¿Tiene margen España para evitar el ajuste de 5.500 millones que le exige Bruselas?

Con Mariano Rajoy ya elegido como presidente y el Gobierno a punto de ser nombrado, la maquinaria del poder ejecutivo vuelve a ponerse en marcha a pleno rendimiento, y uno de los primeros asuntos que deberá abordar será el ajuste de 5.500 millones que exige Bruselas en los presupuestos del año que viene. La Comisión Europea urgió hace una semana a España a aprobar un presupuesto que contemplase este ajuste lo antes posible, y los economistas consultados por este diario ven complicado que el Gobierno pueda renegociar el recorte, aunque difieren a la hora de pronosticar a través de qué medidas lo afrontará el Ejecutivo.

España envió hace unas semanas su borrador de plan presupuestario para el año que viene, un documento que básicamente recogía las cifras del presupuesto de 2016, ya que un Gobierno en funciones no puede presentar un proyecto de cuentas al Congreso. Así lo reconocía la Comisión en la carta que envío la semana pasada al ministro de Economía, Luis de Guindos, en la que no obstante le animaba a remitir lo antes posible a Bruselas un nuevo plan presupuestario completo en el que se reflejase el ajuste de 5.500 millones de euros para cumplir con el objetivo de déficit.

La meta está situada en el 3,1% del PIB para el año 2017, tras el último balón de oxígeno concedido a España por la UE, que el pasado mes de julio dio dos años más al país para rebajar el el desfase por debajo del 3%. Pero precisamente esa prórroga es uno de los motivos que hacen ser pesimistas a los economistas consultados por infoLibre sobre la posibilidad de que España pueda negociar con Bruselas para evitar el recorte de 5.500 millones de euros.

"La verdad, yo creo que el margen de España es muy escaso, porque de alguna manera ya estamos 'de prestado' desde que Bruselas nos perdonó la multa por incumplir el objetivo de déficit de este año". Así lo ve Javier Santacruz, economista y miembro del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB), que coincide con Mónica Melle, profesora de Economía Financiera de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y miembro de Economistas Frente a la Crisis, que sostiene que a España "ya le han dado margen" y recuerda que, además, una eventual sanción "todavía pende como una espada de Damocles" sobre el Gobierno.

Por el contrario, Santiago Carbó, catedrático de Economía de la Universidad de Bangor (Reino Unido) y director de Estudios Financieros de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), es más optimista al respecto. "Tal y como están las cosas, con tantos países díscolos con respecto al objetivo de déficit y una vez que España tiene ya Gobierno, creo que tiene margen de maniobra" para renegociar el objetivo de déficit, sostiene Carbó, que afirma que España "ha hecho más deberes" impuestos por la Comisión que otros países del sur de Europa.

Y es que esa renegociación, sostiene el catedrático, "facilitaría mucho las conversaciones entre partidos para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado" del año que viene, algo que, afirma, también interesa a Bruselas en un panorama de inestabilidad en las mayorías parlamentarias en España. "En mi opinión, a la Comisión Europea no le interesa generar agravio en España, y para un Gobierno como el actual", sin mayoría en el Congreso, "sería difícil que ni siquiera intentara negociar" con el Ejecutivo comunitario a la hora de abrir conversaciones con el resto de fuerzas políticas para sacar adelante las cuentas, razona Carbó.

La vía de los ingresos y la vía del gasto

En cualquier caso, el propio ministro De Guindos reconoció hace unas semanas que España "tendrá que tomar las medidas oportunas" en cuanto se forme el Gobierno, una afirmación que encaja con la promesa que hizo el recién reelegido presidente, Mariano Rajoy, a su homólogo de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, a quien planteó en mayo su disposición "a adoptar nuevas medidas" en cuanto se formase un Ejecutivo. En el caso de que estas previsiones finalmente se cumplan, los expertos se muestran de acuerdo en que el ajuste no sólo vendrá por la vía de los gastos, sino que también se plantearán subidas impositivas para aumentar los ingresos.

"Además de adelantar los pagos a cuenta del impuesto de sociedades [como ya anunció Guindos hace unos meses], lo más probable es que en 2017 el Gobierno suba los tipos de ese impuesto", sostiene Santacruz, que argumenta que esa subida impositiva es la más sencilla de realizar porque es competencia estatal y, además, cuenta con el apoyo de la mayor parte del Congreso porque hay un número importante de grupos que son conscientes de que "las grandes empresas pagan poco en España" en comparación con los países de la UE. Santacruz, además, señala que los "impuestos especiales", como los que se aplican al alcohol o al tabaco, son también tributos susceptibles de sufrir un aumento.

Por el contrario, Melle pone en el punto de mira otro impuesto: el IVA. "La Comisión Europea lleva tiempo pidiendo que se suba" ese impuesto, explica la experta, que admite que "es cierto que España no recauda como la media europea" con respecto a este tributo, pero lo achaca al fraude que existe a la hora de cobrarlo. Melle, además, pronostica que el Gobierno apretará las tuercas a las comunidades autónomas "para evitar que incumplan" sus objetivos de déficit endureciendo los requisitos para acceder al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA).

PSOE, Podemos y Ciudadanos

Sin embargo, en un escenario político tan fragmentado como el actual, lo que piensen PSOE, Ciudadanos y Podemos sobre el ajuste que exige Bruselas será crucial a la hora de aprobar los nuevos presupuestos. Francisco de la Torre, portavoz de Hacienda del partido naranja, sostiene que no contemplan una subida de los tipos del IVA para recaudar los 5.500 millones, mientras Pedro Saura, portavoz socialista en la Comisión de Economía del Congreso, afirma taxativamente que su grupo "votaría en contra de una subida del IVA".

No obstante, Saura no responde al ser preguntado por si cree que España debe renegociar su objetivo de déficit para evitar tener que realizar el ajuste. De la Torre, por su parte, sostiene que "el actual Gobierno no tiene mucha fuerza" para emprender esta negociación, toda vez que España tiene un procedimiento de déficit excesivo abierto "después de incumplir claramente en 2015 y desviándose en 2016" 18.000 millones en el objetivo de déficit "y con una amenaza de multa" encima.

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Podemos, por el contrario, aboga por presionar a Bruselas para renegociar el recorte. "El Gobierno no parece tener mucha intención de hacerlo, pero debería", sostiene su secretario de Economía, Nacho Álvarez, que pone como ejemplo al primer ministro italiano, Matteo Renzi, que afirmó este domingo que se saltaría las normas de déficit de la UE si eso fuera necesario para reconstruir su país tras los terremotos sufridos en los últimos meses. "Eso demuestra que los objetivos se construyen y se amplían políticamente" y no obedecen a lógicas económicas, subraya Álvarez.

El responsable de Economía del partido morado, sin embargo, teme que la "tentación del Gobierno" sea la de "recortar" para cumplir con el ajuste que exige Bruselas. "Y, aunque en lugar de recortar intentaran explorar la vía de los ingresos, sería un error aumentar el IVA", sostiene Álvarez, que defiende un aumento en los tipos del impuesto de sociedades y también un impulso al impuesto de patrimonio.

De la Torre, por su parte, sostiene que la eliminación de la mayor parte de las exenciones del impuesto de sociedades, unida al adelantamiento de los pagos a cuenta en ese mismo tributo, sería suficiente para cubrir el desfase de 5.500 millones. "Creemos que una reforma sensata permitiría, sin subir tipos, recaudar unos 25.000 millones de euros", afirma el dirigente, que asegura que con esa cantidad el ajuste de 5.500 millones "estaría prácticamente" cubierto.