Los candidatos alteran su agenda de campaña para acudir a las provincias donde se disputan los últimos escaños

En las campañas electorales todo está pensado y calculado: los mensajes del candidato, las entrevistas que concede, el color de la corbata que viste en un debate, los ángulos que captarán las cámaras de televisión... Pero siempre queda un resquicio para la improvisación, porque dos semanas dan para mucho y porque la posibilidad de arañar un diputado más –o la necesidad de defenderse del riesgo de perderlo a última hora– bien justifican un cambio de planes.

Esa situación –que un escaño cambie de manos el 26-J con respecto a los resultados de diciembre–, es la que podría darse en hasta 27 de las 52 circunscripciones según el barómetro preelectoral del CIS. Por comunidades autónomas, donde más variaciones podría haber es en Andalucía –6 escaños– y Castilla y León –5–, seguidas de Castilla-La Mancha –3–, Euskadi, Canarias y Aragón –2– y otras siete regiones donde baila un escaño. Al menos en la mitad de los casos, la disputa de los "restos" de votos para lograr escaño puede variar respecto al 20-D por la nueva coalición Unidos Podemos.

Los partidos, que tienen sus propias encuestas y trackings que muestran la intención de voto día a día –incluso durante la última semana de campaña, cuando la Ley Electoral prohibe a los medios publicar encuestas–, intentan calcular a qué provincias llevar a sus candidatos para obtener el mayor rédito electoral posible. Ciudadanos, por ejemplo, programó este miércoles un acto de Rivera en Guadalajara que no estaba inicialmente previsto.

Improvisar para intentar ganar

Precisamente en esa provincia el partido naranja obtuvo un escaño en diciembre, mientras que ahora podría perderlo de acuerdo con el sondeo del CIS. En el plan original de campaña el líder de Ciudadanos no tenía ningún acto previsto este miércoles, pero finalmente dedicó toda la jornada a recorrer la ciudad. "Estamos apostando por Castilla-La Mancha porque sabemos que los gobiernos centrales no han puesto la suficiente atención en esta comunidad", subrayó en declaraciones a los medios.

Rivera no es el único que ha añadido citas a su agenda. El presidente del Gobierno en funciones y líder del PP, Mariano Rajoy, decidió este martes aprovechar una visita ya prevista a Granada –donde el PP está en riesgo de perder un escaño en favor de Unidos Podemos– para programar también un acto en Almería, provincia en la que según el CIS los conservadores pueden arrebatar un diputado al PSOE. El miércoles, aunque en su plan de campaña inicial sólo estaba previsto visitar Navarra, visitó también Zaragoza, circunscripción en la que el PP podría caer de los tres a los dos escaños el 26-J.

Fuentes del PP indican que los actos de Rajoy se cierran sólo con "dos o tres días" de antelacion y que siempre hay posibilidad de hacer cambios de última hora. Por su parte Pedro Sánchez, líder del PSOE, no ha modificado la agenda inicialmente prevista durante la primera semana de campaña salvo para incluir este viernes un pequeño acto en Navarra –donde previsiblemente los socialistas mantendrán el único escaño cosechado en diciembre–. Finalmente el candidato de Unidos Podemos, Pablo Iglesias, es quien menos actos tiene previstos: sólo ocho a lo largo de dos semanas de campaña, frente a los 18 de Rivera, los 21 de Rajoy y los 25 de Sánchez.

Batalla cara a cara en tres provincias

Si se repasan las agendas de los cuatro principales candidatos y se cruzan con las predicciones del CIS, hay tres circunscripciones donde un escaño puede pasar de un partido a otro y que visitarán tanto el número uno de la formación que aspira a sumárselo el 26-J como el líder de la que podría perderlo con respecto a diciembre: Badajoz, Madrid y Álava.

En el primero de los casos, el de la provincia extremeña, en diciembre el PSOE logró tres escaños, el PP dos, Podemos otro y Ciudadanos se quedó fuera. El CIS sostiene ahora que los socialistas perderán la última de sus tres actas y que el partido naranja puede conseguir el que sería su primer diputado por Extremadura. Rivera protagonizará un acto en la mañana del martes para apurar al máximo las opciones de sumar un nuevo parlamentario; Sánchez, por su parte, ha reservado la tarde del miércoles para intentar retener ese diputado en la bancada socialista.

