La XII Legislatura

El PP asume que Rajoy tendrá que ir al Congreso pero busca vías “novedosas” para no plantearlo como una investidura

El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, aborda estos días unas jornadas clave para hacerse una idea de su situación ante una eventual sesión de investidura en el Congreso de los Diputados. En su equipo son poco optimistas. Tras haber sido nominado por el rey Felipe VI como candidato a la Presidencia del Gobierno el pasado jueves, el líder del Partido Popular se reunirá este martes con Pedro Sánchez (PSOE) y el miércoles con Albert Rivera (Ciudadanos) para intentar que cambien sus respectivas posturas y no bloqueen la posibilidad de él siga en La Moncloa. "Sin líneas rojas, dispuesto a escuchar todas las peticiones y a ceder en lo que sea necesario", subrayan en su equipo. Si nada cambia en las próximas horas, Rajoy acabará esta ronda con estas formaciones a las que considera prioritarias con la sensación de que poco o nada se ha movido en las últimas semanas. Esto, traducido a escaños, implica que sólo tiene en su mano los 137 escaños del Grupo Parlamentario Popular.

¿Y entonces, qué? Esta es la pregunta que se hacen muchos en el PP y en el Gobierno. La semana pasada, el propio Rajoy intentó vestir de normalidad sus dudas sobre el someterse o no a una sesión de investidura pese al encargo real. Obviando la literalidad del mensaje de Felipe VI a la presidenta del Congreso, en el que le propone como "candidato a la Presidencia del Gobierno", el jefe del Ejecutivo en funciones no se atrevió a garantizar que se someta al criterio de los diputados, tal y como establece la Constitución. Pese al cierre de filas del PP en torno a su jefe, la opinión más extendida es que éste acabará yendo al Congreso y que tras sus amagos de no hacer acto de presencia no hay más que otra forma de presionar a PSOE y Ciudadanos. Otra cosa es que Rajoy vaya a prestarse a someterse a una sesión de investidura al uso a sabiendas de que tiene todas las de perder.

Fuentes de la dirección nacional del PP consultadas por infoLibre se muestran convencidas de que su jefe de filas no tendrá más remedio que ir al Congreso, pero que lo hará midiendo los tiempos, estirando los plazos hasta ver que ya no hay forma de variar la posición de sus rivales. En este contexto, Génova, el Gobierno y el Grupo Parlamentario estudian alternativas a una sesión de investidura en sentido estricto que acabe por lesionar el liderazgo del presidente.

Disolución de las Cortes para unas nuevas elecciones

Una de las vías de las que se habla en los últimos días tendría que ver con la convocatoria de una sesión extraordinaria en la Cámara en la que diese pie a la disolución de las Cortes y, de paso, a la convocatoria de unas nuevas elecciones. Quienes defienden está opción señalan al precedente de la Asamblea de Madrid en 2003 para repetir las elecciones tras el tamayazo. Señalan también que desde el pasado 20D el Gobierno ya tiene informes sobre la mesa en este sentido.

Otras fuentes creen que esto no sería posible sin una reforma constitucional del artículo 99, el que contempla los pasos a dar para la formación de Gobierno, con la que se cubriese la laguna legal existente sobre qué hacer si el proceso de investidura se extiende en el tiempo poniendo en riesgo "la situación interna del país y la imagen en el exterior".

En todo caso, lo que todas las fuentes comparten es que Rajoy debería liderar este proceso. Los ciudadanos, señalan, no entenderían y castigarían que se quitase del medio. "En cuestión de imagen ha ganado mucho asumiendo las riendas de la negociación y buscando formas de evitar otras elecciones. Un paso atrás nadie lo entendería", señala un dirigente regional en conversación con este diario.

¿Cómo encajaría esto en la Constitución? Mientras que para el grueso de los constitucionalistas consultados por infoLibre Rajoy está ante la obligación de ir a una sesión de investidura sin atajos, en el Ejecutivo siguen insistiendo en que no es así. Es decir, que el punto dos del citado artículo que sostiene que "el candidato propuesto [por el rey] [...] expondrá ante el Congreso de los Diputados el programa político del Gobierno que pretenda formar y solicitará la confianza de la Cámara" no supone una obligación. Se limita, señalan, a fijar la que sería la estructura de una sesión de investidura. Hasta la fecha, desde La Moncloa no han aclarado si disponen de informes jurídicos que les llevan a afirmar con tal rotundidad que Rajoy no daría la espalda a la Carta Magna si decide no ir a esa sesión.

