Memoria histórica

Dos estatuas franquistas en una exposición en Barcelona: ¿ofensa a las víctimas o pedagogía histórica?

La exposición exhibirá dos estatuas franquistas en la entrada del museo

Franco. Victoria. República. Impunidad y espacio urbano. Así se llamará la exposición, organizada por el Ayuntamiento de Barcelona, que se exhibirá en octubre en el museo Born Centre Cultural y que ha suscitado la polémica entre el consistorio, los partidos de la izquierda y nacionalistas y las asociaciones para la recuperación de la memoria histórica. La muestra incluye la colocación de dos estatuas que habían sido retiradas y llevadas a almacenes municipales: la estatua ecuestre de Franco, anteriormente ubicada en el Montjuïc y misteriosamente decapitada en el año 2013, y la de la Victoria, situada en la Diagonal para conmemorar la entrada de las tropas franquistas en la ciudad condal en 1939.

El anuncio de la exposición, desvelada por La Vanguardia la pasada semana, originó un enfrentamiento entre el equipo de Ada Colau y la oposición municipal, especialmente con los particos independentistas, ERC y PDC, que le reprocharon a la alcaldesa y a los organizadores que la exposión pública de las figuras podría ofender a las víctimas del franquismo. Ante la polémica, desde el Consistorio defendieron que el objetivo de la muestra no era otro que el de abrir un debate sobre la dictadura y su impunidad. De esta manera, Gerardo Pisarello, primer teniente alcalde de Barcelona, aseguró que la exposición "rompe un vacío moral, ya que no sólo sirve para una reflexión acerca de lo que significó el franquismo, sino sobre su impunidad".

El portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián, aseguró que, a pesar de que la formación independentista "comparte la buena fe" del Gobierno municipal, "con 120.000 desaparecidos y muertos en las cunetas y sin el perdón de las víctimas y su reparo, no puede haber pedagogía", una opinión que comparte su compañero, Joan Tardá, que la semana pasada pidió a través de Twitter que se cancelase la exposición. Según declaró Rufián a infoLibre, el "error" reside en exhibir las estatuas "sin que el Gobierno y el Estado español hayan reconocido lo que pasó en este país hace 80 años", por lo que, añade, "una víctima no se merece pasar por el Born y ver la estatua de Franco". 

El diputado de Esquerra también puso en duda la "idoneidad" de realizar la exposición "precisamente" en el Born, un museo dedicado a recuperar y exhibir toda la tradición histórica nacionalista de Cataluña. "Además de las víctimas del franquismo, muchos catalanes se pueden sentir heridos, porque el Born está para lo que está, para recordar y recuperar todo aquello que se intentó eliminar con los Decretos de Nueva Planta en el siglo XVIII", aseguró Rufián, que también declaró que había "sitios más apropiados" para la muestra.

"Lo que importa es el relato que transmita, no una figura"

Por su parte, las principales asociaciones para la recuperación de memoria histórica coincidieron en afirmar que la exposición sí que puede servir para abrir un debate sobre la dictadura, tal como defienden desde el Ayuntamiento de Barcelona. El presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), Emilio Silva, aseguró que "todo lo que sirva para suscitar debates históricos es interesante, sobre todo en un país donde se sabe tan poco del pasado". Para Silva, lejos de ofender, "utilizar objetos que antaño sirvieron para dar reconocimiento a un dictador para condenarlo y rechazarlo públicamente" es una iniciativa "positiva" para las víctimas.

Silva también acusó a ERC y PDC de "doble moral", ya que, según denunció, los partidos independentistas "que han tenido y tienen toda la capacidad material y legal para buscar a sus desaparecidos en Cataluña, no lo han hecho". Para el presidente de la ARMH, la posición de las formaciones nacionalistas responde a un "fin político", por lo que insta a los dos partidos a "dejar de rasgarse las vestiduras y comezar a recuperar a sus muertos".

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En este sentido, el presidente de Foro por la Memoria, Arturo Peinado, declaró que la exposición sólo podrá ser valorada "en función del significado que se le pueda dar". Para Peinado, si en el contexto de la muestra hay una "condena explícita" del franquismo, se puede tomar como algo pedagógico, ya que lo que importa, manifestó, "es el relato y lo que transmita, no una figura" aunque también aseguró que existe el "riesgo" de que la muestra pueda ser "poco conveniente" para las víctimas.

Según adelantó La Vanguardia, la muestra se abrirá al público el día 14 de octubre, y permanecerá en el museo hasta principios de enero del próximo año. Constara de dos partes, una exterior, donde se situarán las dos estatuas, y una interior donde se colocarán plafones explicativos sobre el tema, los arquitectos y algunas curiosidades de las figuras, como el citado descabezamiento de la estatua de Franco, así como imágenes de los almacenes donde se guardaban las estatuas.

Las figuras estarán colocadas sobre dos plataformas con ruedas que se podrán mover a través de un rail, de modo que podrán acercarse y alejarse. La idea es mostrar una suerte de diálogo vacío entre ambas figuras, descontextualizadas–tanto en la puerta del museo como en la realidad de un país democrático–,"como si de preguntaran entre ellas: ¿Por qué estás aquí? […] ¿No somos, en definitiva, contradictorias? ¿Cómo es posible que hayamos convivido?”, según recoge el proyecto museográfico. 

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