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La situación en el PP

La anunciada continuidad de Cospedal como secretaria general incendia el PP

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El Partido Popular ha dado la bienvenida a un Mariano Rajoy ya con plenos poderes como presidente del Gobierno con una crisis interna. La mecha se prendió el pasado viernes, cuando la secretaria general del partido, en su toma de posesión como ministra de Defensa, dio por hecho, en una conversación informal con periodistas, que va a seguir como número dos del PP incluso después del XVIII Congreso Nacional que se celebrará en el mes de febrero de 2017. Y este lunes quedó claro que las palabras de María Dolores de Cospedal, su advertencia a los informadores de que no se iban a "librar" de ella como secretaria general, han levantado ampollas.

Diferentes líderes territoriales del partido, con nombres y apellidos, salieron a mostrar su extrañeza por el hecho de que, sin convocatoria oficial del congreso y sin proclamación de las candidaturas, se hable ya de quién ejercerá de número dos del partido. 

Fuera de micrófono las críticas a la secretaria general del partido son más contundentes. "Una persona como ella, del Comité de Dirección del partido no pueder originar este tipo de incendios. Conoce perfectamente los estatutos y es Rajoy quien tiene que incluirla en su lista y, después, volverla a proponer. No autoproclamarse ella. ¿Qué pensarán los militantes que tienen que votar?", valora un veterano diputado.

"Si ya está todo decidido de cara al congreso,

que nos manden un correo electrónico con lo que ha decidido la dirección nacional y no nos hagan viajar a Madrid a votar y aplaudir", añade en un sentido similar un dirigente territorial.

Los cargos próximos a la número dos del PP consideran que todo se ha sacado de contexto y que en ningún momento pretendió restar legitimidad a ese congreso que el PP celebrará con dos años de retraso.

Hasta el viernes, la idea más extendida en las filas conservadoras era que Rajoy iba a aprovechar ese cónclave que se convocará oficialmente el próximo lunes para renovar algunos puestos de la cúpula del PP, el de Cospedal entre otros al haber encontrado ya acomodo en el Consejo de Ministros. Un punto de partida que los fieles a Cospedal no entienden. "¿Por qué siempre que se habla de renovación esta pasa por que no esté la secretaria general?", se pregunta una diputada regional.

En todo caso, el presidente del Gobierno no ha dado jamás una pista al respecto. Y ahora el despiste en Génova es máximo: un sector cree que la secretaria general no se habría permitido hablar o, incluso, bromear con su futuro si no lo tenía atado con Rajoy. Otro sector cree que lanzó un órdago cuando se había instalado la idea de que su máxima rival interna, Soraya Sáenz de Santamaría, era la principal ganadora de la nueva estructura del Gobierno. 

Los dirigentes consultados por infoLibre coinciden en que esta polémica sólo se entiende en clave sucesoria de Mariano Rajoy. En que los actores del partido con más posibilidades de liderar una candidatura en el futuro buscan estar lo mejor posicionados posible para dar la batalla cuando toque. Algo que, de todos modos, no es posible que suceda en el próximo año. Si se respeta lo que establecen las normas internas del partido, una vez celebrado el XVIII Congreso Nacional este febrero, la siguiente de estas citas no tocaría hasta principios de 2020. 

Cascada de reacciones... y la de Génova

El hecho de que este mismo lunes, después de ver el revuelo que las declaraciones de Cospedal estaban causando, el número tres del PP saliera a intentar quitar el foco de la número dos del partido da una idea de que el tema preocupa a ojos de la dirección nacional. En la rueda de prensa posterior al Comité de Dirección, Fernando Martínez-Maillo dijo desconocer las palabras que pronunció su jefa el viernes pero que todo lo que se diga ahora es "hablar por hablar" porque de nombres se hablará en el congreso. No antes. 

Las fuentes consultadas coinciden en que no hay fisura entre el mensaje del vicesecretario de Organización y Cospedal porque la reacción había sido preparada con anterioridad. Es decir, que la secretaria general sabía que Martinez-Maillo iba a emplazar al congreso. El dirigente conservador es fijo en todas las quinielas internas que rellena el partido cuando se habla de eventuales sucesores de Cospedal.

Otro de los nombres que lleva años sonando, antes incluso de la llegada de los nuevos vicesecretarios, es el de Alfonso Alonso, exministro de Sanidad y ahora líder del PP de Euskadi. Él fue el primer dirigente del PP en asegurar públicamente este lunes que "no es bueno anticipar" cuestiones como que mantiene a su partido en vilo.

"La situación hoy es que María Dolores de Cospedal es ministra de Defensa pero mantiene su responsabilidad en el partido", dijo. "Entiendo que esta es la situación que parece que va a seguir de aquí al congreso; y en el congreso, ya veremos", añadió Alonso.

