Los partidos reeditan el día después de las elecciones la situación de bloqueo de la investidura

Si los partidos políticos no se mueven, si se mantienen en sus trece, las segundas elecciones en seis meses, las de este domingo, conducirán a unas terceras. Esto es lo que se puso de manifiesto este lunes tras escuchar a los representantes de las cuatro fuerzas más votadas. El bloqueo, pues, se impone como ocurrió hace medio año cuando las formaciones se reunieron para analizar los resultados del 20D. Con la diferencia del reparto de votos, que en esta ocasión es más favorable al Partido Popular al haber mejorado en 14 los 123 escaños de diciembre, el esquema se ha repetido. Con ligeros matices, PP, PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos amenecieron el día después al 26J con iguales argumentos que hace seis meses.

Pero, más allá de las declaraciones públicas, dirigentes de diversos partidos asumen que esta vez el PP formará gobierno.

El PP, ahora más reforzado al haber mejorado de forma importante su marca de diciembre, insiste en que debe ser Rajoy quien gobierne y que, tal y como ha quedado el reparto de escaños, sería una "irresponsabilidad antológica" bloquear ese escenario. Su mirada la dirige principalmente a los socialistas con el objetivo de sentar las bases para una 'gran coalición'. El PSOE, por su parte, devuelve la pelota al tejado del PP al insistir en que son ellos los que tienen la presión de formar gobierno y que bajo ningún concepto facilitarán un Gobierno de Rajoy. Ciudadanos añade por su parte presión al partido de Pedro Sánchez al señalar que a Rajoy le bastaría con la abstención socialista. Y Unidos Podemos volvió a plantear al PSOE que inicie las negociaciones para tratar de formar gobierno.

En definitiva, tras una legislatura fallida de menos de seis meses en la que el único candidato a la investidura, Pedro Sánchez, no logró los apoyos suficientes, no puede decirse a día de hoy que estemos a las puertas de tener un gobierno en España. Salvo que los partidos estén disimulando.

El PP ve "postureo"

Precisamente el PP ve algo de "postureo", de "sobreactuación" en la respuesta del Partido Socialista y Ciudadanos de este lunes.

Las fuentes del partido conservador y del Gobierno consultadas por infoLibre coinciden en que hay que esperar unos días para que los partidos asuman el resultado y lo analicen. También para que reflexionen sobre "lo trascendente del momento" en el que estamos.

¿Significa esto que en el equipo de Rajoy confían en que el PSOE termine absteniéndose? PSOE "Creemos que los socialistas no pueden conducirnos a unas terceras elecciones. Creemos que la estabilidad de España está en juego y que hay que actuar con responsabilidad", subraya un miembro de la dirección nacional del PP.

Los conservadores confían en que este tipo de mensajes, el de la estabilidad y el de todo lo que hay en juego en España si no se desbloquea la situación, acaben haciendo recapacitar al PSOE para que facilite la investidura de Mariano Rajoy.

El PP tiene un plan A y un plan B

No es ningún secreto que entre Rajoy y Sánchez no hay ningún tipo de química desde el cara a cara de las elecciones generales de diciembre de 2015. Este lunes, el presidente del Gobierno en funciones intentó quitar hierro a estas diferencias trasladando la idea de que no son insalvables. "Estoy aquí para construir y aquí todo el mundo ha dicho cosas de todo el mundo. En mi opinión no ha sido una campaña demasiado arisca. Hablaremos", dijo preguntado por cómo iba a sortear ahora los enfrentamientos dialécticos que había tenido con sus rivales en campaña.

"Estoy abierto a todas las fórmulas. Nosotros no vamos a abdicar de nuestra responsabilidad de gobernar", añadió.

Este martes Rajoy viaja a Bruselas para participar en el primer Consejo Europeo tras el Brexit. Su idea, según informó en rueda de prensa es empezar las rondas de contactos a su vuelta y comenzar por el PSOE, la segunda formación más votada.

Si esta opción no funcionara, Rajoy explorará otra que pasaría por atraerse a Ciudadanos, PNV y Coalición Canaria. En todo caso, le faltaría todavía un escaño para logar los 176 de la mayoría absoluta. Como pasa con el PSOE, no se puede decir que a día de hoy que Albert Rivera esté dispuesto a apoyar a Rajoy. Al menos eso se desprende de sus declaraciones de las últimas horas.

El PSOE devuelve la presión

Si los conservadores ponen gran parte de la presión en los socialistas –los 85 escaños del PSOE sumados a los 137 del PP serían más que suficientes– estos se la intentan devolver a los conservadores.