En Madrid, mientras tanto, el PP tiene asegurado repetir la victoria que logró el 20-D según el CIS, pero lo haría por un margen más estrecho que entonces: los conservadores perderían su diputado número 13, que se llevaría Ciudadanos –la formación de Rivera subiría hasta los ocho y se consolidaría en tercera posición–. Rajoy ya estuvo en la capital en la apertura de campaña y el viernes 24 ha añadido otro acto en Madrid antes del gran cierre en Valencia. Rivera también abrió campaña en esta prinvicia, tiene previsto otro acto el próximo domingo y cerrará el viernes 24 igualmente en Madrid, donde Ciudadanos logra más de un 20% de sus diputados.

Por último, en Álava, los socialistas se enfrentan a un panorama adverso y a la posibilidad, de acuerdo con las encuestas, de perder su único diputado por ese territorio histórico. Por si fuera poco, ese acta iría a parar a Unidos Podemos, que lograría dos, de modo que Sánchez, tras visitar Zaragoza en la mañana del domingo, hará una parada por la tarde en la capital vasca para intentar que el PSOE no se deje allí un escaño. La coalición de izquierdas, por su parte, ha preparado un acto del secretario general de Podemos dos días después, el miércoles, con el fin de arrebatar a los socialistas ese parlamentario.

Asalto al último escaño

En un segundo grupo están las 13 provincias donde un escaño también podría cambiar de manos en junio con respecto a diciembre y que visitará un único cabeza de cartel nacional implicado en esa disputa. De ellas, cinco circunscripciones las visitarán los líderes que esperan sumar un diputado más. En las restantes ocho han programado un acto los cabezas de cartel que confían en salvar a última hora ese escaño que se les ha puesto cuesta arriba en los últimos seis meses y que el CIS indica que podrían perder.

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Rajoy es el candidato que más actos ha organizado en provincias en las que puede arrebatar un escaño. Este martes improvisó el ya mencionado acto en Almería en un intento de quitar un escaño al PSOE, mientras que el próximo martes por la tarde viajará a Toledo, donde los conservadores podrían pasar de dos a tres actas en detrimento, una vez más, de los socialistas. Pedro Sánchez, por su parte, viajó miércoles a Málaga donde espera quitarle un diputado a Ciudadanos, mientras que Pablo Iglesias protagonizó un acto en Baleares este jueves, donde Unidos Podemos, según el CIS, puede arañar un parlamentario al PSOE.

El líder del PP es también quién más se implicará personalmente en la defensa de los escaños que los conservadores están en riesgo de perder de acuerdo con el sondeo el CIS: hasta cuatro actos ha programado en ciudades donde el mencionado estudio demoscópico pronostica una caída de los conservadores –Granada el pasado martes, Zaragoza el miércoles, Canarias este sábado y Teruel el último viernes de campaña–, frente a los tres de Rivera –estuvo en Albacete el viernes 10, en Salamanca este martes y en Guadalajara el miércoles– y los dos de Sánchez –que estuvo en Bizkaia el pasado sábado, en un intento por salvar el último escaño de los socialistas en esa circunscripción por la que se presenta el exlehendakari Patxi López, que podría quedarse fuera del Congreso; y que cerrará campaña junto a Susana Díaz en Sevilla, donde los socialistas podrían pasar de cinco a cuatro escaños y donde ese diputado se lo llevaría ahora Unidos Podemos–.

Finalmente, están las diez provincias en las que baila un escaño con respecto a diciembre y que no visitará el número uno de ninguna de las dos fuerzas que se lo disputan: Huelva y Castellón –se pelean ese diputado PP y Ciudadanos–, Jaén y Tenerife –PSOE y Unidos Podemos–, Palencia y Segovia –PP y Unidos Podemos–, Soria –PP y PSOE–, Tarragona –Unidos Podemos y Convergència–, y Murcia y Pontevedra –Ciudadanos y Unidos Podemos–. Claro que eso es con los planes de campaña actuales. Quien sabe si, a última ahora, alguno de los candidatos improvisará algún acto en un último intento por retener o arañar un escaño.