Crisis en el PSOE

La gestora moviliza a sus fieles para intentar que la abstención gane por más de 50 votos en el Federal

La gestora moviliza a sus fieles para que la abstención gane por más de 50 votos en el Comité Federal del PSOE

Ibon Uría

La gestora del PSOE confirmó este martes que el Comité Federal en el que los socialistas debatirán oficialmente el giro a la abstención en la investidura de Mariano Rajoy se celebrará este domingo 23 de octubre, lo que supone apurar los plazos al máximo, toda vez que el jefe del Estado celebrará la ronda de contactos con los representantes de los partidos a partir del lunes 24. Y, a falta de apenas cuatro días para la reunión decisiva, el sector mayoritario en el partido ha puesto en marcha todos los mecanismos para lograr la victoria más abultada posible. El primer objetivo es superar los 50 votos de diferencia entre partidarios y detractores de dejar gobernar al PP. A partir de ahí, toda ventaja es bienvenida. El escenario ideal para la comisión gestora es "doblar" en la votación a los partidarios del no es no.

Ese afán de ganar con amplitud podría explicarse, en buena medida, a través del cruce de declaraciones este martes entre el ex secretario de Organización, César Luena, y el portavoz del PSOE en el Senado que la gestora nombró la semana pasada, Vicente Álvarez-Areces. El primero, partidario del no, dejó claro que hay que respetar cualquier decisión del Comité Federal pero advirtió de que virar a la abstención sería una “decisión deslegitimada en el fondo político” si no se escucha a la militancia. Álvarez-Areces negó que el comité esté “deslegitimado” y sostuvo que el PSOE, si algo hace, es “escuchar a los votantes” y a “los ciudadanos”, que “no quieren” otras elecciones. En resumen, manifestó –como han hecho los cargos de la gestora reiteradamente– que la decisión le compete al comité.

Fuentes de la cúpula explican que el objetivo no es contraponer legitimidades, pero sí que se visibilice el mayor consenso posible en el máximo órgano entre congresos en torno a la posición en la investidura. El comité tiene unos 280 delegados, aunque suelen acudir menos. El 1 de octubre fueron 253, y la dirección cree que ahora habrá más ausencias. Si se toma como referencia la votación de aquella jornada, una ventaja de 50 votos parece factible: entonces el sector que se impuso lo hizo por 25 apoyos. Con la caída de la ejecutiva de Sánchez, casi todos los miembros que quedaban en ese órgano –defensores del no en su mayoría– han perdido el derecho a voto. En cambio, los integrantes de la gestora sí podrán participar de la decisión de abstenerse o no. Es decir, que a los 25 votos iniciales de margen habría que sumar unos 20 adicionales. 45 en total de ventaja, simplemente si todos votasen el próximo domingo igual que lo hicieron el 1 de octubre.

Pero la gestora se ha marcado como objetivo una ventaja más amplia. Cargos consultados por infoLibre señalan que en los últimos días se está “trabajando” sobre los integrantes del comité para convencerles de que se sumen a la posición que ya es mayoritaria en el órgano, siempre según fuentes del sector que dirige el partido desde la salida de Sánchez: la de apoyar la abstención. El escenario deseado por la actual dirección del PSOE es “incluso doblar” a quienes sostengan hasta el final la bandera del nono. Con una asistencia prevista de en torno a 240 delegados, para que se diera esa circunstancia la votación final debería estar en el entorno de los 160 apoyos a “evitar terceras elecciones” y unos 80 votos por el no. Fuentes de este sector añaden que intentarán que la reunión transcurra, además, “sin sobresaltos ni espectáculos”. 

La fórmula, en el aire

Lo que aún no está decidido es si la gestora y el sector mayoritario buscarán que se apruebe la abstención de todos los diputados del PSOE o sólo la del número estrictamente necesario para que gobierne Rajoy (11 parlamentarios). Las fuentes consultadas creen que la primera opción implicaría enviar un mensaje más claro y escenificaría una situación de unidad. La segunda, en cambio, tiene la ventaja de evitar posibles fracturas. De los 84 parlamentarios del grupo socialista en el Congreso, en torno a una veintena siguen firmes en el no. Aunque en la gestora están convencidos de que, si el resultado en el Comité Federal es contundente a favor de la abstención, esa cifra se reducirá a entre 12 y 15. Los que más preocupan en Ferraz son los siete del PSC: todos los esfuerzos de la gestora pasan por convencer a los socialistas catalanes, cuyo primer secretario, Miquel Iceta, recién reelegido en primarias, defiende que sus diputados voten en contra de Rajoy incluso si eso implica desobedecer al Comité Federal.