El PSOE asume que no es a ellos a quienes les correspondería gobernar y, en este sentido, insisten en que "Rajoy tiene que empezar a sumar". Así se pronunció en rueda de prensa Antonio Hernando, portavoz del Comité Electoral.

En su comparecencia, sostuvo que el PSOE estará ahora donde lo "han puesto los ciudadanos en este momento, en la oposición" y que tendrá que ser Rajoy "quien dé el primer paso y los subsiguientes". "Mientras tanto podemos hacer muchas otras hipótesis, pero van a depender de las decisiones del PP", añadió.

A su juicio, "la presión la tiene el PP y la tiene Rajoy. Quien tiene que empezar a dar respuestas es Rajoy. Tiene 137 diputados, que empiece a hablar y a sumar. Vamos a esperar a que Rajoy tome la iniciativa. Según nos vaya contando, nosotros tomaremos nota", subrayó.

En todo caso, el portavoz parlamentario del PSOE en la corta XI Legislatura dio por definitivo su doble 'no' a Rajoy. "No vamos a apoyar su investidura y tampoco nos vamos a abstener. Rajoy tendrá que buscar apoyos entre sus afines ideológicos, entre los que es evidente que no está el PSOE", auguró.

La rueda de prensa marcó el discurso oficial en un momento en el que algunos dirigentes territoriales socialistas ya habían deslizado la posibilidad de un abstención. Por ejemplo, el secretario general del PSOE de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, sostuvo que los 52 escaños que separan a PP y PSOE son "muchos escaños", de modo que "el juego se ha acabado" y es necesario un Gobierno cuanto antes. Vara pidió que el PSOE se vaya "a la oposición" y que Rajoy "forme Gobierno" tan pronto como sea posible.

Cuando Hernando hablaba de que Rajoy debe a partir de ahora buscar apoyos "entre sus afines ideológicos" estaba, indirectamente, apelando a Ciudadanos. No pasa inadvertido, de todos modos, que tras el 20D Rivera firmó un pacto con los socialistas.

Ciudadanos desvía el tiro

En la formación de Rivera se dieron por aludidos. Entendieron el mensaje que les había lanzado el PSOE y les respondieron recordando que a Rajoy le bastaría con la abstención de Sánchez para ser presidente del Gobierno. Más bloqueo. Y, de paso, un dardo a los conservadores que, durante toda la campaña han estado alertando de los "inútil" que era votar a Ciudadanos. Y que también desde el 20D se encargaron de recordar prácticamente a diario a Rivera que si incluían a Ciudadanos en su oferta de gobierno de gran coalición era por generosidad porque no necesitaban sus escaños. Ahora, sobre todo si el PSOE no da su brazo a torcer, sí que los necesitan.

Tras reunirse con la ejecutiva de Ciudadanos, Rivera señaló que si en el PP quieren contar con su partido "tendrá que haber cambio de gobierno". Rivera incidió en que "si todo va a seguir igual, si va a ser el mismo Gobierno, el mismo presidente y la misma sospecha de corrupción", su partido estará "en la oposición", informa Europa Press. "Si me pregunta si vamos a hacer presidente a Rajoy con los 3,1 millones de votos de C's, la respuesta es 'no'", dijo.

Horas antes, Rivera había sembrado la confusión señalando que desde su formación "nunca hubo veto a Rajoy".

En el PP creen que en los próximos días se va a incrementar la presión sobre Ciudadanos y que podría reconsiderar todas sus "líneas rojas". "¿Quieren ser responsables de que no haya Gobierno? ¿Quieren arriesgarse a unas terceras elecciones?", se pregunta un dirigente regional del PP.

Los avisos de Podemos

Tampoco varía la posición de Unidos Podemos respecto a la que mantuvo el partido morado tras el 20D. La coalición volvió este lunes a plantear al PSOE iniciar negociaciones para tratar de formar Gobierno, si bien rechazó su apoyo a un acuerdo similar al que alcanzaron la pasada legislatura los socialistas con Ciudadanos.

"Estamos dispuestos a conformar un Gobierno de progreso en nuestro país, y esa es una intención que le queremos plantear al PSOE, pero como tercera fuerza es el momento de ser humildes, y no parece que la iniciativa de formar Gobierno deba correspondernos a nosotros", señaló Pablo Echenique. El secretario de Organización de Podemos aseguró, además, que no se plantean "votar a favor de un acuerdo programático de derechas redactado en un 80% por [el responsable económico de Ciudadanos] Luis Garicano, aunque el presidente sea Pedro Sánchez".