Una Junta Electoral reconoce la objeción de conciencia a una mujer y la libra de estar en una mesa

Amparo Rodríguez se ha convertido en la primera española que ha conseguido que una Junta Electoral le exima de asistir a una mesa electoral después de alegar “objeción de conciencia”. Amparo estaba citada para acudir el próximo 25 de septiembre como suplente de primera vocal en la mesa electoral de la zona de O Barco (Ourense) cuando tan solo le quedaba un día de los siete que hay de plazo para presentar alegaciones a este tipo de citaciones.

Amparo Rodríguez envió un comunicado a la Junta, en el que alegaba que decidió “no participar de este sistema, ni votando ni como cargo en una mesa electoral” porque sus “ideales” y su “conciencia” se lo “impiden”. Entre los motivos que explican su desconexión con el sistema se encuentran todos aquellos que tienen que ver con la degradación del sistema democrático y político español: “La lista sería muy larga: la desviación de dinero supuestamente público a fines privados, la desigualdad social, las ingentes cantidades de euros destinados a la represión y a la muerte…”. Así, califica el sistema como indigno, cuya esencia intrínseca es “la corrupción”.

En su escrito, Amparo Rodríguez indicó, además, que "frente a las elecciones promovidas por el Estado", propone "la autogestión y el asamblearismo, la toma de decisiones por consenso que promueve la reflexión en común y el mutuo esclarecimiento sin el que no puede existir la democracia", sistema del cual se pronuncia como "partidaria". La decisión que toma, concluyó en su documento, le hace rechazar su participación "en aquello que asfixia algunas de las expresiones más privadas y profundas" de su humanidad: su conciencia y su libertad.

La Junta electoral, tras recibir el documento, decidió aceptar estos motivos como eximentes puesto que la excusa expuesta estaba "debidamente justificada". "No me esperaba para nada esta respuesta", confesó Amparo Rodríguez en una conversación con infoLibre.

"Me parece lamentable y excesivo que no acudir a la mesa electoral esté castigado con penas de prisión", afirmó Amparo, quien además lamentó que, por ejemplo, "los miembros de la Iglesia no estén obligados a hacerlo". "Animo a la gente a que haga lo mismo y espero que esto sirva para abrir un debate y que todos juntos podamos conseguir que sirva la objeción, porque no asistir a la mesa no es un delito", sentenció.

Eximentes para no formar parte de las mesas

El caso de Amparo Rodríguez ha sentado un precedente. Tanto es así, que algunas de las plataformas que la asesoraron –como Tortuga o Des-censo– aconsejaron a quienes quieran practicar la objeción electoral repetir el mismo documento que ella envió a la Junta. 

El hecho de no acudir a una mesa electoral está castigado con penas de prisión de tres meses a un año o con multas de seis a veinticuatro meses. Sin embargo, existen causas por las cuales una persona citada puede quedar eximida de esta obligación.

Los motivos que una persona podía alegar para no presentarse a una mesa electoral como presidente, vocal o suplente, se engloban dentro de tres causas: las relativas a la situación personal, las relativas a responsabilidades familiares o las relativas a responsabilidades profesionales.

Entre las primeras causas se encuentra, por ejemplo, tener una discapacidad, una incapacidad temporal para el trabajo, estar embarazada de más de seis meses o estar internado en un centro penitenciario o psiquiátrico. En el grupo de las causas relativas a responsabilidades familiares se encuentran, entre otros, el cuidado directo de menores de ocho años o personas que necesitan una especial atención o la celebración de un evento familiar “de especial relevancia” el día de las elecciones. Por su parte, los trabajadores cuya profesión afecte al desarrollo de los comicios, como los notarios, los trabajadores de Juntas electorales o los directores de medios de comunicación quedan eximidos de asistir a una mesa electoral, al igual que los trabajadores de “servicios esenciales para la comunidad”, tales como médicos o bomberos.