "Como el BBVA ha metido 700 millones en Google, ¡pues no hay manera de borrar las mentiras sobre mí!".

"Por lo menos no estoy muerto, porque hay otros sitios donde te matan. Aquí destrozan tu honorabilidad", se quejó ante los diputados. Entre citas de Alexander Solzhenitsyn –"Vengo de un mundo en el que no se puede decir nada a otro en el que se puede decir todo, pero nada vale para nada"– y Baltasar Gracián –"Todo en exceso hace daño"–, Luis Pineda declaró su incomprensión ante las trabas que encontraba para que Ausbanc realice un papel de mediación. Por ello, decían, los llamaban "canallas, sinvergüenzas, extorsionadores". El juez Pedraz le ha aplicado por el momento el tercer adjetivo.

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