"Periodo de reflexión"

Antes de llegar a este punto, señalan desde Génova, Rajoy activaría el "periodo de reflexión" que él mismo anunció que abriría si iniciada la ronda de contactos constatase que no había forma de desbloquear el panorama. A día de hoy, y con las elecciones vascas convocadas para el 25 de septiembre, en el PP creen que, por mucho que les insistan desde el PSOE, no pueden buscar apoyos en el PNV. Peor todavía ven las cosas con CDC tras el pleno del Parlament de la semana pasada que dio el primer paso hacia la desconexión y el llamamiento del Gobierno al Tribunal Constitucional para que actúe.

Las citadas fuentes creen que este periodo de reflexión sería "una ocasión de oro" para que todos los partidos del arco parlamentario se retratasen y dijesen claramente a los ciudadanos si están por mandar a los españoles otra vez a las unas o hacen un esfuerzo para que gobierne la opción favorita de los ciudadanos. "Insistimos en que nada sería gratis. Estamos dispuestos a hablar con todos. Hicimos una oferta concreta con un documento con varios pactos posibles. Estamos esperando respuesta", insisten en el PP. 

Sobre plazos, los dirigentes consultados prefieren no pronunciarse. Señalan que España necesita Gobierno cuanto antes y que sería bueno que estuviese ya en marcha a finales de agosto. Pero son conscientes de que esta posibilidad está todavía lejos.

Reuniones con Rivera y Sánchez

Descartada casi de pleno la posiblidad de un Gobierno de coalición PP-PSOE-Ciudadanos, lo ideal para el líder de los conservadores sería que Albert Rivera virase su postura hacia el 'sí' para que al PSOE no le suponga tanto desgaste pasar a la abstención. En esto va a a volcarse esta semana. La intención de Rajoy es dirigir gran parte de la presión hacia Ciudadanos para que, a su vez, Rivera dirija su presión hacia el PSOE.

Este mismo lunes, Rivera volvió a proponer a PP y al PSOE el "pacto por España" que les planteó por primera vez en octubre de 2015 con el fin de proteger la soberanía nacional y la unidad territorial del Estado.

"Los tiempos y los hechos nos dan la razón",

ha concluido tras lamentar que ni el presidente del PP, Mariano Rajoy, ni el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, aceptaran en su momento el acuerdo que les ofreció, informa Europa Press.

Dicho pacto constaba de cinco puntos: no tocar el artículo 1 de la Constitución –que la soberanía nacional reside en el conjunto del pueblo español–, preservar la unidad territorial de España, no hacer reformas fuera del marco de la Constitución, comprometerse con la integración europea y no gobernar de la mano de los partidos que "quieren romper España".

Ciudadanos intensificaba este discurso un día antes de que la Mesa del Congreso se reúna para dar el veredicto definitivo sobre la concesión de grupo a CDC. La semana pasada, la reunión del órgano de Gobierno de la Cámara baja no tomó una decisión definitiva a la espera de que los nacionalistas catalanes diesen más argumentos sobre su demanda de grupo propio dado que, según el reglamento, no les corresponde. No pasó inadvertido, no obstante, que la reunión fue el mismo día que el Parlament votaba a favor de la desconexión.

CDC y el problema con Ciudadanos

En principio, el PP apelaba a la "cortesía parlamentaria" para permitirles el grupo propio. Así lo decidieron hace un par de semanas cuando lograron la presidencia del Congreso para Ana Pastor en parte gracias a la abstención de los nacionalistas catalanes. Ahora, el dar grupo a CDC en este contexto supondría un problema para el PP sobre todo a la hora de ablandar la postura de Ciudadanos

"Ciudadanos basa sus señas de identidad en el discurso de regeneración y en la unidad de España. La cabeza de Rajoy no la vamos a entregar. Pero a lo mejor tenemos que revisar el tema de CDC y su grupo parlamentario", aseguraba una dirigente regional.

El PP cree que con los nacionalistas no va a poder contar de cara a una posible investidura de Rajoy, sobre todo con los catalanes. Otra cosa es que puedan llegar a acuerdos, a largo plazo, en una legislatura. No obstante, en los últimos días están surgiendo voces en el PP que creen que la fecha de las elecciones vascas podría posibilitar que, una vez transcurridas, el PNV se abstuviese en el Congreso. Para eso, antes tendría que haberse producido una investidura fallida de Rajoy, algo a lo que el jefe de los conservadores no parece dispuesto, al menos, de momento. Y es que en el PP temen que tras un fracaso de Rajoy, Sánchez se arme de valor y pida apoyos a sus barones para intentarlo con el argumento de que el candidato más votada ha fallado. "Activar el reloj parlamentario tiene sus riesgos", sentencia un miembro del Comité Ejecutivo Nacional del PP.

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