Santamaría rechaza “interpretar” a Aznar y defiende la estrategia del PP contra Podemos

"No voy a hacer interpretaciones de interpretaciones". Así se pronunció este viernes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros la vicepresidenta del Gobierno preguntada por las declaraciones realizadas el día anterior por José María Aznar en las que sostenía que "todos tenemos obligación de contribuir con los sacrificios personales que sean necesarios en cada momento". Unas palabras que fueron entendidas como un mensaje a Mariano Rajoy en un momento en el que desde sectores críticos del Partido Popular y otras formaciones políticas, como Ciudadanos, se le demanda que dé un paso atrás.

Con estas palabras, Soraya Sáenz de Santamaría, evitó entrar de lleno en la polémica, una más, abierta el jueves por el expresidente del Gobierno en la clausura del curso 2015-2016 del Instituto Atlántico de Gobierno. Hace más de un año que el presidente de la fundación del PP aprovecha sus intervenciones públicas para sacudir con mayor dureza al hombre que escogió para sucederle en las filas conservadoras.

Sí quiso la mano derecha de Rajoy en el Gobierno, no obstante, defender la estrategia su partido y de su jefe de filas de cara a las generales del próximo día 26: "Me parece muy relevante que nos expliquemos", señaló preguntada por los mensajes que desde el PP se lanzan contra Podemos.

"Creo que a cada uno de los partidos le corresponde explicar lo que va a hacer y poner de manifiesto los riesgos que considera que puedan pasar en España si se cambian las políticas económicas. Yo creo que una campaña es fundamentalmente explicación", destacó. A su juicio, es "muy relevante" que los partidos se expliquen para que los ciudadanos "conozcan cuáles son los aspectos en los que los unos y otros aplicamos una u otra política". 

Sólo un día antes, Aznar había señalado que "ahora mismo no hay trabajo más importante que hacer a favor de España que el de recuperar la voluntad de concordia para evitar un descarrilamiento histórico que a día de hoy no es en absoluto imposible". "A mi juicio, eso implica abandonar de inmediato cualquier tentación de polarizar, de amedrentar, de extremar, de excluir, de radicalizar, de dividir, de enfrentar a unos españoles contra otros. Porque en esa competición siempre ganan los mismos, que son siempre los peores. Y siempre pierde la convivencia. Hay abundante experiencia acerca de esto", subrayó.

"Tira del carro"

La resaca del discurso del presidente de honor del PP llegó a todos los actos en los que estuvieron presentes dirigentes conservadores. El vicesecretario de Acción Sectorial del PP, Javier Maroto, aseguró que pese a las "polémicas" que hayan podido existir respecto a algunos mensajes lanzados por el expresidente del Gobierno, éste "tira del carro" de esta formación, al igual que hacen "todos" sus miembros, informa Europa Press.

Por su parte, el portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernando, consideró este viernes que el presidente de FAES, la fundación del PP, no se estaba refiriendo a su sucesor, Mariano Rajoy, al pedir "sacrificios personales", sino al líder del PSOE, Pedro Sánchez, y al de Ciudadanos, Albert Rivera.

"Creo que hay una interpretación de las palabras de Aznar en las que algunos siempre intentan utilizarlas contra el PP", lamentó en un debate al que acudió en Telecinco.

A su juicio, Aznar se refería "básicamente a Sánchez" porque "porque no hizo un sacrificio muy personal" que llevó a que haya nuevas elecciones, y también "al señor Rivera, que ha atacado personalmente al señor Rajoy".

Por su parte, la vicesecretaria de Estudios y Programas, Andrea Levy, consideró que las palabras de Aznar en las que reclamaba "sacrificios personales" fueron un llamamiento a la concordia como la que el PP, a su juicio, ha defendido desde las elecciones del 20 de diciembre.

"Quien intentó crear divisiones, polarizaciones y debate bronco fue el PSOE", añadió.

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Alegaciones

Por otra parte, la vicepresidenta anunció que el Gobierno en funciones presentará alegaciones ante el Tribunal Constitucional por el conflicto de atribuciones formalizado por el Congreso por la negativa del Ejecutivo de Mariano Rajoy a someterse a control parlamentario.

Según señaló, ese tipo de control a un Gobierno en funciones va "en contra criterio servicios jurídicos" de la Cámara baja. Y recordó que se han dado explicaciones "de los asuntos excepcionales".