Elecciones 26J

¿Habría sacado peores resultados IU presentándose por separado el 26J?

¿Habría sacado unos peores resultados IU presentándose por separado el 26J?

"Por separado, los resultados hubiesen sido mucho peores". Así de claro se expresó el pasado lunes el coordinador federal de IU, Alberto Garzón, en su primera valoración de los malos resultados electorales obtenidos por Unidos Podemos en las elecciones generales del 26 de junio. Pero el líder de la federación no ofreció ningún argumento que apoyase su tesis y los sectores críticos de la dirección de IU la ponen en cuestión, aunque no cuestionan la validez de una coalición que tiene visos de convertirse en una alianza a largo plazo.

Tras el mal resultado que depararon las urnas a Unidos Podemos, Garzón compareció el pasado lunes en una intervención en la que realizó una defensa de la alianza entre Podemos e IU, que a su juicio ha sido "una gran idea" en "términos políticos", aunque los resultados no hayan respondido a las expectativas. IU ha mejorado la representación obtenida el pasado 20 de diciembre, cuando consiguió dos diputados por los cuatro con los que contará ahora, además de los otros cuatro parlamentarios pertenecientes a la federación –en diciembre obtuvo tres– que estarán presentes en las confluencias territoriales: una en En Marea, otro en À la valenciana y dos en En Comú Podem.

Las expectativas para IU, sin embargo, eran bastante mejores. El acuerdo de coalición con Podemos otorgaba a la federación ocho puestos de salida que se hubieran convertido en diputados de haberse repetido los resultados del 20 de diciembre y Podemos e IU hubieran sumado sus apoyos, pero finalmente se han quedado en la mitad: Garzón será el único parlamentario de IU por Madrid, y le acompañarán Miguel Ángel Bustamante (Sevilla), Eva García Sempere (Málaga) e Isabel Salud (Gipuzkoa), además de Yolanda Díaz (En Marea), Ricardo Sixto (À la Valenciana) y Joan Mena y Fèlix Alonso (En Comú Podem).

Con unas encuestas que, antes de que se firmase la coalición, mostraban una IU al alza, ¿qué argumentos ofrece la mayoría congregada en torno a Garzón –que aglutina en torno a un 75% de la federación– para afirmar que los resultados "hubiesen sido mucho peores" en solitario? El secretario de Relaciones Políticas de la federación, Ernesto Alba, apunta dos posibles motivos para sostener esta tesis: que la polarización política hubiese hecho perder votantes a IU en favor de las fuerzas más grandes y que el escenario de ingobernabilidad iba a relegar a la federación a tener un espacio mínimo en campaña, un problema que ya le afectó el pasado 20D.

"Partiendo de la base de que estamos haciendo valoraciones sin datos, por lo que no podemos concretar, creemos que el panorama político iba a provocar que los votantes se polarizasen en torno al voto útil", explica Alba, que señala que la invisibilización de IU pudo comprobarse durante las negociaciones postelectorales. "Nosotros estuvimos desaparecidos hasta que Alberto [Garzón] tomó la iniciativa de sentar a los partidos en la mesa a cuatro", sostiene el dirigente, que no obstante insiste en que la concepción que tiene la dirección de IU de la confluencia "va más allá de lo electoral". "Nuestra apuesta por la unidad es una convicción política" y no tanto "una cuestión de tener un diputado más o menos".

Los críticos dudan de la interpretación de Garzón

Las corrientes críticas de la dirección de IU, no obstante, no tienen tan claro como Garzón que IU hubiese empeorado sus resultados en caso de concurrir con sus propias siglas en las elecciones, y aunque no cuestionan la coalición con Podemos, sí que critican el modo en que se ha llevado a cabo. Uno de los dirigentes más descontentos es Gaspar Llamazares –cuya corriente reunió en torno al 5% de los votos durante la pasada Asamblea Federal–, que calcula que IU en solitario hubiera podido obtener en torno a diez diputados, en base a las encuestas previas a la firma de la coalición.

"Me parece frívolo decir que podría haber sido peor por separado, porque la comparación hay que hacerla sobre las previsiones, y en cuanto a diputados la previsión era el doble", denuncia Llamazares, que señala que IU tendrá "un porcentaje menor del 8% del grupo" parlamentario. Y es que el excoordinador cree "evidente" el hecho de que el electorado "de ambos" se "desmovilizó", y lo achaca a factores como la "coalición express" que alcanzaron IU y Podemos a pocas semanas de las elecciones y a la "campaña confusa" desarrollada por Unidos Podemos.

Por su parte, José Antonio García Rubio, uno de los dirigentes más destacados del principal sector crítico con Garzón –liderado por la eurodiputada Paloma López, que aglutina a alrededor del 20% de la organización–, sostiene que el argumento del coordinador "es inconsistente" y "esconde la necesidad de hacer autocrítica", aunque plantea que "no es útil" abrir un debate sobre qué hubiera ocurrido si IU hubiese presentado su propia candidatura.

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"Todavía tenemos que analizar los resultados y es pronto para ofrecer conclusiones, pero mi opinión es que no ha habido más rechazo a la coalición entre los votantes de IU que entre los de Podemos", afirma García Rubio, que apoya su argumente en que las coaliciones territoriales En Marea y En Comú Podem "han tenido una pérdida de votos equivalente" en Galicia y Cataluña a la que ha sufrido Unidos Podemos en el resto de España.

"Yo creo que el problema no ha sido tanto la coalición como la manera de la que se ha articulado", abunda el dirigente, cuyo sector fue uno de los más reacios a confluir con Podemos ya que entendían que la alianza prácticamente hacía desaparecer la identidad de IU. García Rubio, además, lanza otra hipótesis para explicar los malos resultados, aunque insiste en que hay que estudiar detenidamente los datos: que el electorado "no ha querido que un Gobierno de cambio esté articulado en torno a Pablo Iglesias".

No obstante, García Rubio se muestra reacio a pronosticar qué hubiera ocurrido si IU se hubiera presentado en solitario a las elecciones, y rechaza hacer cálculos en torno a las encuestas. "Sí hubiéramos ido solos, nos hubiera perjudicado la Ley D'Hondt, y aunque las encuestas decían que podríamos haber sacado cerca de un 7% y eso hubieran sido unos diez u once escaños, también puede que las encuestas no fueran fiables, como ha pasado en las elecciones", sostiene el dirigente.

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