Por mucho que después Martínez-Maíllo calificase de "muy razonable" lo dicho por el líder de los conservadores vascos, sus palabras no cayeron igual de bien en todo el partido. En lo que tiene que ver con familias políticas, Alonso es un sorayo, uno de los hombres de confianza de Santamaría y, por tanto, alineado en el bando opuesto a Cospedal. No son pocos en el PP los que creen que Rajoy le tiene reservado un puesto en la cúpula a partir del XVIII Congreso Nacional ahora que esta fuera del Consejo de Ministros. Un puesto que, creen, sería incompatible con la continuidad de la secretaria general.

Desde el PP gallego el encargado de fijar la posición fue Pedro Puy, su portavoz parlamentario. El dirigente de la formación liderada por Alberto Núñez Feijóo devolvió la pelota al tejado de Cospedal al sostener que será ella la que tenga decidir si puede compatibilizar ambos cargos, "dos cuestiones que son complejas". Y la líder del PP de Asturias, Mercedes Fernández, no quiso entrar en el fondo de la cuestión. Se limitó a señalar que es "una buena secretaria general" y será "una magnífica ministra de Defensa", informa Europa Press.

La líder del PP en el Ayuntamiento de Madrid, Esperanza Aguirre, por su parte, dijo no ver problema en que Cospedal compagine Gobierno y partido, pero que "será el congreso del PP el que lo tendrá que decidir".

Los apoyos de Castilla-La Mancha y García Albiol

En el otro extremo, el de los apoyos más claros, se ubicaron el coordinador del PP catalán, Xavier García Albiol, y el PP de Castilla-La Mancha, organización territorial que preside Cospedal. 

Para el dirigente catalán, si la secretaria general sigue en su puesto tras el congreso esta será "la mejor de las decisiones". Y para los conservadores castellanomanchegos, su jefa "tiene capacidad para eso y más".

"Ha habido ministros que han sido secretarios generales del partido y nunca se ha cuestionado cuando se ha tratado de un varón. Indigna que estas cuestiones se pongan encima de la mesa por el hecho de ser mujer", lamentó la presidenta del Grupo Parlamentario Popular en las Cortes de Castilla-La Mancha.

Está por ver cómo termina esta batalla interna. Pero, de salir bien para Cospedal, no sería la primera vez que gana a quienes apuestan por que no acumule más de un cargo. Con Rajoy en la oposición, ésta compaginaba su cargo de número dos del partido, donde lleva desde 2008, con el de presidenta de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Sus rivales internos criticaban tanto esta situación como el PSOE regional. Pero no pudieron con ella. Ni se rindió ni Rajoy se atrevió a obligarla a elegir. La duda es si ahora actúa igual.

Hurgando en la herida, el PSOE de Castilla-La Mancha pidió este lunes al PP regional que no hable de "machismo" cuando se critica que Cospedal compagine dos cargos. Según la portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Blanca Fernández, las mayores críticas a la secretaria general del PP "vienen de otra mujer, Sáenz de Santamaría".

En el PP admiten lo delicado del debate que abrió Cospedal del viernes. Les recuerda, señalan, a la Semana Santa de 2015, cuando el PP andaluz y el castellanomanchego se enfrentaron en público con cruces de declaraciones a cuenta del liderazgo de la secretaria general.

El temor a un congreso descafeinado

El convencimiento de Cospedal de que seguirá en la Secretaría General ha hecho que se extienda en el PP la idea de que el congreso que se celebre en febrero va a ser de mérito trámite. "Va a ocurrir como con el Gobierno: mucha expectativa y poca novedad", vaticina un dirigente regional. "Rajoy es capaz de no cambiar nada en el Comité de dirección", considera al tiempo que añade que "quizá todavía es pronto para prescindir de los vicesecretarios".

El silencio de Rajoy alimenta el debate sobre el futuro de Cospedal como secretaria general

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Esta sensación de congreso descafeinado viene reforzada por dos hechos: el primero, y principal, que en cuestión de liderazgo no es decisivo porque Rajoy sigue. Y, el segundo, por la resistencia de la dirección nacional del PP a abordarlo con la filosofía de primarias, del 'un militante, un voto' que se demanda, por ejemplo, desde territorios como la Comunidad de Madrid o la valenciana.

Génova se agarra a los estatutos para señalar que no se puede elegir a nadie por primarias mientras no haya un cambio estatutario. Si en este congreso nacional se cambian los estatutos, en el próximo entrarán en vigor. Pero no en el que se celebrará en febrero. 

Esto implica, además, que Rajoy, una vez sea reelegido líder, sea automáticamente candidato a unas generales. El presidente del Gobierno puede disolver las Cortes a partir del 3 de mayo para que, acto seguido, se convoquen elecciones. No es el escenario ideal para el PP, señalan en la cúpula, pero es una herramienta que sólo Rajoy puede activar si la legislatura se le pone más difícil de lo que espera.

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