Fuentes de la gestora consultadas por este diario aseguran que la opción mayoritaria, la que cuenta con más respaldo en la dirección, es la que pasa por una “abstención mínima” o “técnica” ante el PP: el sacrificio de 11 parlamentarios bastaría para echar a andar la legislatura. Pero figuras importantes en el PSOE, como el presidente de la gestora, Javier Fernández; la presidenta andaluza, Susana Díaz; y el expresidente del Gobierno, Felipe González, quieren que sean todos y cada uno de los diputados del PSOE los que pulsen el botón de la abstención en el hemiciclo. Esta última opción sería mucho más factible si el PSC diera su brazo a torcer. Si eso no ocurre, se complica la abstención en bloque. A día de hoy no hay nada decidido. Tampoco está claro si el Comité Federal votará sobre la necesidad de evitar las terceras elecciones o específicamente sobre la decisión de abstenerse.

Precisamente sobre los socialistas catalanes, el sector mayoritario en el PSOE argumenta que no tiene sentido que el PSC –que jurídicamente es un partido distinto– pueda participar en la toma de decisiones del PSOE y después, si no son de su agrado, pueda desacatarlas. Los socialistas catalanes, por su parte, arguyen que quedarían tocados de muerte en Cataluña si aparecieran junto al PP en la votación de investidura. “Seguimos defendiendo por coherencia el no a Rajoy. Ningún margen para facilitar su investidura”, escribió este martes en Twitter Iceta, que horas después se reunió con el presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández.

De ese encuentro, según escribió Iceta nuevamente en su perfil de Twitter, no salió ningún acuerdo: “He mantenido una reunión cordial con Javier Fernández. Nuestros puntos de vista, que son distintos, no han cambiado”, señaló. Iceta hará declaraciones públicas este miércoles. Fuentes de la cúpula del PSOE aseguraron a infoLibre que Iceta “trasladó” a Fernández “la posición” del PSC y reiteraron que “esa posición es votar no”. En esa misma línea, anticiparon que las palabras de Iceta este miércoles no contendrán “grandes novedades”, sino “más detalles sobre la posición” del partido.

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Comienza la “digestión”

Sea cual sea la fórmula elegida, la gestora del PSOE cree que ya ha comenzado “la digestión” de la abstención entre los diputados y cargos del partido, una decisión “complicada” pero que, “poco a poco se va asumiendo”. Este martes se reunieron los grupos parlamentarios del Congreso y el Senado. En su intervención inicial en abierto, el presidente de la dirección, Javier Fernández, aseguró que los socialistas deben elegir el “mal menor” y, toda vez que “ninguna solución es buena” y que “no hay” Ejecutivo alternativo posible al del PP de Rajoy, defendió la abstención. “Abstenerse no es apoyar”, dijo Fernández, quien agregó que los ciudadanos “no quieren elecciones” y que “lo más probable” es que esos comicios sólo sirvieran para decidir “con cuántos diputados va a gobernar la derecha”.

Ya a puerta cerrada, según fuentes presentes en la reunión, en torno a una treintena de diputados y senadores solicitaron un turno de palabra, aunque finalmente intervinieron cerca de una veintena. La mayoría de ellos se posicionaron a favor de evitar unas terceras elecciones por la vía de la abstención del PSOE, y sólo hubo tres intervenciones que abiertamente defendieron el no hasta el final: la de la diputada por Madrid Margarita Robles –que días atrás no descartó incluso dejar el escaño si el Comité Federal decidía la abstención de los parlamentarios socialistas–, la del guipuzcoano Odón Elorza –que pidió que se otorgue a los diputados libertad de voto para poder obrar en conciencia– y la del diputado del PSC Marc Lamua.

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