Rajoy repite su paseo por Pontevedra seis meses después de la agresión entre protestas y aplausos

El presidente del Gobierno en funciones y candidato a la reelección, Mariano Rajoy, repitió esta tarde su paseo electoral por el centro de Pontevedra con motivo de las elecciones del 26 de junio, justo seis meses después de que un joven de 17 años le propinase un puñetazo en la cara junto a la plaza de la Peregrina y le rompiera las gafas. Sin embargo, a las puertas del mitin en el Teatro Principal de la ciudad del Lérez le esperaban varias protestas: una contra la fusión de los ayuntamientos pontevedreses de Cerdedo y Cotobade y otra por la prórroga de la actividad a la factoría de Ence por parte de su Gobierno en funciones, medida por la que fue declarado por el Pleno municipal persona non grata. Sin embargo, el líder del PP también fue recibido por aplausos de los ciudadanos que le salieron al paso así como por sus simpatizantes. 

El incidente producido hace justo seis meses tuvo lugar tan sólo cuatro días antes de la cita con las urnas el 20 de diciembre. Esa misma noche apareció sin gafas en un mitin de su partido en A Coruña y agradeció las muestras de solidaridad recibidas tras la agresión. El joven fue condenado este mes a dos años de internamiento en régimen cerrado y uno en libertad vigilada.

Inicialmente, en la agenda de campaña del jefe del Ejecutivo sólo figuraba un acto del PP con simpatizantes y militantes del partido en Pontevedra, pero finalmente se anunció un paseo de unos quinientos metros por la ciudad, con un recorrido bastante similar que el que tuvo lugar hace seis meses.

Este jueves, en una entrevista en RNE, aseguró que el puñetazo "no tuvo ninguna gracia, fue desagradable". "Pero fue una excepción a la regla", manifestó Rajoy, horas antes de pisar su tierra para hacer campaña cuando faltan diez días para las elecciones generales.

Más dolido por ser persona non grata que por el puñetazonon grata

Un joven da un puñetazo a Rajoy en un paseo electoral en Pontevedra y le rompe las gafas

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Rajoy se mostró especialmente dolido por que su tierra natal le haya declarado persona non grata en Pontevedra, con los votos de BNG, PsdeG-PSOE y En Marea. Según aseguró estos meses en varias ocasiones él se siente pontevedrés, una ciudad en la que estudió, se casó y en la que ha sido concejal".

De hecho, el jefe del Ejecutivo llegó a decir que esa decisión le dolió más que el puñetazo y que "ni a Hitler ni a Stalin" les han declarado personas non gratas en Pontevedra. "A veces se cree que los que nos dedicamos a la política no tenemos sentimientos pero somos seres humanos", declaró finales de febrero.

Esta mañana en la misma entrevista de RNE, dijo que declararle persona non grata fue un "disparate", además de "no servir para nada". Eso sí, reconoció que, aunque no se va a volver "loco", le gustaría que el Ayuntamiento rectificase esa decisión.