Crisis en el PSOE

Las reglas del partido se convirtieron en papel mojado

Comité federal

El PSOE llegó completamente partido al Comité Federal. Los dos sectores reclamaban ser el poder legítimo y elló con alargó el cónclave durante once horas. El sector afín al hasta este sábado secretario general de la formación, Pedro Sánchez, quería que se votase sobre su propuesta de convocar un Congreso Federal extraordinario. El sector crítico, por su parte, optaba por votar la creación de una gestora que dirigiese el partido hasta el cónclave, dejando así claro que Sánchez y sus fieles ya no mandaban tras la cascada de dimisiones en la dirección el pasado miércoles.

Después de once horas de bloqueo, los dos sectores llegaron a un acuerdo político para desatascar el Comité Federal: se votaría por llamamiento –Sánchez y sus fieles eran partidarios de hacerlo a través de voto secreto–, pero se decidiría sobre la celebración del congreso extraordinario que proponía el secretario general en funciones.

infoLibre repasa las principales disputas que se registraron durante la tensa reunión en Ferraz del máximo órgano entre congresos del PSOE.

1. Voto secreto

Como adelantó infoLibre, el sector de Sánchez decidió el viernes solicitar que el voto en el Comité Federal fuese secreto porque estaban convencidos de que así algunos de los representantes de las delegaciones dirigidas por críticos podrían romper la disciplina de voto. Cuando se planteó esta cuestión, los barones autonómicos se negaron. En las normas del PSOE –el Reglamento del Comité Federal (consultar en PDF, aquí) y los Estatutos federales (consultar en PDF, aquí)– no se regula esta cuestión: ni se contemplan ni se prohíbe el voto secreto en una reunión del Comité Federal.

Eso sí, la tradición impone que se vote a mano alzada, y de hecho ningún dirigente recuerda que en un Comité Federal se haya decidido mediante voto secreto. ¿Significa eso que se trata de una propuesta extraña a la cultura del PSOE? Sí a nivel federal, aunque no en otros ámbitos, por ejemplo las asambleas locales donde en ocasiones se han utilizado las urnas.

A falta de una regulación específica, el Comité Federal podría haber decidido sobre un método de votación u otro, sin que ninguna de las opciones se pudiese considerar contraria a las normas.

2. El poder legítimo

El sector crítico, encabezado por la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha sostenido desde la cascada de dimisiones que la Ejecutiva socialista estaba disuelta y que, por tanto, el máximo órgano del PSOE era el Comité Federal. Bajo este razonamiento, señalaban que la presidenta de la Mesa, Verónica Pérez –del sector oficialista–, era la máxima autoridad del partido. Los partidarios de Sánchez, por su parte, sostenían que el PSOE no tiene órganos de dirección unipersonales, sino que todos ellos son colegiados. Junto a Verónica Pérez, en la Mesa se sentaban dos afines a Sánchez: Rodolfo Ares y Núria Marín.

El artículo 15 del Reglamento del Comité Federal establece que para presidir los debates del cónclave se constituirá "una Mesa" compuesta por presidente, vicepresidente y secretario de actas. Es decir, se establece con claridad que es la Mesa y no la presidenta quien dirige los debates.

Además, en ninguna parte de la normativa del PSOE se otorga a la presidenta de la Mesa atribuciones específicas que la diferencien de los otros dos miembros, lo que refuerza la idea de que se trata de un órgano colegiado.

3. El orden del día

A la reunión se llegó con dos convocatorias. El jueves, un día después de las dimisiones, Sánchez y sus fieles en la Ejecutiva convocaron un Comité Federal para este sábado con el objetivo de debatir sobre la celebración de un congreso extraordinario los días 12 y 13 de noviembre y primarias a la Secretaría General para el 23 de octubre, aunque aseguraban que la propuesta estaba "abierta a consenso". Tres días antes, el lunes, la permanente de la Ejecutiva ya había convocado un Comité Federal para debatir sobre la celebración de un congreso ordinario en las mismas fechas. Los críticos rechazaban que el cónclave girase sobre la propuesta del jueves porque, bajo su punto de vista, ese órgano ya estaba disuelto y, por lo tanto, la convocatoria y el consiguiente orden del día eran nulos.

Durante la celebración del cónclave de este sábado, se intentaron incorporar otros puntos que no figuraban en el orden del día. Los críticos buscaron que se votase un informe de tres miembros de la Comisión de Ética y Garantías que les daba la razón, la creación de un gestora y una moción de censura contra Pedro Sánchez. Y este último planteó por ejemplo readmitir a los 17 miembros que dimitieron en la Ejecutiva.

¿Se podían debatir estas propuestas en el Comité Federal de acuerdo con las normas del partido? La respuesta es que no. El artículo 37.2 de los Estatutos Federales rechaza que puedan incluirse nuevos temas el mismo día del Comité. "Las sesiones extraordinarias serán convocadas con la urgencia que requiera el caso, y los acuerdos serán válidos siempre que hayan sido notificados con la convocatoria, por escrito, a todos sus miembros y se dé el quórum mínimo de la mitad más uno de sus componentes". 

4. La propuesta de readmitir a los dimisionarios

Durante el cónclave, Pedro Sánchez tomó la palabra a última hora de la mañana para proponer que se readmitiesen a los 17 miembros del sector crítico que dimitieron de la Comisión Ejecutiva Federal. Una propuesta que fue respondida de inmediato por el presidente de Aragón, Javier Lambán, que le indicó que él ya no era el secretario general.

La propuesta de Sánchez es claramente contraria a los Estatutos, cuyo artículo 36.o) recoge que "cuando las vacantes en la Comisión Ejecutiva Federal afecten a la Secretaría General, o a la mitad más uno de sus miembros, el Comité Federal deberá convocar un Congreso extraordinario para la elección de una nueva Comisión Ejecutiva Federal".

Por tanto, la única opción que tenía el Comité Federal es convocar un congreso extraordinario y no suplir las vacantes producidas en la Ejecutiva, algo que sí habría sido factible si las dimisiones hubiesen supuesto menos del 50% del órgano.

5. La moción de censura

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Durante la tarde, y en pleno bloqueo de la reunión, los integrantes del sector crítico anunciaron el comienzo de una recogida de firmas para activar una moción de censura contra Pedro Sánchez. Efectivamente, el artículo 7.c) del Reglamento del Comité Federal indica que se puede exigir "la responsabilidad política de la Comisión Ejecutiva Federal" a través de la presentación de una moción de censura "apoyada al menos por el 20% de sus miembros y sancionada para tener efectos por la mayoría absoluta de los y las integrantes del Comité Federal". En el cónclave de este sábado tenían derecho a voto 253 personas, por lo que eran necesarios 127 apoyos para que saliera adelante.

Sin embargo, las firmas tienen que validarse. Y existe al respecto un vacío legal ya que las normas del partido no indican quién debe hacerlo. Según las fuentes consultadas por infoLibre, en una situación de normalidad las rúbricas podrían ser validadas o por la Comisión Ejecutiva Federal –por analogía de lo que establece el artículo 12 del Reglamento del Comité Federal– o por la Mesa del cónclave.

A pesar de ello, lo que parece claro es que la votación sobre la moción de censura no se podría haber desarrollado este sábado, ya que era un asunto que no se encontraba en el orden del día con el que se llegó a la reunión.

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