Las discrepancias entre Bildu y PP impiden un pronunciamiento del Congreso sobre ETA

Cinco años después de que la organización terrorista ETA anunciase su decisión de poner fin a la violencia, los desencuentros en torno a la la naturaleza de la actividad de la banda y a su disolución incondicional han hecho imposible que el Congreso aprobase este miércoles una declaración institucional.

La iniciativa fue presentada por el PSOE, con la firma de su portavoz parlamentario, Antonio Hernando, y de los diputados vascos Patxi López y Eduardo Madina, y había conseguido el respaldo de Podemos y de Ciudadanos, pero se encontró con los vetos de Bildu y el PP, que pretendían añadir expresiones incompatibles entre sí.

Los independentistas vascos propusieron eliminar de la declaración la palabra “terrorismo”. Y el PP, a su vez, quería que la petición de disolución que la declaración dirigía a ETA incluyese el adjetivo “incondicional” y que el texto proclamase “la victoria de los demócratas y del Estado de derecho”.

El veto cruzado entre Bildu y el PP dio al traste con una declaración que hubiese dejado constancia de la “satisfacción” del Congreso de los Diputados “por un presente de convivencia en el recuerdo y homenaje a todas las víctimas del terrorismo”. En ella, los promotores de la iniciativa pretendía que el Congreso afirmase su “compromiso por un futuro donde las ideas políticas, desde la tolerancia, puedan seguir defendiéndose en libertad y en el respeto a los principios democráticos, y en el que ETA culmine su disolución”. El PP, según fuentes parlamentarias, ha dado por imposible la posibilidad de un acuerdo desde el momento en el que Bildu propueso retirar la palabra terrorismo.

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Pablo Iglesias, el secretario general del Podemos, aprovechó para elogiar “la altura de Estado” del socialista Eduardo Madina, a quien atribuyó la iniciativa, y lamentó ue el Congreso no haya podido ponerse de acuerdo sobre este asunto cuando sí lo ha hecho para apoyar el proceso de paz en Colombia.

Ciudadanos, a través de su portavoz, Juan Carlos Girauta, ha culpado del desencuentro a Bildu (basta que un grupo se oponga para impedir la declaración).

La representante de los independentistas vascos, Marian Beitialarrangoitia, por su parte, negó la existencia del marco de convivencia al que se refería la fallida declaración y echó en falta un reconocimiento de “todas las víctimas del conflicto”.