Caso Gürtel

El Gobierno sostiene que las mordidas del PP reveladas por Correa son “hechos de los años noventa” que no deben interferir en la formación de un nuevo Ejecutivo

Soraya Sáenz de Santamaría, durante la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros de este viernes.

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La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, sostuvo este viernes que en el caso Gürtel se están enjuiciando hechos de "hace bastantes años" por lo que el contenido de las declaraciones de los procesados no debe "inmiscuirse" en la formación de un Gobierno "para el futuro de los españoles".

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta se negó, a preguntas de los periodistas, a comentar la declaración ante el tribunal del principal acusado, Francisco Correa, ya que el Ejecutivo no comenta la "estrategia de defensa" ni la de acusación de quienes forman parte de un proceso judicial. Y es que el presunto cabecilla de la trama declaró haber pagado comisiones a políticos del PP por adjudicaciones y haber dado al extesorero Luis Bárcenas el 2 y el 3 % por obras en ministerios.

"Estamos hablando de dar estabilidad a los españoles, de darle gobernabilidad y creo que eso está por encima de los procesos que distintos partidos políticos tienen abiertos en distintos tribunales en nuestro país", dijo. Al ser preguntada si la declaración del presunto cabecilla de la trama Gürtel, Francisco Correa, complica el escenario de una posible investidura de Mariano Rajoy, la vicepresidenta desvinculó una cosa de la otra. En primer lugar, señaló que en la Audiencia Nacional se están enjuiciando "unos hechos que ocurrieron hace bastantes años". "Estamos hablando de los años 90 y habrá que esperar a que los tribunales tomen la decisión oportuna", señaló.

Y por otro lado, indicó que España está ante la decisión de formar un Gobierno que rija los "destinos" de los españoles desde el año 2016 en adelante. "Estamos hablando de dar un Gobierno para el futuro y aquí se están juzgando unos hechos del pasado, que los tribunales tendrán que juzgar con el rigor que les compete", abundó. Dicho esto, la vicepresidenta del Gobierno en funciones señaló que en este momento hay que dejar a los tribunales que juzguen; adoptar medidas contra la corrupción, "a ser posible conjuntamente"; y, en tercer lugar, dejar claro que en España "no hay impunidad" porque, a su juicio, "no la hay".

Ante el hecho de que Rajoy tuviera responsabilidades en el PP en esa época de la trama Gürtel que se está enjuiciando, Sáenz de Santamaría se limitó a decir que respetan los procesos judiciales porque es su "obligación". "Y lo hacemos porque respetamos la separación de poderes", apostilló. Preguntada entonces si cree que Rajoy sale mal o mejor parado después de que Correa dijera que cortó con Génova tras la llegada a la presidencia del PP en 2004, Sáenz de Santamaría aseguró que no comenta la "estrategia de defensa ni la estrategia de acusación de quien forma parte de un proceso". 

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En cuanto a qué implicación cree que tendría Mariano Rajoy en ese caso o si cree que estaría exonerado tras la confesión del presunto cabecilla de Gürtel, la vicepresidenta señaló que ahora están viendo las declaraciones de los acusados y es al juez al que le corresponde determinar con esas declaraciones y otro tipo de pruebas, cuáles son los hechos y dictar sentencia.

"A nosotros no nos corresponde aquí afirmar o no la veracidad o la credibilidad de unas u de otras, pero si mantener lo que por ejemplo el presidente del Gobierno dejó muy claro y muy sentado en algunas de las comparecencias parlamentarias que ta tenido por este asunto, que han sido muchas", sostuvo.

En cuanto a si el Gobierno teme aún que el PSOE pueda impedir la investidura de Rajoy, Sáenz de Santamaría explicó que están siendo "prudentes" porque no deben "interferir" en los procesos internos del PSOE, que tiene previsto convocar un Comité Federal la próxima semana para tomar una decisión sobre el sentido de su voto en una investidura de Rajoy.

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